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Colación de Grado y Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales

En el Salón “San Ignacio De Loyola” se llevó a cabo la Colación de Grado y Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales, lo que representa el acontecimiento por excelencia de la Vida Universitaria.

Para dar inicio a la ceremonia se presentó el grupo de cámara, de la Orquesta Sinfónica de la Universidad del Salvador, a cargo del Maestro Ricardo Sidelnik. Integrada por la profesora Gabriela Gariglio, Antonella Cazzolla, en violín; profesor Abel Garrido, en viola y Vladimir Yapura, cello. En esta oportunidad interpretaron: “Rondeau de la Suite Abdelazer” de H. Purcell; “Minuet de los fuegos de artificio” de George Händel; “Yesterday” de Mccartney y Lennon y “Libertango” de Astor Piazzolla. 

El acto estuvo presidido por el Rector, Carlos Ignacio Salvadores de Arzuaga; la Decana de la Facultad, Dra. Mariana Colotta y la Prosecretaria Académica, Lic. Erika Redel.  

Estuvieron presentes el Profesor Emérito, Juan Carlos Iorio; el Director de Posgrados, Dr. Alejandro Pelfini; el Director de la Escuela en Relaciones Internacionales, Embajador (r) Julio Lascano y Vedia; el Director de la Escuela En Sociología, Dr. Marcelo Salas; la Directora de la Escuela de Ciencia Política y la Especialización en Gestión Estratégica de Organizaciones Públicas, Mg. Sonia Ramella; la Directora de la Escuela en Trabajo Social, Lic. María Inés Perdomo y el Asesor del Rectorado, Lic. Claudio Hontakly, académicos y docentes.

A continuación, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino. Luego, el Padre Juan José Milano procedió a la bendición de diplomas y medallas. 

Acto seguido, habló en representación de los graduados la Dra. Amalia Ruiz Moreno: “Estamos aquí reunidos para celebrar los logros académicos que nos han conferido un título de grado o postgrado otorgado por la Universidad del Salvador. Un ritual que se ha venido reiterando año tras año. Pero esta vez, para quienes hoy protagonizamos este evento, la oportunidad de abrazar a nuestros colegas y profesores e invitar a nuestros seres queridos, fue precedida de una incertidumbre y posiblemente haya ausencias en este momento tan esperado.  

Muchos de los aquí presentes cursaron sus últimas materias de ciencias sociales, experimentando un inédito aislamiento. Otros expusimos la defensa de tesis a través de una pantalla desde nuestros hogares, lejos de las paredes de la institución que nos cobijó desde aquellos primeros pasos estudiantiles. 

Esta generación de profesionales de ciencias sociales comparte un extraordinario aprendizaje de la vida, la experiencia vívida de esa antigua lección de Aristóteles cuando nos definía como zoon politikón. SOMOS PLENAMENTE HUMANOS JUNTO A LOS OTROS. Somos seres sociales y la soledad o la mera interacción virtual obligada, nos mostró el valor de ser junto a los otros, cara a cara. 

Quiero compartirles que para mí este día representa una culminación, el punto más alto de un camino recorrido desde que llegué a USAL con mi título de politóloga de la UBA debajo del brazo, invitada por el Lic. José Paradiso para ejercer como docente auxiliar en Historia Diplomática Argentina, allá lejos, cuando el siglo XX languidecía. Durante los años siguientes las autoridades de esta facultad me brindaron oportunidades valiosas que me permitieron aprender junto a mis estudiantes y más tarde cursar el Doctorado en Relaciones Internacionales. A todos ellos, autoridades, colegas y estudiantes que han pasado por mis clases, como al personal administrativo que siempre está para ayudar, les estoy eternamente agradecida. Especialmente quiero agradecer hoy a la mayor colaboradora de mi vida, mi mamá, la Dra. Gloria Moll de Ruiz Moreno. 

Decía que para mí hoy es un momento culminante en el recorrido académico, pero sé que para casi todos ustedes éste es el inicio de un camino y por eso quiero compartirles una reflexión, para que se lleven en esta travesía que comienza con su título. 

Como soy esencialmente “profe” de Política Exterior Argentina, les traje un regalo de nuestro pasado, las palabras de otro profesor en una colación de grados, el Dr. Honorio Pueyrredón, quien hace precisamente 100 años, en 1922, dejaba de ser ministro de Relaciones Exteriores y se convertía en embajador ante los Estados Unidos de América. Unos años antes, cuando no sospechaba cuál sería su destino, transmitía a sus estudiantes una lección que todavía ilumina con su mismo fulgor en este Siglo XXI.

Decía el Dr. Honorio Pueyrredón a sus discípulos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires el 12 de agosto de 1913:

 “Transmitimos rudimentos del saber, orientaciones científicas, que servirán de base a ulteriores investigaciones de estudioso y esto, que parecería deficiente, es bastante si a la vez se realiza en la cátedra la alta función del profesorado, que consiste en formar caracteres más que en transmitir conocimientos.

Si la enseñanza no tiende a desarrollar la acción personal, la independencia del carácter y la firme voluntad, asegurando a la vez la unión de esas individualidades en una acción colectiva armónica, se habrán echado las bases de una preparación científica; pero, no se han levantado los cimientos sobre los que haya de construirse la verdadera personalidad moral…”

[…] Culminaba su alocución el Dr. Pueyrredón:
“… sed avaros en conservar vuestra juventud con todos sus empujes, con todos sus defectos de apariencia, que son en realidad sus cualidades. Sois de la nave la impulsión motriz, no pretendáis desde ahora convertiros en su timón. Sed alegres. La seriedad reside en la conducta, no en su apariencia. Sed naturales; sobre todo, no seáis solemnes, que la solemnidad es la túnica de la insignificancia.”

“Jóvenes doctores: Al emprender el largo recorrido, no sigáis la senda del interés estrecho; sólo por la amplia ruta del interés de todos, marchan los hombres hacia su noble fin”

Así hablaba Honorio Pueyrredón en ese discurso que una vez encontré oculto en alguna biblioteca y desde que lo leí por primera vez me resonaron sus palabras en idéntica armonía con la frase que sintetiza el espíritu del trabajo académico en nuestra Universidad del Salvador, que está grabado en su escudo: “Ciencia a la Mente y Virtud al Corazón”. 

Es lo que procuramos transmitir a nuestros estudiantes en las aulas de esta facultad, lo mismo que me transmitieron mis profesores del doctorado y que quisiera ofrecerles aquí, para que se lleven en su nuevo recorrido profesional.

Sean rigurosos en el uso y la producción del conocimiento científico. Que la formación continua, académica y profesional, acompañe la tarea cotidiana que asuman, con responsabilidad y constancia, como lo han aprendido en nuestras aulas. Y al mismo tiempo que realizan su labor con excelencia y disciplina, tengan presente que están trabajando para el bienestar de un prójimo, escuchen a los depositarios de su actividad. Sea en la gestión pública o privada, en el emprendimiento propio, en la docencia o en la investigación, recuerden que siempre obramos para otros y junto a otros.

Que el corazón, la sensibilidad y la escucha de las necesidades de aquellos para quienes trabajamos, investigamos y transmitimos conocimiento, estén siempre en la mira de nuestras acciones. Que llevar “Ciencia a la Mente y Virtud al Corazón”.,sea el faro que ilumine el devenir profesional y personal de estos nuevos egresados. 

Celebremos ahora el gran trabajo que hemos hecho. felicitaciones a los flamantes graduados y postgraduados. Vayamos juntos a seguir el camino”. 

A continuación, en representación de las autoridades de la Universidad, hizo uso de la palabra la Decana de la Facultad, Dra. Mariana Colotta: “Luego de dos años en que una inesperada pandemia atravesó la dinámica de nuestras vidas, nos llena de enorme alegría ser parte de este acto de colación como broche final de las carreras de grado y posgrados que con tanto esfuerzo han logrado concluir y que los inicia en una nueva etapa de profesionales. 
Elegir una universidad y una carrera como lo han hecho ustedes va más allá de una propuesta curricular o un plan de estudios; tiene que ver con sueños, proyectos del presente y del futuro, valores, modelos y del perfil profesional y humano que configure sus identidades.


Durante sus años de estudiantes universitarios dedicaron muchas horas a estudiar, a tomar clases, a participar de debates, a asistir a congresos, a investigar, a escribir, a leer, a formarse, a aprender, a vincularse con profesionales de sus disciplinas, a recibir consejos, a interactuar con sus docentes, a trabajar en equipo, a lo que significa el compañerismo y la amistad, a participar de intercambios con universidades de países de todo el mundo que nunca imaginaron…Muchos de ustedes cursaron sus últimas materias de manera virtual y escribieron sus tesis encerrados y dedicados con constancia y perseverancia. Seguramente fue una etapa con alegrías, oportunidades, desafíos, sinsabores que los marcó para siempre.

Y dentro de las carreras múltiples que les ofrece este mundo globalizado, complejo, incierto, haber elegido carreras como ciencia política, relaciones internacionales, sociología y trabajo social también les marcó un rumbo, una visión crítica y un compromiso social leal a la libertad, a la creatividad, a la empatía y a ser nosotros mismos.

Al dejar su vida de estudiante recuerden con cariño a sus profesores, esas personas que día tras día hicieron su mejor esfuerzo para que ustedes tuvieran la mejor educación.  Al iniciar su vida profesional agradezcan a sus padres y familias el respaldo y apoyo que les ofrecieron para encontrarse donde hoy están.  Pero, sobre todo, recuerden siempre con cariño a su universidad que les permitió transformarse de aquellos jóvenes inseguros que iniciaban sus estudios en los profesionales que a partir de hoy triunfarán en las actividades que decidan emprender como egresados de la Universidad del Salvador. 

Queridos egresados y egresadas, cualquiera sea el rumbo que tomen sus carreras, siempre sean fieles a sus principios y procuren hacer de su profesión eso: una profesión, no simplemente un trabajo. Que su inteligencia y conocimientos se enriquezcan con toda la individualidad, creatividad, curiosidad y, sobre todo, con toda la pasión de la que sean capaces. Nunca olviden Ciencia a la Mente y Virtud al Corazón Que Dios los bendiga”.

Discurso completo de la Decana, Dra. Mariana Colotta, click aquí

Luego, el Rector de la USAL, Carlos Ignacio Salvadores de Arzuaga, tomó Juramento a los Graduados que recibieron su diploma y medalla de manos de las autoridades.

La ceremonia finalizó con un encuentro de camaradería en el Salón de Usos Múltiples de la Unidad Académica.
 

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