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“Quiero que mi pintura tenga un efecto sedante para el alma; que transmita paz, tranquilidad y, sobre todo, poesía”

Recordamos al pintor, escenógrafo y muralista Raúl Soldi, otro gran amigo del fundador del Museo Escenográfico Botica del Ángel, Eduardo Bergara Leumann. El gran artista plástico nació el 27 de marzo de 1905 en la ciudad de Buenos Aires. Sus padres eran músicos de profesión: Ángel era chelista e intérprete de obras líricas y Celestina, poseía un gran talento musical. Es por este motivo que lo bautizaron con el nombre inspirado en la ópera "Los Hugonotes", de Giacomo Meyerbeer. 

De niño, construía pequeños escenarios de títeres, escribía y montaba obras de teatro. En su adolescencia comenzó su interés por la pintura. "Recuerdo que la primera copia que hice fue sobre un cuadro de Quinquela Martín reproducido por Caras y Caretas”, rememoró el pintor.

Amante de la música, Soldi incursionó también en la poesía y el cuento. A los 16 años viajó a Europa y, junto a su familia, recorrió Italia, el país de origen de sus padres. "Venecia me hizo pintor. En ese viaje visitamos Pinceto, el pueblo de mi madre. Me propusieron hacer un fresco en la capilla San Fermín, una capillita romántica del siglo XI. Pinté al fresco por primera vez, con mucha adrenalina, sobre su portal, la imagen del santo", recordó en una entrevista.

Al regresar a Argentina cursó en la Academia Nacional de Bellas Artes durante tres meses, hasta que la familia decidió volver a Italia y de esta forma continuó su formación en la Academia Brera de Milán. Al terminar sus estudios expuso su obra en Trieste y ganó el primer premio para pintores jóvenes con su “Retrato de un pintor Armenio”.

En 1933, de vuelta en Argentina, comenzó a trabajar en Argentina Sono Films realizando escenografías de películas. Llegó a trabajar en más de ochenta producciones. Además, decoraba las vidrieras de Harrod´s. También trabajó en el diseño de escenografía y vestuario del Teatro Colón como "La Boheme", de Puccini. Ese mismo año se casó con Estela Gaitán, que trabajaba en Editorial Losada y había conocido años atrás. A ella le dedicó su obra, centrada en la figura de la mujer en forma de agradecimiento por su compromiso incondicional.

En 1953 decoró la cúpula de la Galería Santa Fe. La espiral consta de sesenta y tres figuras, reunidas en catorce escenas.

El 12 de junio de 1957, la Academia Nacional de Bellas Artes lo designó Académico de Número y entre 1965 y 1970 ocupó el cargo de Prosecretario.

Manuel Mujica Láinez, escritor amigo del artista, fue quien lo recomendó para restaurar la cúpula del Teatro Colón, trabajo que Soldi comenzó en 1966. Yo pinto música, el músico que nunca pude ser. Me crié en un conventillo que daba sobre el teatro Politeama. Viví con bailarinas, músicos, actores. Me metí en el teatro y en la música desde siempre. Cuando Raúl Soldi pintó la cúpula del Teatro fue muy criticado y entró en una depresión, pero, se recuperó pintando la cúpula de la primera Botica del Ángel, en la calle Lima 670. Los mismos críticos lo felicitaron por lo que había pintado en el museo. Lamentablemente, al tirarse abajo el edificio de la obra se perdió. Pro se conserva una obra llamada "El Ángel" que se encuentra en el Museo Escenográfico “Botica del Ángel”.

En 1968, Soldi pintó al fresco un mural en Israel. Fue invitado por la Casa Argentina en Israel Tierra Santa. Se trata de un fresco de seis metros de alto por dos y medio de ancho junto a uno de los seis altares de la cúpula de la Basílica de la Anunciación en la ciudad de Nazareth, erigida sobre la ruta en que vivió la Sagrada Familia y donde transcurrió la infancia de Jesucristo. El trabajo le tomó sesenta días. 

Al conocer la localidad bonaerense de Glew, Raúl Soldi se interesó particularmente por la Capilla de Santa Ana y dedicó veintitrés veranos a pintar murales al fresco de la misma. En total son trece murales que relatan episodios de la historia de Santa Ana, madre de la Virgen María. En todos ellos utiliza el procedimiento renacentista al fresco (pared húmeda y mezcla de color y caseína), exceptuando "Los trabajos domésticos de Santa Ana", que utilizó el procedimiento al seco. En 1979, junto a su mujer, constituyó la Fundación Santa Ana de Glew, donde donó gran parte de su obra, que actualmente es la “Fundación Soldi”. Allí en la Fundación se encuentra la colección privada del artista 

En el año 1971 realizó un mosaico en la iglesia de San Isidro Labrador. Dos años más tarde, su obra Santa Ana y la Virgen ingresó a la galería de Arte Sagrado del Vaticano. En 1976, Soldi pintó veintiún paisajes en el campo y murales en la Plaza San Martín de la localidad bonaerense de Tres Arroyos. Soldi realizó múltiples exposiciones en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Plata, Tucumán y Rosario. También exhibió sus obras en México, Paraguay, Francia y Rumania.

En 1983 inauguró el mural de Santa Magdalena, en Castelar. En 1989 realizó el mosaico “Camerata Bariloche” que fue emplazado en el museo del Parque de Portofino, Italia. 
En 1990 la Galería de Arte Moderno de Milán incorporó a su colección un autorretrato de Soldi.

Raúl Soldi formó parte de la colección de Eudeba "Arte para todos", en la publicación "Cuentistas y pintores" junto a Berni, Seoane, Castagnino, entre otros artistas que ilustraron relatos biográficos, poemas, cuentos, refranes con xilografías, dibujos a tinta y técnicas mixtas. 

Además, el artista ilustró "Cuentos fantásticos", de Edgar Allan Poe, "20 poemas de amor y una canción desesperada", de Pablo Neruda," Juvenilia", de Miguel Cané y Revista Proa.

El artista realizó un mosaico destinado a la Fundación Favaloro en 1991. El Palais de Glace rindió homenaje a Soldi en 1992 exponiendo más de doscientas diez obras. La muestra fue visitada por más de 500.000 personas.

Raúl Soldi pintó más de 3000 óleos, acuarelas, pasteles y litografías que integran el patrimonio de instituciones como la Galería Uffizi, en Florencia, el Museo Vaticano y el Museo Nacional de Bellas Artes. Las temáticas en las que incursionó durante toda su vida fueron los paisajes, los desnudos, las naturalezas vivas. “Quiero que mi pintura tenga un efecto sedante para el alma; que transmita paz, tranquilidad y, sobre todo, poesía”. Raúl Soldi falleció el 21 de abril de 1994.
 


Fuentes consultadas: La Nación, Página/12, Revista Sudestada, Clarín, Academia Nacional de Bellas Artes, MNBA y cultura.gob.ar. 


 

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