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María del Carmen Bacqué: Recibió el Premio “Maestro de la Medicina Argentina”

El 19 de septiembre se llevó a cabo en la Academia Nacional de Medicina la entrega del Premio "Maestro de la Medicina" a tres prestigiosos profesionales: Dr. Manuel Montesinos, Dr. Raúl P. Valdez y la Dra. María del Carmen Bacqué, Directora de la Escuela Posgrado de la Facultad de Medicina de la USAL.

El Premio “Maestro de la Medicina Argentina” condecora anualmente a tres médicos destacados de nuestro país con el propósito de destacar la consagración de su trayectoria, con el objetivo de exhibirlos ante las futuras generaciones para que éstas tengan modelos y ejemplos a seguir.

La elección de los galardonados es realizada por los integrantes del Comité Editorial de la Prensa Médica Argentina, luego de una exhaustiva selección y revisión de los antecedentes de los postulantes. 

El académico Manuel Luis Martí se refirió a la Dra. María del Carmen Bacqué con palabras muy elogiosas "es una distinguida profesional, a quien conozco muy bien, referente de trasplante a nivel nacional e internacional. Siempre se caracterizó en su actividad médica por la permanente búsqueda de la justicia”.

En un discurso emotivo la Dra. María del Carmen Bacqué señaló: “Confieso que siento una gran emoción al observar en esta sala tantas caras amigas, este premio se otorga a la trayectoria, y afortunadamente este recorrido no lo hice sola. Tuve el incondicional apoyo de mi familia, sumé amigos, conocí prestigiosos colegas, aprendí de mis pacientes, crecí gracias al intercambio con los estudiantes. En nombre de todos ellos recibo esta distinción, porque el éxito se logra en conjunto.

En la Facultad de Medicina del Salvador inicié la formación académica, en esta comunidad universitaria encontré grandes maestros que nos transmitieron los valores inspirados en la doctrina ignaciana como la virtud y la verdad”.

Concluyó agradeciendo al Decano de la Facultad de Medicina de la USAL, Dr. Daniel Martínez, “quien me honró al invitarme a formar parte de su equipo académico desde donde continúo trabajando en el desarrollo de la formación de posgrado. Resulta estimulante en el retorno a la Facultad, advertir que aquellos valores, especialmente los que atañen al cuidado de la dignidad de las personas en la práctica médica, se mantienen inalterables”.

Leer discurso completo, clic aquí 

Este premio se entrega ininterrumpidamente desde el año 1977. Entre otros médicos destacados que recibieron este galardón se encuentran René Favaloro, Enrique Malbrán, Luis González Montaner, Osvaldo Loudet, Alfredo Lanari, Horacio Rodríguez Castells, Felipe de Elizalde, Abel Canónico, Alberto Taquini, Guillermo Jáuregui, Rómulo Cabrini, Aquiles Roncoroni y Mercedes Weissenbacher, Jorge Lemus, Miguel Ángel Schiavone, Luis Chiappetta, Jorge Casas y Jorge García Badaraco, el Dr. Daniel Scorsetti y el Decano de la Facultad de Medicina USAL, Daniel Martínez.

Rocio May, alumna de la carrera de Periodismo de la USAL, tuvo el privilegio de entrevistar a María del Carmen Bacqué, en una charla donde habló sobre su trayectoria, la USAL y su distinguida premiación.

¿Cuáles fueron sus sensaciones al recibir el premio?
Es un premio, en reconocimiento a una trayectoria y esto a todos los emociona mucho. Este premio de alguna forma viene a mostrarnos o nos devuelve ese fruto que conseguimos. A vecés lo tenemos, porque no es necesario el premio para reconocerlo…pero ese premio lo simboliza. Es como una caricia a todo ese esfuerzo, ese camino que uno transitó desde muy joven. Por todos los esfuerzos por mejorar de manera académica y profesional. Esto forma parte de un momento que fue muy emotivo, porque además estaba acompañada por colegas que justamente formaron parte de ese quipo, estuvieron conmigo transitando todo eso. En ese momento, había colegas, alumnos de la universidad, familia y amigos.

Al recibir el Premio “Maestros de la Medicina Argentina”, reconoció al doctor Eduardo Albarese como una entidad primordial en su trayectoria. La Dra. Bacqué señaló: “Cuando cursé él era medico de planta, luego fue titular de la cátedra de anatomía. Realmente me pareció distinguirlo porque creo que simboliza lo que debe ser un docente enmarcado en el espíritu de la doctrina cristiana. Un hombre de gran calidad científica, y esencialmente humana”.

Una vez que ha recibido el premio, ¿cuál es su sueño a partir de ahora?
En este momento estoy en la Facultad de Medicina coordinando la Escuela de Posgrado, entonces, pongo toda mi energía y mis deseos en poder lograr una formación más institucional del trasplante y la donación desde el posgrado. Y seguir desde los distintos ámbitos pudiendo colaborar con la concientización de la donación de órganos.

“La USAL fue pionera en enseñar una materia que enseñe sobre transplantes. Es una cátedra cuatrimestral, que se dicta en los últimos años de la carrera, porque “es una materia integradora, con conocimiento médico, bioético, legal y por sobre todo comunicacional”, señaló. “La educación es el instrumento más válido que tiene una sociedad para mejorar y progresar, de ahí el rol tan importante de la Universidad, las escuelas por supuesto, pero de la Universidad para formar integralmente a los profesionales”.

La Dra. María del Carmen Bacqué se define como una persona que siempre luchó y buscó alcanzar sus metas y sus ideales. “Desde todos los lugares en donde estuve trabajando, siempre tuve la perspectiva del futuro, hacia donde quería llegar. “Una hacedora de intentar de lograr en práctica o en la realidad ideales que mejoran la vida y la salud de los pacientes”.

En su premiación el Dr. Manuel Luis Marti se refirió a usted como “en la permanente búsqueda de la justicia”, ¿porque cree que lo hizo?
Creo que la justicia es un valor inherente para que el ser humano pueda crecer con mayor libertad y que pueda defender sus derechos. Cuando hablamos de que todos somos iguales, quiere decir que tenemos que tener los mismos accesos, las mismas posibilidades. Siempre tuve un especial interés en aplicar este sentido de la justicia. Sobre todo, del equilibrio, de la equidad, proteger a esos grupos de personas, en la medicina al enfermo que es más vulnerable y está en una situación de debilidad frente al otro. Por eso, la educación a una persona es el mejor elemento que le podemos dar, para que pueda justamente defenderse, respetar sus derechos y los de los otros. 

Con énfasis en el valor de la enseñanza, María del Carmen Bacqué señaló: “A mayor educación, sin duda, se garantiza la justicia.” 

Frente a esto, destacó: "La justicia es no solo tener todos los derechos, sino respetar los derechos del otro. Esto se logra mediante la educación, el amor y el afecto”. Este pensamiento se observa primordialmente en la labor de la Medicina y en la Carrera de Grado de la Universidad del Salvador. El medico básicamente lo que tiene que ofrecer es una mirada humana, cálida. No siempre el paciente se puede curar, pero por lo menos, una atención abrazadora es lo que mejora la calidad de vida de ese paciente".

¿Cuál es la mayor adversidad a la hora de realizar un trasplante?
En el tema del trasplante se da una paradoja muy interesante, como imaginarás se requieren muchos equipos de profesionales muy capacitados. Se requiere un gran desarrollo biotecnológico de la medicina, como drogas e insumos. Todo este gran desarrollo de la ciencia, sería imposible si no tenemos una donación. Pero, el 70% de los donantes, son donantes fallecidos. Y afirma: Aquí la grandeza de la donación toma una dimensión mucho más especial. Porque esa persona fallecida genera la donación a la humanidad. Porque es totalmente anónimo, no sabe quiénes van a recibir sus órganos.  Lo hace como un gran compromiso a la sociedad. 
Entonces, la realidad es que el trasplante tiene que ser cuidado con un valor inmenso, tanto por el sistema de salud, porque sabrás que los órganos son escasos. Pero también por ese receptor, que se alguna forma tuvo la posibilidad de recibir el trasplante, tiene que cuidarlo. Y se ha salvado y ha tenido esa oportunidad, gracias al amor infinito y a la solidaridad de la sociedad. 

¿Cómo es el vínculo con sus colegas y alumnos?
El vínculo con los alumnos es indispensable y es un privilegio, porque el que puede ofrecer enseñar algo, pequeño o grande, tiene una misión muy importante.  El docente tiene una tremenda misión que es maravillosa porque forma parte de ingresar en la vida de los otros a través de la formación y del conocimiento. Me parece lo más importante, la honestidad profesional, como persona, tanto en la docencia, como en la relación profesional con el paciente”
Es un oficio hasta mágico. El paciente que nos entrega su problema, tenemos toda su confianza y en esa confianza tenemos que elaborar el vínculo para trabajar en su salud y curarlo, a él y a su familia. Por eso, la comunicación también es esencial.

¿Qué significa para usted ser parte de la Comunidad USAL?
Para mí lo es todo, soy graduada de la Facultad. Entonces, imagínate que empecé en la comunidad siendo una adolescente que iniciaba su carrera. Tuve momentos de mayor o menor participación, pero nunca me desligué porque esa formación que tuve en esa etapa tan importante que tuve en la carrera. Es la que me permitió de alguna forma desempeñarme. Sin duda, yo encuentro en la USAL ese compartir ideales: el de respeto, la justicia y el del vínculo humanitario. En el manejo de la docencia y en la enseñanza de la salud.



Entrevista por Rocío May, estudiante de Periodismo de la USAL en el marco de las prácticas educativas de capacitación.

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