Despedimos y homenajeamos a Violeta Hemsy de Gainza (1929-2023)

Por la Lic. Gabriela Wagner
Violeta nación el 25 de enero de 1929 en Tucumán. Su formación musical comenzó en su ámbito familiar, pero se volvió sistemática a los 6 años cuando ingresó al conservatorio. Se recibió como Licenciada en Música, en la especialidad de Piano y Profesora de Física, en lo que hoy es la Universidad Nacional de Tucumán. Esta combinación poco usual de saberes lo completó con su especialización en Educación Musical en el Teacher’s College de la Universidad de Columbia, Nueva York, Estados Unidos. Al volver a la Argentina, se casó con Enrique de Gainza padre de sus cuatro hijos: Ricardo, Cristian, Paula y Mariana. Siendo aún muy joven, se incorporó al cuerpo de profesores del Collegium Musicum de Buenos Aires, una institución en ese entonces líder de los movimientos de renovación de la educación musical.

Cursó estudios de eutonía con Gerda Alexander en Francia (1976) y en Kopenhagen, Dinamarca (1982 y 1983). Fue Psicóloga Social, graduada de la Primera Escuela Privada de Psicología Social “Enrique Pichon Rivière”. 

Fue ideóloga, creadora y presidente del Foro Latinoamericano de Educación Musical (FLADEM), desde su fundación en 1995 hasta 2005, miembro del directorio de la Internacional Society for Music Education (ISME), fue miembro fundador (1966) y Presidente de la Asociación Argentina de Musicoterapia en varios períodos, cofundadora del Sindicato Argentino de Educadores Musicales (SADEM) y profesora titular de equipo de creadores de la Carrera de Musicoterapia, Universidad del Salvador , Universidad Nacional de La Plata, en los Conservatorios López Buchardo, Municipal Manuel de Falla y actuó en muchas otras instituciones aportando experiencia y creatividad. Recibió reconocimientos de centros musicales y artísticos e instituciones destacados como la OEA, UNESCO, ISME (International Society for Music Education) y gobiernos, como el de Francia (Midem Classique), Alemania (Deutsche Musikrat) y los ministerios de Educación de España y Cuba. Ha dictado cursos, seminarios y conferencias en diversos lugares del mundo. 

Fue una incansable estudiosa del desarrollo de la musicalidad como proceso creativo, como vínculo y puente, como dimensión energética transmisor de afectos y como forma de desarrollar múltiples capacidades humanas.

A partir de la hipótesis de que las redes vinculares humanas, sus características y su funcionamiento se traducen en la comunicación musical más allá de las palabras, escribió y aportó ideas novedosas al estudio de los aspectos intra e intercomunicacionales de los procesos musicales.

También incursionó en el ámbito editorial siendo Directora de la Colección Musical de la Biblioteca Pedagógica para la Editorial Guadalupe, fue editora de los anuarios de la ISME en español y de la revista de la Asociación Argentina de Musicoterapia y Codirectora de la colección Cuerpo, Arte y Salud del Grupo Editorial Lumen.

De su actividad docente varios de sus alumnos fueron destacados músicos, como Leo Sujatovich, Andrés Calamaro, Fito Páez, Ariel Rot, Claudio Gabis, Edu Zvetelman, Daniel Tarrab, Nessy Muhr, Sergio Dawi, Federico Mizrahi, Ezequiel Izcovich, Fabiana Galante, María Teresa Corral, Pepa Vivanco, Pichona Sujatovich, Marga Grajer y Esther Schneider.

En la Universidad del Salvador fue parte del cuerpo de profesores que acompañaron al Dr. Rolando O. Benenzon al abrirse la primera Carrera de Musicoterapia de Latinoamérica. Fue una pionera de la musicoterapia y una gran conocedora de herramientas, recursos y técnicas basadas en la experiencia musical en contextos terapéuticos. 

Violeta Hemsy de Gainza, Rolando O.  Benenzon y Gabriela Wagner, autora de este artículo, publicaron Sonido, comunicación y terapia (Amarú Ediciones, España, 1997)  y La nueva musicoterapia en sus ediciones en italiano (Phoenix Editrice, Italia 1997) y castellano  (Ed. Lumen, 1998 y en su edición original y la corregida y aumentada en 2008. 

Entre los muchísimos niños que enseñó en el Collegium Musicum, se encontró la autora de este recordatorio quien años más tarde tuvo el gusto de trabajar con ella en la comisión directiva de ASAM, Asociación Argentina de Musicoterapia, en la Universidad Nacional de la Plata, y en varios proyectos de investigación que se convirtieron los libros. 

Violeta Hemsy de Gainza tuvo una constante actitud de exploradora del mundo. Sus observaciones y anotaciones se fueron convirtiendo en alrededor de cuarenta libros que fueron traducidos al inglés, francés, alemán, italiano, portugués y holandés. Los temas elegidos abarcan desde la pedagogía general de la música, la didáctica del piano, de la guitarra, los conjuntos vocales infantiles y juveniles, la improvisación musical y la musicoterapia.

¡Adiós Violeta! Gracias por las huellas afectivas que dejaste en nuestros corazones, por los de los caminos nuevos a transitar en la educación musical y por tus reflexiones acerca del lugar de la música y de la musicalidad del terapeuta en los procesos musicoterapéuticos.