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Colación de grado en el Campus “Nuestra Señora del Pilar”

El 24 de octubre, en el Campus “Nuestra Señora del Pilar” se llevó a cabo el acontecimiento por excelencia de la vida universitaria, la ceremonia de entrega de diplomas de nuestros graduados.

Presidieron el acto el Rector de la USAL; Carlos Ignacio Salvadores de Arzuaga; la Vicerrectora Académica, Romina Cavalli, y la Secretaria Académica del Campus Pilar, Cecilia Fabbro.

Junto a ellos el Decano de la Facultad de Historia, Geografía y Turismo, Pablo Nielsen; la Decana de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía, Gabriela Renault; la Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Livia Uriol; la Decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Mariana Colotta; el Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación y Comunicación Social, Máximo Paz; el Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Héctor Dama; la Directora de la Escuela de Veterinaria, Paula Rafaelli; el Director de la Escuela de Agronomía, Sebastián Felgueras; el Decano de la Facultad de Arte y Arquitectura, Pablo Beitía y el Decano de la Facultad de Ingeniería, Marcelo Zanitti.

Para dar inicio a la ceremonia, el Quinteto de Vientos de la Orquesta USAL integrado por profesores y alumnos interpretaron: A fuego lento de Horacio Salgán, Carinhoso de Antonio Bruno y 1º movimiento de Tres piezas breves de Jacques Ibert.

A continuación, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino. Portaron las banderas de ceremonia: Abanderada de la bandera argentina, Valentina Kainarsky, abogada, promedio 9.13. Abanderada de la bandera papal: Ferrón Julieta, Lic. en Administración, promedio 8.73.                                                          

Seguidamente, el Capellán del Campus, Padre Hugo Acuña, hizo la bendición de los diplomas y las medallas de la Universidad del Salvador que son otorgadas a todos los graduados.

Luego, en su nombre y en el de sus pares, habló la Licenciada en Psicopedagogía, Rocío Daniela Caime, resaltando que: “El camino que transitamos para llegar hasta aquí hoy no fue corto o fácil. Hemos elegido el desafío de crecer, de superarnos a pesar de los obstáculos, la falta de tiempo, los temores, y el cansancio. Con sacrificio, esfuerzo, voluntad y dedicación obtuvimos nuestro tan esperado título.

Si bien para muchos hoy puede ser el último día de formación profesional, creo sinceramente que en realidad comienza hoy; porque cada final es nuevo comienzo, la colación de grados es meta y a la vez partida”.


“Nuestras contribuciones van a cambiar el mundo sea cual sea la dirección que elijamos tomar, contribuciones que exigirán de cada uno de nosotros nuestras mejores virtudes, y que deberán ser determinadas por cómo seguimos nuestros sueños. Somos parte de una generación global a la cual las oportunidades profesionales pueden llevar a los confines de la tierra y más allá. Busquemos territorios inexplorados, vivamos creativamente.

Es el tiempo para reflexionar, recordar y darnos cuenta que nunca estuvimos solos en este camino de la vida universitaria”, agregó.

Finalizó agradeciendo a la familia, amigos, docente, compañeros y a la Universidad del Salvador, “que fiel a la misión esencial de integrar FE y cultura, nos ha brindado las herramientas y los valores necesarios para desenvolvernos en este mundo cada vez más cambiante y exigente nos ha dado la posibilidad de poder formarnos tan ampliamente en nuestras respectivas carreras”.

Posteriormente, en representación de la comunidad académica de la USAL, hizo uso de la palabra el Rector de la Universidad remarcando que: “En el año 1984, dijo el Padre Jorge Mario Bergoglio (SJ) sobre nuestra pequeña comunidad “…la Universidad del Salvador, desde su nacimiento, tuvo una característica sobresaliente: no cayó en la tentación de copiar estructuras y organizaciones universitarias ajenas a nuestro sentir religioso y nacional.

Sin que por ello llegara a configurar una Institución clausurada en un nacionalismo retórico o narcisista. 
Esto salvó a la Universidad del triste híbrido resultado intelectual en el que se entremezclan los problemas nuestros con las soluciones ajenas...”.

Debemos sentirnos orgullosos de ser frutos de esta comunidad.

Seamos conscientes entonces, del deber de cultivar y no traicionar sus principios. Es el primer mandato que tiene cualquiera de nuestros graduados.

Estimados, les confieso que les hablo desde mis sentimientos y que son comunes a los suyos, hace 39 años recibía mi título de abogado de nuestra Universidad. También con los sentimientos de sus padres y familiares. Dos de mis hijos son graduados de nuestra Universidad.

Creo saber entonces lo que sienten y también lo que desean o esperan.

El gran Profesor Universitario José Manuel Estrada decía: “Yo respeto profundamente a los niños y a los viejos. Son los niños la vida que avanza cantando, con la frente orlada de rosas y de mirtos. Son los viejos la vida que declina, con su corona de espinas y laureles”.

Ustedes están en medio del principio y el fin. 

Tienen todo por hacer y mucho por aprender”.

Finalizó diciendo: “Este no es un discurso de despedida, mis palabras están dirigidas a Ustedes, que son la más bella antorcha que ilumina y representa a nuestra comunidad. 

Al finalizar esta ceremonia van a pasar a formar parte del claustro de los casi 70.000 que los preceden. 

Sepan que las puertas de esta casa, vuestra casa, están abiertas”. 


 

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