Honrar Malvinas a 42 Años de la Gesta
Para muchos argentinos escribir sobre Malvinas resulta difícil hacerlo sin el latido del corazón, y es por eso que estas líneas llevan una carga emotiva que acompaña las ideas.
Pasados más de cuarenta años, y más allá de ser un tema de agenda permanente, abril es un mes convocante sobre Malvinas. Surgen notas periodísticas de opinión, de descripción histórica, de análisis geopolítico, incluyendo, lógicamente, aquellas que tratan el dolor y la tragedia que todo conflicto armado trae consigo.
Algunos de estos artículos hacen referencia a actos de cobardía, egoísmos y otras acciones que reflejan las debilidades humanas, y por supuesto los hubo, pero en oposición debemos indicar que fueron muchos más las acciones heroicas, de camaradería y hermandad, los sacrificios, el patriotismo puro, la valentía al extremo, etc. Estos actos destacables nos muestran valores trascendentes sobre los cuales edificar el crecimiento de nuestra sociedad.
En Malvinas nos asiste el derecho soberano desde varios puntos de vista, aunque la historia de la humanidad no siempre ha estado a favor aquellos de quienes tienen razón, y es en ese punto histórico donde nos encontramos hoy respecto de nuestras Islas Malvinas.
Nuestra Carta Magna, señala con claridad nuestros derechos, marcando el camino que deben seguir las políticas de estado en el sentido de su recuperación plena. Al mismo tiempo, desde hace casi 42 años tenemos, como ciudadanos, el privilegio de que quienes expusieron su vida para defender este derecho compartan el día a día con nosotros. Son nuestros vecinos, los padres, hijos, hermanos, amigos de alguien cercano, muchos de ellos héroes anónimos con heridas en el cuerpo y/o en el alma, son nuestra voz de la conciencia social viva.
Sin embargo, como en toda sociedad, puede haber voces, incluso de compatriotas, que no compartan la obligación legal y moral de exigir por nuestros derechos, en algunos casos haciéndose eco de campañas desmotivadoras, armadas en base a visiones cortoplacistas, y a veces enmascaradas en supuestos derechos de terceros, que en definitiva buscan que el Estado decline toda acción y que los ciudadanos lo acepten, y este es mayor daño.
La mejor herramienta para no ser víctima de esos cantos de sirenas está en el saber, en el conocimiento claro y en el sentimiento profundo, alineando lo que sentimos con lo que pensamos, y a eso debería tender la educación en todo ámbito y nivel.
Es importante leer con atención, analizar más allá de la letra fría de un dato, y escuchar, respetar, reconocer y honrar a nuestros Veteranos de la Guerra de Malvinas, que desde la razón y el corazón suelen marcarnos el camino con claridad hacia nuestras Islas y hacia el extenso Mar Austral. En ellos y en aquellos héroes que dejaron su vida en las Islas se funden nuestros derechos, la sangre derramada, la húmeda turba, el frío mar y las emociones más profundas de amor y dolor.
En consonancia con las valoraciones y significados que albergan nuestras Islas desde la Universidad del Salvador (USAL) organizamos un Seminario sobre Malvinas, buscando acercar información y conocimientos de aspectos pocos difundidos, con la participación de investigadores destacados y el testimonio vivo de nuestros Veteranos de Guerra, de distintas fuerzas, variadas jerarquías, incluyendo la participación de mujeres y personal civil.
“Somos contemporáneos de los Veteranos de la Guerra de Malvinas, no dejemos de honrarlos, de abrazarlos con el alma, con nuestros brazos y con la fuerza de una acción que logró en Malvinas aunar la razón y el corazón".
Cnel. (R) Lic. Fernando Carlos Dorrego
Coordinador del Seminario sobre Malvinas
Universidad del Salvador (USAL)
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