Colación de grado y posgrado de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales

El martes 5 de abril  en el Salón “San Ignacio de Loyola”, y luego de 2 años de pandemia, se volvió a realizar lo que representa el acontecimiento por excelencia de la Vida Universitaria, la Ceremonia de entrega de Diplomas de las carreras de grado y posgrado de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.

Presidió el Acto Académico el Decano de la Facultad, Dr. Héctor Dama; el Secretario Académico, Lic. Claudio Flores; y el Prosecretario Académico, Gustavo Tahmuch.

Para dar inicio a la celebración, recibimos al Cuarteto de Cuerdas de la Orquesta Sinfónica USAL, a cargo del Maestro Ricardo Sidelnik, integrado por: Víctor Martinelli y Patricia Lampropolus, en violines; por el profesor Abel Garrido, en Viola y profesor Marcelo Jara en violonchelo. En esta oportunidad interpretaron: “Primer Movimiento del Divertimento” en Re Mayor – Wofgang Amadeus Mozart; “Yesterday” - Paul Mccartney y John Lennon; “Adios Nonino” - Astor Piazzolla y “Por una Cabeza” – Carlos Gardel.

A continuación, se recibieron a las banderas de ceremonia. Abanderada de la bandera argentina, Ariadna Abril Salguero Pais; y la abanderada de la bandera papal, Micaela Celeste Urbandt. Luego se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino.

Luego, en representación de los estudiantes de grado hizo uso de la palabra la Actuaria Camila Villalba: “Quiero comenzar estas palabras agradeciendo el reconocimiento y la posibilidad de estar hablando en representación de todos mis compañeros.
Cuando el director se comunicó conmigo para contarme que tendría que hablar esta tarde frente a todos ustedes sentí un escalofrío enorme, porque no solo representa un desafío, sino también una inmensa responsabilidad para con ustedes.
No es fácil dar con las palabras que transmitan la emoción que sentimos en este momento, pero quiero empezar con esa sensación que tuvimos aquel primer día de este largo camino, esa sensación que al menos yo no podía en su momento describir con exactitud. Era una mezcla de entusiasmo, miedo e incertidumbre. 
Después de años de esfuerzo y sacrificios, que todos nosotros realizamos para alcanzar esa tan esperada meta, me di cuenta de que no solo me estaba formando como profesional, sino que también era una afortunada por estar compartiendo, debatiendo y aprendiendo con tantas personas que marcarían este camino de una forma diferente. Eso, sin dudas, hizo de este objetivo un trayecto sumamente gratificante.  
Este día nos invita a celebrar todo el recorrido que nos trajo hasta aquí, esos días de frustración y aquellos otros con tanta inspiración que nos daban las fuerzas para continuar. Hoy, después de tantos años y una pandemia de por medio, hemos sido convocados para darle un cierre a esta gran etapa. 
Estoy segura de que este logro no es solo nuestro, sino que también es de todos aquellos afectos que nos acompañaron, los profesores que nos compartieron su pasión y de la universidad que nos dio el lugar para crecer.
Llegar a la meta es algo satisfactorio y reconfortante, pero tener el privilegio de compartirlo es realmente invaluable y por eso quiero agradecerles a todos por el apoyo, la confianza y la compañía. 
Finalmente, quiero felicitar a todos los graduados. Un placer estar aquí con ustedes”.

En representación de los alumnos de posgrado la Magister en Coaching y Cambio Organizacional Graciela Norma Gil: “Es un honor estar convocada para participar en esta ceremonia. Intentaré transmitir brevemente los momentos vividos como alumnos a lo largo de la carrera, teniendo en claro que solo es mi perspectiva: como hemos aprendido en la maestría en coaching organizacional, es desde mi Modelo Mental.
Llegamos a esa primera clase, liderada por nuestro Director y profesor Dr. Jorge Cámpora, con curiosidad y expectativa. Porque la maestría en coaching y cambio organizacional si bien no era nueva en esta casa de estudios, esa palabra “coaching”, comenzaba recién a resonar de forma más popular en la sociedad. 
Al principio pensamos que había muchas materias y que no tenían tanto que ver entre sí. Con el paso del tiempo fuimos descubriendo, que los distintos conocimientos nos daban un plafón muy interesante y comprendimos que eso implicaba ser un universitario: desarrollar un pensamiento crítico que nos convierta en profesionales sólidos y profundos, gracias a una secuencia didáctica lógica, que nos facilitaba el aprendizaje. Y así nos fuimos transformando casi sin darnos cuenta, hasta saber que podíamos elegir pasar de ser víctimas a protagonistas, superando situaciones desfavorables y hacernos cargo.
El amplio arco de materias entre management, filosofía y neurociencias (por citar algunas), nos permitió incorporar herramientas que nos desafían al día de hoy, a convertirnos en inspiradores integrales, capaces de entender la cambiante realidad actual. Nos acompañaron profesores entusiastas, que nos transmitieron sus saberes con excelencia y versatilidad: Conocimientos, humor, juegos, afecto y contención, fueron parte de las clases para que no olvidemos sus contenidos aún al día de hoy.
Como alumnos también hicimos lo nuestro para que este esfuerzo diera frutos: dedicación y tenacidad fueron cosas de todos los días. Fue necesario vencer el postergar y atravesar las “noches oscuras del alma” para llegar finalmente a presentar el trabajo final y no rendirnos. En este camino no estuvimos solos: nuestras familias nos acompañaron, a veces esperándonos solo con la cena, para estar una hora con nosotros. Pensándolo desde la dimensión humana, los frutos son aún mayores: compartir tantas actividades con los mismos compañeros nos dejó como resultado un vínculo sustentable que consiste en una red profesional y afectiva aún vigente.
Aunque esto parezca un cierre, es un comienzo del futuro al que llegamos con las distinciones que nos dio una carrera plagada de porvenir. Porque el mundo que se viene es uno en el cual las habilidades blandas son cada vez más necesarias. Avanza la robótica, el home office, lo remoto, la ausencia del cuerpo. En ese contexto recuperar la autogestión, la responsabilidad incondicional, la gestión de las emociones, el saber escuchar y entender el mundo del otro, genera puentes de encuentro que nos mantienen en estado de humanidad. Especialmente quienes egresamos de esta facultad reconocemos que ese es uno de los objetivos primordiales: que las personas nos relacionemos con los otros desde la ética y, por supuesto desde la responsabilidad y el amor incondicional. Desde ese mismo amor, les digo a todos los mencionados aquí, gracias por todo y por tanto”.

Tras los discursos el Reverendo Padre Andrés Tocalini bendijo los diplomas y medallas a entregar a los graduados.

Seguidamente, el Decano de la Facultad, Dr. Héctor Dama, tomó juramento a los graduados e hizo uso de la palabra señalando que: “Es motivo de particular alegría y de profundo agradecimiento, poder compartir esta oportunidad de encuentro y celebración en un momento de tanto significado para nuestros queridos graduados de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad del Salvador en sus carreras de grado y posgrado.

Es esta una ceremonia muy especial, además, porque da fe de nuestra capacidad de superación de las adversidades, tomen la forma que sea. Cada uno de nosotros ha debido atravesar un par de años extremadamente difíciles, llenos de incertidumbre, donde parecía que nunca íbamos a recuperar, entre otras cosas, la posibilidad de encontrarnos y celebrar juntos logros como éste. que gracias a Dios estamos protagonizando.

La fe que compartimos se afirma con los otros, se expresa en comunidad y su carácter distintivo es la solidaridad. Vivir en esta dimensión, demanda aprender continuamente sobre nuestras experiencias y este aprendizaje sólo se incorpora cuando reflexionamos profundamente sobre lo que nos ocurre tanto individual y colectivamente. En este sentido, comparto con ustedes una breve reflexión  “Convertirse significa no prestar oído a aquello que corroe la esperanza, a quien repite que en la vida nunca cambiará nada; es rechazar el creer que estamos destinados a hundirnos en las arenas movedizas de la mediocridad; es no rendirse a los fantasmas interiores que se presentan, sobre todo en los momentos de prueba para desalentarnos, que todo está mal y que ser santos no es para nosotros” Esta es una reflexión reciente del Papa Francisco para movilizar nuestro coraje y energía ante los condicionamientos del contexto actual.

La formación de nuestros graduados, presenta la singular distinción de estar sustentada en la "mística fundacional", que ha regido a esta Universidad del Salvador, desde el mismo momento de su creación, de la mano de la Compañía de Jesús y que se ha ido consolidando, a lo largo de 65 años, en el creciente compromiso por un hacer universitario, que adquiere su sentido en la contribución efectiva de hacer posible una vida digna, plena, para todas y cada una de las personas de la comunidad, en el presente y en el futuro.

Apoyado en esta "mística fundacional" todo el equipo de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales ha procurado sentir, interpretar y corresponder a las necesidades y expectativas que cada uno de ustedes, graduados, han requerido a lo largo de todos estos años. Nuestro propósito ha sido proveerles de herramientas profesionales y espirituales para el desarrollo de sus talentos, el fortalecimiento de valores y desde allí asegurar su capacidad de reflexión y respuesta ante los renovados desafíos que deberán enfrentar.

Es, de ahora en más, el desafío de cada uno de ustedes discernir, por ejemplo, entre la búsqueda del éxito o la búsqueda de la felicidad. Los logros asociados con el éxito se refieren al ámbito externo. La felicidad en cambio, se refiere a un estado interior, fruto de la conformidad consigo mismo. En este sentido, podemos encontrar guía nuevamente en el Papa Francisco, quién expresó: "nos encontramos con una realidad en la que el hombre ha renunciado a la búsqueda de una luz grande, de una verdad grande, y se ha contentado con pequeñas luces que alumbran el instante fugaz, pero que son incapaces de abrir caminos".

Está en ustedes tener como propósito la búsqueda de esa luz grande, que los acerque a una verdad también grande, para encaminarlos siempre desde su felicidad interior al éxito percibido por los demás, abriendo caminos por sobre desandar lo hecho ya por otros.

Otro discernimiento que probable deberán enfrentar, es el respeto al prójimo y aceptación de la diversidad por sobre las acciones individualistas. El vínculo y el acercamiento a los "otros", cualquiera sea su situación, permite construir una red de disponibilidades desde el reconocimiento de una multiplicidad de características, que se complementan y fortalecen entre sí. En el marco de una acción empresarial y de negocios, ese perfeccionamiento y armonización de vínculos, permite el real aprovechamiento de diferencias de estilos, de conocimientos, de responsabilidades para alcanzar una fuerte cohesión social, superando cualquier acción individualista y solitaria.

Ya finalizando, pero no por ello de menor Importancia, será la decisión de cuidar el ejercicio de la voluntad propia, haciendo el mayor esfuerzo por identificarla con propósitos superiores, de trascendencia y destacarnos por la autenticidad y consistencia de nuestros actos. Esta es la forma más segura de evitar “creer que estamos destinados a hundirnos en las arenas movedizas de la mediocridad”.

El propósito es impulsar acciones hacia una actividad transformadora, donde se conjuguen la razón y el sentimiento. Acciones en las que la libertad del hombre no se doblegue ante el conflicto, que no termine admitiendo opciones contradictorias, sino solamente aquellas que respondan a un auténtico "deber". Permitiendo así, una acción orientada al cambio, fortalecida por el uso de la libertad, a la cual concurre y sostiene el dominio de la voluntad.

Deseamos que cada uno de nuestros graduados alcance una verdadera felicidad en el ejercicio de sus profesiones y que lo logren irradiando la incorporación de hábitos de encuentro, consensuados en el respeto al otro, incluyendo diferencias y diversidades como parte del proceso de ser "buenas personas y buenos profesionales".

Queridos graduados, el diploma que hoy están recibiendo acredita que cuentan con los conocimientos y valores para desarrollar sus carreras profesionales en el ámbito que ustedes elijan. A partir de este momento, los invitamos a hacer propio el deber por contribuir a crear una comunidad mejor, tanto desde sus saberes como desde sus corazones, como corresponde al prestigio que han logrado de ser un graduado de la Universidad del Salvador”.

A continuación, se procedió a la entrega de los diplomas a los alumnos de grado de la Licenciatura en Administración en Recursos Humanos, Licenciatura en Administración, Licenciatura en Comercialización, Contador Público, Actuario, Licenciatura en Economía, Licenciatura en Comercio Internacional y de la Licenciatura en Gerenciamiento Económico Intercultural. Los estudiantes de posgrado de la Maestría en Administración Pública, Maestría en Dirección de Empresas, Maestría en Coaching y Cambio Organizacional, Maestría en Administración de Negocios con Orientación en Dirección de Recursos Humanos, Especialización en Gestión de Recursos Humanos, Especialización en Gestión de Sistemas de Información, Especialización en Gestión de la Calidad, Especialización en Tributación.

Con Diploma de Honor lo hicieron la Licenciada en Administración Lana Jordan Schallibaum, el Contador Público Leandro Martin Steiner y las Actuarias Florencia Velázquez y Camila Villalba.