Poder navegar en la “Fragata Ara Libertad” fue una experiencia increíble
Delfín Nogués, estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, el año pasado participó del viaje en la “Fragata Ara Libertad” y nos compartió su experiencia
“Poder navegar en la “Fragata Ara Libertad” fue una experiencia increíble. Salimos desde el puerto de Fortaleza, un puerto situado al norte de Brasil. Mientras íbamos saliendo del puerto un buque de la Armada de Brasil nos escoltaba. En un principio el agua tenía un color turquesa y mientras más nos adentrábamos a aguas internacionales se notaba como el color del agua se ponía cada vez más oscuro, esto se debe a la gran profundidad. La tierra se hacía cada vez más y más chica, y la señal en el teléfono también. En este punto ya sabía que no iba a poder comunicarme con mi familia y amigos por más de 10 días, una sensación única porque sabes que estas “navegando” (literalmente) hacia algo completamente desconocido.
Navego a vela regularmente, pero, en barcos chicos, únicamente unas horas, para luego volver al club y descansar en mi casa. La “Fragata Ara Libertad” iba a ser mi casa y mi barrio por los próximos días. Una casa que tiene todo: gimnasio, lavandería, múltiples cocinas, cancha de fútbol, de tenis, puesto de mando, peluquería y una planchada con la mejor vista del mundo. El día comenzaba a las 7 de la mañana con un locutor diciendo “diana”, “diana” y luego reproduciendo una canción diferente cada día. Ahí nos cambiábamos y subíamos para tomar el desayuno y posteriormente hacer la formación sobre la cubierta. A esa hora el sol ya pegaba muy fuerte y hacían cerca de 30 grados, debido a que el amanecer era muy temprano, alrededor de las 5 de la mañana, sumado a que estábamos sobre el ecuador. Durante el día desarrollábamos una variedad de actividades como ir al gimnasio, que fue un gran lugar para mantener el estado físico. Hasta un día me subí a los palos de la Fragata, realmente increíble. Nunca voy a olvidar esos atardeceres en medio del océano atlántico.
Recomiendo al cien por ciento esta experiencia, fue una aventura que voy a recordar toda mi vida. Fue una posibilidad que me brindó la Facultad de la cual estoy muy agradecido por haber sido seleccionado para vivir y experimentar con primeros ojos la imponente Fragata Ara “Libertad”. Si bien tuvo momentos difíciles y reconozco que navegar en la Fragata no es para cualquiera, las cosas buenas sobrepasan los desafíos y tormentas. Para los que se encuentran en búsqueda de desarrollo personal y nuevas experiencias, no me queda ninguna duda que no hay nada mejor que vivir esta experiencia. Agradezco a la Universidad del Salvador (USAL) por hacer esto posible”.
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