25 Aniversario: Programa De Educación a Distancia

En 1996, en una de las reuniones con el Dr. Lucero, Vicerrector de Investigación y Desarrollo por ese entonces, como siempre empezamos a hablar del futuro y de los proyectos. -¿Y si hacemos algo con la educación a distancia? -me dijo-, algo sencillo para empezar… 

La Dirección de Publicaciones Científicas, donde trabajaba, tenía un equipo de 6 integrantes: Miguel Angel Gori (periodista), Gladys Cid (secretaria administrativa), Oscar De Majo, María Vignolles, Elena Vinelli y yo (profesores), muy entusiastas e innovadores. Como todos éramos de Letras decidimos hacer unos manuales de ortografía, puntuación y escritura, impresos, distribuidos y con tutorías por correo postal y fax. El proyecto era una verdadera aventura que implicó empezar una lucha en busca del reconocimiento de la modalidad, los pagos a distancia, la calidad puesta en cuestión, la desconfianza y el tema de la copia y el plagio a la orden del día. 

Ese 1997 nos fue muy bien. En nuestra base de datos figura un registro de 2834 alumnos. Cursaron los Talleres de Expresión Escrita a Distancia desde sacerdotes hasta presidiarios, personas que bajaban de la montaña para mandar el correo hasta cantidades importantes de maestras que buscaban puntaje; y mucha gente que quería expresarse mejor como una forma de superación personal.

En el 2000 los contenidos de los talleres y varios cursos de español para extranjeros por un convenio con Programa Santa Clara, que tenía una plataforma Moodle, fueron subidos a la web de donde nunca más nos bajamos. Pero, en 2005, con la ayuda del Departamento de Sistemas, desarrollamos nuestra primera plataforma Moodle y la primera carrera de posgrado a distancia de USAL: la Especialización en la Enseñanza del Español para Extranjeros. En 2012, CONEAU nos dio finalmente el visto bueno, no sin algunos disgustos. 

Fueron años muy creativos, de mucho trabajo, mucho aprendizaje; creció nuestro equipo, ganó en diversidad; creamos programas de capacitación para USAL, formamos parte de un Alfa 3 de la UE, elaboramos un programa de MOOC, otro posgrado (Especialización en la enseñanza y producción de materiales para EAD) acreditado. Hicimos congresos de la especialidad, participamos de otros y publicamos estudios en revistas y en las redes sociales; les dimos el Doctorado Honoris Causa al D. Lorenzo García Aretio (Rector Emérito de la UNED de España) y al inglés Michael G Moore, creador de la teoría de la distancia transaccional, por mencionar parte de lo que nos identifica. 

En 2017 se incorporó Blackboard Learn y Collaborate, que se  unió a nuestra plataforma Moodle en el Campus Virtual; empezamos a crear nuevos contenidos para cursos y Diplomaturas e intensificamos nuestra presencia en las Facultades.

Acreditamos en 2019 nuestro SIED ante CONEAU y se creó la Dirección de Programas de Educación a Distancia. Pensamos que empezaba una etapa de mayor dedicación a los estudios sobre la modalidad, desarrollo de carreras, investigaciones y visibilidad de nuestro SIED en la USAL.

 Pero llegó LA PANDEMIA… Y con ella, llegaron meses de trabajo intenso, sin poder gestionar solo solucionar problemas y sortear escollos. 

Hoy, muchas Unidades Académicas están desarrollando cursos y carreras a distancia, algunas ya acreditadas por CONEAU; cada una posee un Asesor Técnico-Pedagógico que, con los docentes, están capacitados por el PAD, para seguir los lineamientos del modelo pedagógico acreditado y desarrollado por el equipo.  La pandemia nos dio presencia, pero la lucha por el reconocimiento de la modalidad todavía continúa. 

Después de dos años de aislamiento y de la utilización de las TIC muchas veces en forma indiscriminada y sin reflexiones, hay mucho por hacer. La normativa que Ministerio de Educación difundió, la RM 2641, antes de la Pandemia está indiscutiblemente obsoleta; no basta con porcentajes para definir modalidades ni con la inclusión de herramientas virtuales novedosas para asegurar la calidad de la educación online. Hace falta definiciones, planificación, producción de conocimiento por medio de la investigación, dejar de lado lo fácil e improvisado. Hace falta el convencimiento de que la modalidad a distancia es una forma diferente de diseñar y distribuir contenidos, de facilitar la comunicación de los distintos actores, de hacer crecer a los estudiantes en su gestión del tiempo y las responsabilidades que representa la autonomía.  La EAD no es más barata, ni más fácil, ni más rápida. Al contrario, es exigente y compleja en ocasiones, porque se necesita dedicación y compromiso para asegurar su calidad académica. Pero es una oportunidad y un desafío.

El PAD hoy: Haydée Nieto, Oscar De Majo, Gladys Cid, Alejandra Lamberti, Julián Martínez Vázquez, Julieta Brizuela, José Marcucci, Marysol Bustos, Facundo Fernández y Gabriela Menestrina. 

Mg. Haydée Isabel Nieto
Directora de Programas de Educación a Distancia (PAD/SIED)