El trabajo final de la alumna de la Especialización en Curaduría de Arte Contemporáneo, Laura San Martín,fue presentado en la Galería ODA

La alumna Laura San Martín presentó su trabajo final de la Especialización en Curaduría de Arte Contemporáneo. Resonancias: ritmos y estructuras del paisaje,  en la “Galería ODA”, ubicada en la calle Paraguay 753 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

El Proyecto Curatorial consistió en la realización de la muestra "Resonancias: Ritmos y estructuras del paisaje" sobre la artista Beatriz Iriberri. El trabajo fue dirigido por el curador Rodrigo Alonso y el jurado estuvo conformado por la Dra. María del Carmen Magaz y el Mg. Alejandro Schianchi.

La exhibición se inauguró al público el lunes 24 de febrero con gran éxito. Contó con la presencia de la artista Beatriz Iriberri y personalidades del arte y la cultura, como la presidenta de la Fundación MALBA, Teresa A.L. Bulgheroni, entre otros.

Texto Curatorial: Resonancias: ritmos y estructuras del paisaje. Las ciudades han sido el territorio pictórico en la obra de Beatriz Iriberri. Sus paisajes urbanos, construidos a partir de pinceladas densas y estructuras superpuestas, remiten a la memoria de espacios habitados y observados desde la distancia. En ellos, la arquitectura es el escenario como materia viva que se expande y se reconfigura en cada paisaje. Influenciada por su amor a la música, su obra destaca la sensibilidad hacia una composición rítmica y pulsante. En el inicio del recorrido, un conjunto de obras tempranas da cuenta de su acercamiento al cubismo que sintetiza su búsqueda por la fragmentación del plano y el interés por las formas geométricas. Por otro lado, los collages, funcionan como estudios de composición y exploraciones de materialidad. Revelan una mirada experimental en la artista, donde la técnica se convierte en una herramienta para deconstruir y reconstruir el espacio. La sala central está dedicada a sus paisajes urbanos organizados en dos conjuntos cromáticos. Las obras en tonos azules evocan la ciudad nocturna, de quietud, con luces dispersas y atmósferas silenciosas. En contraste, las pinturas en ocres capturan la intensidad de los amaneceres y atardeceres, donde la arquitectura parece fundirse con la luz. En la disposición de las piezas sobre la pared, irregular y compacta, se replica el apelotonamiento de edificios que caracteriza sus composiciones. Esta muestra invita a recorrer la ciudad según la mirada de Iriberri no como un paisaje fijo, sino como una trama en permanente transformación.(María Laura Calp)

Beatriz Iriberri, artista plástica que combina influencias culturales de Sudamérica y Europa, logrando consolidar un lenguaje visual propio. Su formación inicial en Buenos Aires, bajo la tutela de Miguel Davila, marcó los cimientos de su búsqueda artística. Sin embargo, su inquietud por explorar nuevas dimensiones la llevó a trascender estas primeras influencias y a desarrollar una autonomía creativa que hoy caracteriza su obra.
Viviendo varios años en Italia, Francia y España, ha sabido nutrirse de las tradiciones pictóricas europeas. Este diálogo entre su formación argentina y su experiencia en Europa ha dado lugar a una obra que busca una síntesis que trasciende las categorías tradicionales del paisaje.
Su obra además, profundamente influenciada por su amor a la música, se presenta como un espacio de mediación entre los recuerdos y la percepción. En este sentido, la artista a través de sus pinturas nos invita a reconfigurar nuestra relación con el paisaje, no solo como un espacio físico, sino también como un espacio emocional y simbólico.