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Cáncer de mama: Lo que debemos saber

En el “Cáncer de mama” el pronóstico está estrechamente ligado a la oportunidad diagnóstica.

Así mismo el diagnóstico temprano evita y disminuye en gran medida los procedimientos quirúrgicos, mejora la calidad de vida, atenúa la repercusión psíquica y socio-familiar, de igual manera puede evitar terapéuticas adyuvantes disminuyendo los costos.

El cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres en la Argentina, el numero anual de muertes es de 5600 y se estima que se producirán 19.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 16,8% del total de la incidencia de cáncer en nuestro país.

Más del 75% de las mujeres con cáncer de mama no tienen ningún antecedente familiar de dicha enfermedad. Aunque aquellas con familiar de primer grado, que hayan padecido cáncer de mama tienen un riesgo de 2 a 4 veces mayor que la población en general.

La prevención primaria se refiere a medidas tendientes a evitar la aparición de la enfermedad, que solo pueden hacerse en el ámbito de recomendaciones (fomentar la lactancia, la actividad física, dietas bajas en grasas, evitar el tabaquismo), no obstante, la herramienta más efectiva para lograr la reducción de la mortalidad generada por esta patología es la prevención secundaria la cual es sinónimo de detección de una enfermedad en su fase inicial.

Lo elementos que utilizamos para la prevención secundaria son:

El examen clínico 
En un examen clínico, se procede a la inspección y la palpación de las mamas y de la axila, con la paciente sentada y acostada, el valor del mismo está directamente relacionado con la experiencia del operador .

El examen físico puede detectar tumores de aproximadamente 2 cm, aunque tumores más superficiales y de menor tamaño, se pueden diagnosticar por este método.

Las mujeres también pueden realizarse un autoexamen, palpando sus propias mamas en busca de tumoraciones o cambios de tamaño o forma. 

El autoexamen, pueden ayudar a las mujeres a familiarizarse con el aspecto y el tacto de sus propios senos y a identificar más fácilmente los cambios, aunque su utilización es controvertida.

Mamografía
Es el método primario y de elección para el diagnóstico precoz del cáncer de mama.
Utiliza RX en baja dosis, la realiza un técnico radiológico especialmente calificado y la interpretación la efectúa un médico especialista en Diagnóstico por imágenes entrenado para tal fin. 

La mamografía es el método que ha demostrado los mayores beneficios para reducir la tasa de mortalidad, en una proporción del 30%

La versión mamográfica 3D (Tomosintesis), ha comenzado a utilizarse, no estando disponible aún para el uso masivo de la población.

La Ecografía
La ecografía es un método de estudio por imágenes que utiliza ondas de ultrasonido para generar la imagen (radiaciones no ionizantes), se usa en forma complementaria a la mamografía. 

Según el Consenso nacional de Inter sociedades sobre cáncer de mama realizado en Buenos Aires en el año 2006, se incorporó a la ecografía como método complementario al examen clínico y mamográfico, es de especial utilidad en las mamas radiográficamente densas, disminuyendo los falsos negativos de la mamografía que representan entre el 10 y 15%.

Recomendaciones sobre la detección temprana
A partir de los 20 años las mujeres pueden comenzar a realizarse el autoexamen mamario, la controversia está en que el mismo no logró disminuir la mortalidad.

El examen clínico mamario, realizado por un experto comienza a los 30 años, pero no existen evidencias que el examen mamario por si solo disminuya la mortalidad, sin embargo, una proporción de los carcinomas diagnosticados, en los ensayos clínicos han sido por este método, por eso es que se lo incluya acompañando a la mamografía

El examen mamográfico de base se debería realizara a los 35 años si existieran factores de riesgo continuando con uno por año, y a partir de los 40 años en mujeres asintomáticas y sin antecedentes familiares.

La edad en la cual se debe dejar de hacer la mamografía no se ha establecido firmemente, pero en general, se piensa que la detección temprana debería continuar mientras la mujer se encuentre en buen estado de salud, independientemente de la edad.

El siglo 20 ha vivido en las últimas décadas muchos adelantos, no solamente por descubrimientos científicos sino por un cambio en la mentalidad de los profesionales y de las pacientes frente a la enfermedad cáncer.

El cambio más grande no lo han dado las terapéuticas modernas sino el diagnóstico por imágenes actual.

El advenimiento de la mamografía nos enseñó que para vivir más hay que tratar tumores más pequeños, pues cuando el carcinoma se palpa ya ha cumplido más de la mitad de su vida. Un tercio de las muertes por carcinoma se podrían evitar si se hiciera diagnóstico precoz.

Buscar el carcinoma de mama en la mujer sana es el gran desafío.


Dra. Marta Lujan Kura, 
Directora de la Especialización en Diagnóstico por Imágenes de la USAL

Los datos estadísticos están tomados de los reportes del Ministerio de Salud de la Nación Argentina



 

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