“Romper el bloqueo: reimaginar la cooperación en un mundo polarizado”

“Romper el bloqueo: Reimaginar la cooperación en un mundo polarizado” es el título del Informe de Desarrollo Humano 2023-2024, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).  Los informes anuales se publican desde 1990 y son un insumo importante para analizar las grandes tendencias, desafíos y oportunidades globales que ofrecen un punto de partida para las políticas de desarrollo de los países.  

Uno de los instrumentos que se utilizan en los informes es el Índice de Desarrollo Humano que, en su forma original, comprende tres dimensiones: una vida larga y saludable, el acceso a la educación, y un nivel de vida digno. Desde entonces, se han ido agregando otras variables, buscando siempre superar una evaluación puramente economicista del desarrollo.

Señales de alerta
El Informe 2023- 2024 advierte que tras los pronunciados descensos registrados en 2020 y 2021, a raíz del COVID-19, los países ricos están experimentando niveles récord de desarrollo humano, mientras que la mitad de los países más pobres del mundo permanecen por debajo de su nivel de progreso anterior a la crisis. Las desigualdades mundiales se ven agravadas por una importante concentración económica en que casi el 40 % del comercio mundial de bienes se concentra en tres o menos países; y en que cada una de las tres mayores empresas tecnológicas del mundo superó el Producto Interior Bruto de más del 90 % de los países ese año. 

Al mismo tiempo se experimenta la transformación severa del clima y el aumento de los conflictos globales. Todos estos y otros fenómenos producen –según se lee en el prefacio del Informe– un “bloqueo” que tiene un importante coste humano, agrava la polarización y erosiona aún más la confianza en las personas y las instituciones en todo el mundo. 

Romper el bloqueo al desarrollo
Ante este panorama, el Informe propone las siguientes líneas de acción: 
-    Construir “bienes públicos globales” (recursos disponibles para todas las personas, sin disminuirlos en detrimento del acceso de las demás en cualquier país) que apunten a la estabilidad climática, y a una mayor equidad en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías al servicio de un desarrollo humano equitativo.
-    Desarrollar mecanismos financieros en la cooperación internacional para acceder a los bienes públicos globales que se complementen con la tradicional ayuda al desarrollo y la asistencia humanitaria.
-    Reducir la polarización. promoviendo espacios de acuerdo y cooperación, especialmente a través del multilateralismo dada la naturaleza irreductiblemente planetaria de la provisión de bienes públicos globales.

Si se tiene en cuenta el Índice de Desarrollo Humano, Argentina en 2022 –según la agencia del PNUD local– se ubicó en el puesto 48 entre 193 países, que lleva a caracterizarla como un país de renta media. Esta posición relativamente favorable se explica principalmente por sus componentes de salud y educación que históricamente presentaron altos valores en el país. También Argentina forma parte del grupo de estados con mejor posición relativa para las mujeres, si bien persiste una diferencia marcada en los ingresos percibidos por las argentinas en relación a los varones. No obstante, el desarrollo en el país presenta un fuerte desbalance debido –precisa el PNUD– a la marcada volatilidad del ingreso y a su peor distribución. 

Mg. Eloy Mealla
Seminario Permanente Pedagogía Ignaciana
Vicerrectorado de Formación
Universidad del Salvador