Efeméride y #ODS2030

Desde el Área de Socialmente USAL, Bienestar Universitario, a partir del mes de marzo de este año se dio inicio a este espacio virtual en donde se destaca una figura representativa de nuestra Universidad en relación a una efeméride y un #ODS2030

En conmemoración al “Día del Medio Ambiente” y la “ODS N°6” compartimos las reflexiones como representante de la USAL del Decano de la Facultad de Historia, Geografía y Turismo, Dr. Pablo Nielsen.

El agua, el vehículo de vida en peligro
Todos sabemos que el agua fue el compuesto químico fundamental tanto para propiciar la vida, como lo es para sostenerla. Desde una planta que no puede vivir sin ella, pasando por una bacteria y claramente el ser humano depende de este elemento para las funciones fisiológicas más básicas. De hecho, la presencia de agua es utilizada por los científicos como el principal indicador de la potencial existencia de vida (tal como la conocemos) en otros planetas. 

Como se ha dicho en más de una oportunidad, algunos científicos plantean que nuestro planeta debería llamarse Agua, ya que está cubierto en dos terceras partes por ella y sólo un tercio de tierra. El agua es el gran proveedor de recursos para el hombre ya que alberga una fuente renovable de alimentos, es medio de transporte, fuente de energía, insumo para procesos industriales y tantos otros usos. 

A fines de 2015, la UNEP (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) propuso 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) entre los cuales dos involucran directamente al agua. El ODS 6 se refiere al Agua limpia y Saneamiento e involucra aspectos relacionados con el acceso al agua segura: servicio de agua potable accesible y constante, incluyendo también al servicio de saneamiento básico (red cloacal y tratamiento). De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha comunicado, entre otros aspectos, que la escasez de agua afecta a más del 40 % de la población mundial (año 2015). Y si bien es cierto que desde 1990 más de 2.000 millones de personas han logrado acceso a mejores condiciones de agua y saneamiento, podemos mencionar otras cifras que son aún preocupantes a nivel mundial:

-    844 millones de habitantes carecían de agua potable básica.
-    2.300 millones de personas carecen de saneamiento básico (cloacas).
-    El 80% de los residuos cloacales se vierten sin tratamiento a los ríos.
-    El estrés hídrico afecta a 2.000 millones de personas y se prevé que aumente.
-    El mundo ha perdido el 70% de sus zonas húmedas naturales en el último siglo.

Y la principal consecuencia, tanto de la falta de acceso al agua segura como de tratamiento de los efluentes cloacales, es el deterioro de nuestros ríos y acuíferos, que constituyen nuestra principal fuente de agua para beber. Esta situación pone en riesgo la salud de seres humanos y la salud de otras especies, y nos conduce al concepto de Una Salud (One Health) donde se incluyen ambas. En la Argentina, lamentablemente, tenemos varios ejemplos de ríos contaminados como el Reconquista, el Salí y el conocido caso del Riachuelo que hace unos años recibió la triste clasificación de encontrarse entre los 10 ríos más contaminados del mundo.

Muchos de los usos que le damos a este recurso, contaminan los cuerpos de agua, afectando su biodiversidad y su capacidad para brindar los servicios ambientales que hoy nos ofrecen. La contaminación química, física y/o bacteriológica ponen en jaque la vida y la posibilidad de utilizar las fuentes de agua potable tanto superficiales como subterráneas. El calentamiento global afecta la temperatura de los medios acuáticos y alteran ciclos de nutrientes, el pH, la distribución de especies tanto animales como vegetales.  Por eso el PNUD propone ODS – 14 que se ocupa de la Vida submarina que reúne, entre otras, las siguientes características: 

-    Los océanos contienen 200.000 especies identificadas.
-    El 40% del océano se ve muy afectado por la contaminación, las pesquerías agotadas, la pérdida de hábitats costeros y otras actividades humanas.
-    Los océanos absorben el 30% del dióxido de carbono producido por los humanos, amortiguando los impactos del calentamiento global. Además, producen más del 60% del oxígeno del planeta.
-    Más de 3 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento.
-    A nivel global, se estima que el mercado de los recursos e industrias marinas y costeras representa el 5% del PIB mundial.

En tanto que el agua es un recurso renovable, su disponibilidad futura depende del uso que le demos hoy. Y a pesar de que la consigna este año del Día Mundial del Medio Ambiente está dedicado a “Una sola Tierra”, es inevitable considerar el ciclo del agua que define y condiciona la vida en todo el planeta.