Personas sólidas, tiempos líquidos
El jesuita español José María Rodríguez Olaizola, desarrolló recientemente en la Argentina un ciclo de charlas y actividades, destinadas a públicos diversos y con variadas temáticas, que lo llevaron a recorrer Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. El P. José María es teólogo y sociólogo, y en sus presentaciones y publicaciones conjuga un análisis humanista de nuestras sociedades y, al mismo tiempo, una mirada creyente. Procura alcanzar una convergencia entre espiritualidad y una perspectiva ‘aterrizada’ en el mundo en que vivimos, en la vida cotidiana, y atendiendo especialmente a las inquietudes de los jóvenes.
Al respecto sostiene “que estamos hambrientos y sedientos de sentido, de discursos que vayan más allá del discurso estridente, mediático, a veces publicitario, a veces propagandista, a veces muy marcado por titulares de diseño, que están pensados para suscitar adhesiones inquebrantables u hostilidad fuerte”.
También se refirió –en algunas de sus intervenciones– a una cierta tiranía emocional, donde lo que no se siente, no vale, olvidando que una felicidad verdadera, incluye, a veces, el dolor, la frustración, los fracasos, la persecución, etc.
Asimismo, sostuvo que ante generaciones pasadas que han vivido un peso a veces opresor de los límites y la autoridad, nos encontramos ahora con generaciones que no experimentan límites, se encuentran sin autoridad ni puntos de referencia, y se vuelven tiranos de sí mismos.
El sacerdote español es autor de más de veinte libros, numerosos artículos y con una gran presencia en las redes sociales. (Ver: https://pastoralsj.org/autor/154-jose-maria-rodriguez-olaizola-sj ).
De entre sus obras, destacamos “Hoy es Ahora”, Editorial Sal Terrae, 2014, donde señala que –si bien nuestra época rápidamente olvida el pasado y se desentiende del futuro– nuestro presente es una oportunidad de levantar la mirada, el corazón y las manos para ponerse en marcha, mostrando nuestra iniciativa ante tantas fracturas y ataduras. Una tarea, no para mañana… ni tampoco para refugiarse en el pasado, mirado con nostalgia o idealismo. Ahora es el tiempo.
Más sugestivo es el subtítulo del libro mencionado: “gente sólida para tiempos líquidos”. Aunque no lo mencione expresamente, es seguro que está inspirado en la ya célebre expresión de Zygmunt Bauman que define nuestra época como “modernidad líquida”. Es decir, una época en que todo fluye desapareciendo referencias permanentes y sólidas en la vida personal, la política, la cultura, los afectos, la fe...
Ante ello, Rodríguez Odriozola apuesta por personas sólidas, reflexivas, capaces de pensar y de buscar criterios, valores, y un espíritu para nuestra época “en un mundo que hace aguas por muchos lados”. Esto no significa proponer un discurso pretencioso –aclara el autor– “y hasta un cierto mirar por encima del hombro a otras vidas”. Por el contrario, solamente se quiere proponer un horizonte que pueda inspirar nuestros pasos para no conformarnos con vivir sin sueños, personales y colectivos. Una invitación a vivir nuestro tiempo intentando conjugar el humor, el amor, la lucidez y la ternura.
Eloy Mealla
Seminario Permanente Pedagogía Ignaciana
Vicerrectorado de Formación
Universidad del Salvador
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