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SECRETARÍA DE PRENSA
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Economía social de mercado y la DSI

En el reciente encuentro de Rectores de Universidades de América Latina en septiembre de 2023 (ver: https://noticias.usal.edu.ar/es/organizando-la-esperanza), el Papa Francisco se refirió a la economía de mercado señalando que ella funciona a condición de que sea social. Asimismo, señaló que “Juan Pablo II empezó a hablar de economía social de mercado” indicando con ello que la dimensión social tiene que entrar en todas las decisiones de la economía pues “sin justicia social no se puede pensar en un desarrollo de un país o de una persona”.

Efectivamente ya Juan Pablo II, refiriéndose a la necesidad de buscar nuevos modelos económicos más inclusivos y equitativos, reconocía que el sistema de la economía social de mercado en Alemania había logrado eficazmente proteger a los estamentos sociales más débiles y mejorar la organización estatal democrática (Juan Pablo II, Discurso al Embajador de la R. F. de Alemania, 8 noviembre 1990).

También Benedicto XVI ha hecho referencias al mercado como institución económica que permite el intercambiar bienes y servicios sujeto a los principios de la llamada “justicia conmutativa”, que regula precisamente la relación entre dar y recibir entre iguales, que según la Doctrina Social de la Iglesia no ha dejado nunca de combinar con la “justicia distributiva y la “justicia social” (ver: https://noticias.usal.edu.ar/es/justicia-social-si ). “En efecto, –concluye Benedicto– si el mercado se rige únicamente por el principio de la equivalencia del valor de los bienes que se intercambian, no llega a producir la cohesión social que necesita para su buen funcionamiento. Sin formas internas de solidaridad y de confianza recíproca, el mercado no puede cumplir plenamente su propia función económica” (Caritas in Veritate, 35). En cierto modo, se puede decir que hay una importante convergencia y hasta inspiración original de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), en el nivel de los grandes principios, con la Economía Social de Mercado.

La Economía Social de Mercado (ESM) ha mostrado ser más eficiente en cuanto a la combinación de crecimiento económico y justicia social que los sistemas liberales y socialistas. Su formulación inicial corresponde a intelectuales alemanes de las décadas del treinta y cuarenta del siglo veinte que proponían un modelo socioeconómico alternativo al liberalismo puro y a las economías centralmente planificadas, buscando desarrollar un mercado con rostro humano y ético, y propiciando a la vez el funcionamiento de un Estado con institucionalidad capaz de garantizar bienestar para todos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Ludwig Erhard –ministro de economía del presidente demócrata-cristiano Konrad Adenauer– aplicó los postulados de la ESM con inmediato éxito socioeconómico conocido habitualmente como el “milagro económico alemán”. Expresión, esta última, que a L.Erhard no le agradaba porque podría interpretarse como una situación coyuntural o casual. De hecho, la ESM incidió además positivamente en el sistema económico implementado por la Unión Europea y en algunos países. También, el modelo de la ESM contribuyó sustancialmente a la reunificación de Alemania a partir de1989. Más recientemente, la ESM incorporado la problemática socioambiental dando lugar a la Economía Social y Ecológica de Mercado.

De todos modos, no se trata de olvidar que los países periféricos –producto de relaciones asimétricas y subordinadas– si bien pueden beneficiarse en incorporar propuestas elaboradas en otros contextos no deben renunciar a su propio esfuerzo conceptual para orientar su propio desarrollo autónomo y sostenido. 


Eloy Mealla
Seminario Permanente Pedagogía Ignaciana
Vicerrectorado de Formación
Universidad del Salvador 

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