Celebración en la Iglesia del Salvador de la Santa Misa de Inicio del Año Académico 2025

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La Comunidad Universitaria de la Universidad del Salvador (USAL) el miércoles 5 de marzo participó con profunda emoción en la Iglesia del Salvador, perteneciente a la Compañía de Jesús, la celebración de la Santa Misa de Inicio del Año Académico 2025. 

Fue una gran alegría para nuestra Comunidad Universitaria poder comenzar el nuevo año académico en esta magnífica Iglesia de la Compañía de Jesús, con la que compartimos nuestra historia fundacional, nuestros valores y el modo de proceder ignaciano. En particular este año la celebración tuvo una extraordinaria carga simbólica de "reencuentro", muy cara a nuestros sentimientos y a los de la Compañía de Jesús, en una Iglesia colmada de participantes unidos como hermanos en este Tiempo Cuaresmal.

A este encuentro tan significativo asistieron además del Rector, Carlos Ignacio Salvadores de Arzuaga, todos los Vicerrectores, Decanos, Directivos, personal administrativo, docentes y alumnos de las Sedes Centro y del Campus Universitario "Nuestra Señora del Pilar".

La celebración fue organizada por el Vicerrectorado de Formación, con la colaboración de sus académicos y personal administrativo, además del Coro, el que dio un marco especial al rezo de la Misa.

La Santa Misa fue oficiada por el Padre Juan José Milano y concelebrada por el Rector de la Iglesia del Salvador, R.P Salvador Verón S.J y por el Rector del Colegio del Salvador, Jorge Black S.J.

Las lecturas de la Palabra del Santo Evangelio estuvieron a cargo de la Vicerrectora Académica, Romina Cavalli y de una de nuestras Administrativas de la Secretaría de Recursos Humanos.

En su Homilía el Padre Juan José Milano señaló: "Comenzamos nuevo Año Académico con fuerzas renovadas y esperanza de un futuro mejor. También es un tiempo especial ya que comenzamos a vivir la Cuaresma con la Celebración del Miércoles de Ceniza, por eso es necesario tener una actitud de penitencia y oración que nos motive a una vida de mayor profundidad en la Gracia. Bajo el amor de Dios, celebramos, preparamos y reivindicamos en nuestro corazón la obra de Cristo. Un Dios que vino al encuentro del Hombre, porque el hombre no podía reencontrarse con Dios. Un Dios que se hace hombre, y da la vida, nos reconcilia porque estábamos alejados de Dios. Los términos de la unión con Dios serían corazón, reconciliación y reencuentro. Vuelvan a abrir su corazón, ese es el camino hacia Dios. Déjense reconciliar con Dios. Reflexionar sobre lo profundo del amor, porque en definitiva somos lo que somos en el corazón. La oración es el encuentro, el diálogo, entre Dios y nuestro corazón”.

Seguidamente, se llevó a cabo la Imposición de Cenizas y con este gesto simbólico, al recibir la señal de la cruz con las cenizas comenzamos el camino de la conversión cuaresmal.

En las intenciones se pidió por la Iglesia, por la salud espiritual y corporal de nuestro querido Papa Francisco y por nuestra Comunidad Universitaria para que Dios la proteja, la acompañe y le continúe brindando el espíritu jesuita para el cumplimiento nuestra Misión como Universidad.

Al finalizar la Santa Misa, el Rector de la Iglesia del Salvador, R.P Salvador Verón S.J, en nombre de la Iglesia del Salvador, de la Compañía de Jesús y de todos los padres jesuitas, brindó una cálida bienvenida a la Comunidad de nuestra Universidad.

En tal sentido, expresó: "En nombre de la Iglesia del Salvador, de la Compañía de Jesús y de todos los padres jesuitas, les doy la bienvenida. Para nosotros es una gran alegría recibirlos en ésta, que es su Casa. Le recuerdo a la Universidad del Salvador que ésta es su Casa, estamos siempre disponibles para cuanto la Universidad necesite y abrimos sus puertas para recibirlos como su Casa".

El Padre Juan José Milano, a su vez haciéndose eco de tan cálida bienvenida agradeció al Señor por la "Gracia del reencuentro en esta Casa" con la cual compartimos nuestro origen.

Por su parte, el Rector de la Universidad del Salvador, Carlos Ignacio Salvadores de Arzuaga, finalizada la Santa Misa y antes de retirarse del Templo, recibió múltiples expresiones de agradecimiento de Directivos, docentes y miembros de nuestra Universidad. Fueron palabras cargadas de sincera emoción por haber sido él parte, y perseverante constructor para lograr este emotivo reencuentro tan significativo y caro a nuestros sentimientos como Comunidad Universitaria de espíritu jesuita.