Leila Peluso, un orgullo USAL

Leila Peluso López se graduó en la Escuela de Veterinaria del Campus “Nuestra Señora del Pilar” en el año 2017, brinda asistencia a las mascotas y animales de granja del Delta del Paraná, en el municipio de Tigre en su lancha-consultorio. Con 14.000 kilómetros cuadrados, el Delta del Paraná es el quinto mayor del planeta y el más poblado, con unos 20.000 habitantes permanentes. Su última porción antes de la desembocadura en el Río de Plata pertenece al municipio de Tigre y comprende un entramado fluvial de 350 ríos y arroyos. En las islas, que comprenden el 60% del territorio del municipio, viven en forma permanente unos 6.000 habitantes.

En una entrevista virtual con la Secretaría de Prensa contó que comenzó a estudiar en la USAL por su cercanía a su hogar y, además, quería evitar trasladarse a la zona de capital ya que eso le impedía poder coordinar los horarios para trabajar y estudiar. Señala que la USAL le enseñó muchas cosas además de lo académico como la experiencia de los docentes, “la mayoría de mis amigos son mis colegas, ahora que cursaron conmigo”.

Agregó: “Desde tercer año de la carrera comencé a ir a veterinarias a ver, como ayudante, escuchar, observar, "meter mano". Para mi esa es la clave. Porque mientras cursaba veía como se ponía en práctica esos conocimientos en la veterinaria, y me facilito un montón el estudio y mi desarrollo como profesional. El día que me dieron el título, ya estaba trabajando como veterinaria”.

Cuando le preguntamos cómo surgió poner en marcha una lancha-consultorio conto que “desde chica estoy ligada al río, conozco a mucha gente que vive allí, y cuando se enteraron que me recibí me empezaron a llamar y así, de boca en boca fui teniendo más pacientes. Al principio me movilizaba en lancha colectiva, luego en gomón, y ahora en el tracker cabinado que cuenta con camilla, ecógrafo, microscopio como si fuera una clínica veterinaria, pero en el agua”.

Para vos ¿cuál es la importancia de los veterinarios durante esta pandemia?
“Por lo que hablo con mis colegas, a todos le aumentaron el trabajo, la gente se ocupa más de las mascotas, muchos adoptaron nuevas, lo que implica una serie de vacunas en la veterinaria. El rol del veterinario es muy importante en la situación actual que vivimos, como en el día a día de la "vida normal".

Leila atiende un promedio de 6 a 7 pacientes y hay días que puede tener más porque los arroyos o ríos son cerca, y otras veces tiene dos horas de viaje, como  por ejemplo a la isla Martín García.

¿Qué sentimientos se te presentan durante y una vez finalizada la jornada laboral?
“Cansancio principalmente, el agua cansa, (se ríe) y depende el día. Felicidad por mi vida en general o alguna frustración o tristeza por algún paciente en particular que esté tratando”.

Para finalizar, remarcó que la carrera de Veterinaria cuesta mucho, “hay que sentarse y estudiar. Sé que debe ser muy repetitivo pero es la realidad. No deber finales. No dejarse estar con eso, porque realmente después cuesta mucho más y se va haciendo una bola de nieve. A los alumnos les diría que, si tienen la posibilidad, salgan a ver el trabajo de un veterinario durante la carrera, a mí me ayudó mucho para fijar conocimientos”.