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“Ser graduado universitario es un privilegio que nos hace responsables socialmente. El cual nos interpela a ser actores en nuestra comunidad a través de nuestra labor cotidiana en beneficio del prójimo”. Entrevista a Juan Carlos Frontera

La Secretaría de Prensa mantuvo una entrevista con el Director General de Posgrados de la Facultad de Ciencias Jurídicas de nuestra Universidad, Dr. Juan Carlos Frontera. Quien se desempeña, a su vez, como Profesor Titular Ordinario de Historia del Derecho, e Historia Constitucional (USAL), es escritor e investigador especialista en Historia del Derecho.

En el año 1995 se graduó en la Carrera de Abogacía en nuestra Casa de Estudios. Más adelante, en el año 1999, obtuvo el título del Profesor en Ciencias Jurídicas y, finalmente en el año 2014 obtuvo el título de Doctor en Historia.

Nos cuenta que su adolescencia transcurrió en el “Liceo Militar General de San Martín”, en la década de los 80, fue la tercera generación de su familia educada en esos edificios. Allí, aprendió el valor de la tradición, la amistad, la hermandad, la lealtad, la sinceridad, el sacrificio, el servicio al prójimo y el esfuerzo. En esas paredes, a edad temprana, comprendió que somos parte de una comunidad de la cual nos nutrimos y a la cual debemos contribuir en agradecimiento. 

Entendió, en ese tiempo, la importancia del trabajo en equipo, lo negativo del individualismo para uno mismo y para con la comunidad. Hoy podemos liderar y en otro momento podemos ser un eslabón más que acompaña un proyecto, los roles son misiones que debemos realizar con espíritu de servicio.

Concluye sobre esta etapa, “aprendí que para convertir en realidad mis sueños, en cualquiera de los planos personales, debía planificar, organizar y compartir. Planificar brinda seguridad y permite imaginar el futuro en escenarios inciertos a lo largo de la vida”.  Sonríe y seguidamente dice, “ningún plan se cumple a la perfección”.  

Juan era un joven empedernido, resiliente, y entusiasta que le gustaba hacer varias actividades simultáneamente: estudiar, trabajar y hacer deporte. De hecho, al empezar la Carrera de Abogacía, un poco más tarde de lo que hubiera querido, tras realizar estudios en el Colegio Militar de la Nación, se obligó a terminar la carrera en cuatro años, tal y como si hubiese empezado a los 18 años de edad. Nos dice, emocionado,“Sentía que se lo debía a mi padre”.

Como estudiante fue respetuoso y activo, en más de una ocasión buscó desafiar de manera intelectual al profesor, para probarse a sí mismo. Siempre desde una postura respetuosa por la autoridad del docente. Nos compartió con una sonrisa “Como alumno me gustaba estudiar. A veces me gustaba  poner al profesor en aprietos, que no hubiese una respuesta rápida y que la misma debiese ser meditada. Recibí la generosidad de los docentes al compartir sus saberes y el rol del universitario en la búsqueda del conocimiento. Pero esas preguntas, que quizás buscaban incomodar, fueron hechas para probar mi conocimiento e inteligencia pues en ese momento me exponía”.

Su carrera profesional comenzó en el ámbito judicial, luego de de trabajar con su padre.  A pesar de su nueva y limitada experiencia, fue elegido entre cientos de postulantes para cubrir un puesto como responsable del área jurídica en una empresa, donde aprendió mucho en un corto periodo de tiempo. Al mismo tiempo, abrió dos Estudios Jurídicos, uno en la Ciudad de Buenos Aires y otro en Provincia de Buenos Aires, con compañeros de la Facultad. 

Paralelamente, se inició en el mundo académico, en nuestra Universidad en la cátedra de Derecho de Familia y en la Universidad Argentina John F. Kennedy en Filosofía del Derecho, en ese lugar conoció al Dr. Francisco García Bazán un destacado investigador del CONICET. Con su guía comenzó a trabajar el mundo de las Ideas a través de la Segunda Escolástica y de Martín Lutero. Abelardo Levaggi fue quien lo formó en los estudios históricos jurídicos y lo acercó a la Cátedra de Historia del Derecho. Nos dice con una sonrisa: “Todo lo bueno que hago es fruto de la guía de Abelardo, mis errores son solo culpa mía”.  Esto lo llevó a descubrir su pasión por la Historia de las Ideas Jurídicas, en lugar de la Filosofía Pura. En el año 1996 comenzó su vínculo con la Universidad del Salvador (USAL) como docente. 

Su carrera académica incluyó la creación de boletines y revistas, la coordinación de Departamentos Universitarios y su participación en proyectos de investigación, entre otras actividades. Dictó clases en varios países como: Estados Unidos, México, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Italia, España y Rusia. A lo largo de su carrera, escribió más de cien publicaciones de su especialidad. 

Parte de su Trayectoria en Perspectiva:
Por el año 2007, un año acompañado por dolor y éxitos, debido a la pérdida de su padre. Juan hizo su aporte en la creación de un Anuario de la Facultad de Ciencias Jurídicas al cumplirse cincuenta años de su fundación. En aquel momento,  junto a Claudia Somovilla, docente y graduada de nuestra Universidad, le propuso al entonces Vicedecano y hoy  Rector de la Universidad, Carlos Ignacio Salvadores de Arzuaga, hacer ese proyecto. “Nos escuchó atentamente y nos dio el visto bueno para la realización del proyecto. Fue un acto de confianza de su parte y de gran responsabilidad para nosotros. Contamos con el apoyo del cuerpo académico, docente y administrativo”

En el año 2010 fue nombrado Colaborador Académico asignado a la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Jurídicas. En el año 2018 fue designado Director del Área de Posgrado de la Facultad. "Mi carrera académica en la USAL se la debo al Dr. Carlos I. Salvadores de Arzuaga y la confianza depositada de la actual Decana de nuestra Unidad Académica, Mg. Livia Uriol". 

Preguntamos cuál sería un sueño a cumplir, emocionado y con una sonrisa respondió que es ver graduarse en la Universidad a su hija que hoy tiene 15 años, reflexiona: “que ella elija la profesión que más le guste y le apasione”. En su familia materna, la primera generación de universitarios fue la de su mamá. De su generación, Juan Carlos Frontera es el primer Doctor. Nos cuenta  que “ver a mi hija graduada universitaria y que llegue a Doctorarse seria un sueño a cumplir, es una manera de seguir el legado familiar a partir de las generaciones que nos precedieron que a través de su esfuerzo hicieron realidad nuestro presente”. 

Juan se considera una persona de familia, que disfruta de la compañía y el amor fraterno. Además de un amante del saber, del aprendizaje y un académico empedernido en la búsqueda del conocimiento y respetuoso de sus valores. Disfruta ser un trabajador en las sombras de pequeñas y grandes acciones. Aspira a ayudar al prójimo sin recompensa alguna “con solo ver el resultado me alcanza. Mis amigos me dicen que yo transmito paz. Intento ser eso. Un buen padre de familia, un buen amigo, una buena persona”. Finalmente, explica su vínculo con el aprendizaje: “Poder avanzar en el ámbito facultativo es un logro, y poder transmitir lo que uno ha aprendido es un deber hacia la comunidad, va más allá de lo individual, es una devolución que le debemos a la sociedad.”

Para Juan, la USAL, es parte de su vida. Efectivamente, lleva casi 33 años en la Universidad. “Uno siente que tiene una responsabilidad con la Universidad a la cual perteneces y en la que te gradúas. Hay que olvidarse de ella como un edificio en donde uno estudió. Es una parte importante de nuestras vidas, donde confluyen las generaciones de una comunidad”. Revela a la Universidad del Salvador como un elemento no físico sino espiritual y un ámbito de responsabilidad con el prójimo y con la academia en sí misma. “Cuando vas afuera frente a otras universidades nacionales o extranjeras, decir que soy del  Salvador es una responsabilidad muy grande, pues representas a nuestra comunidad”. 

Comparte la frase de Guillermo Francos, político, abogado y actual Ministro del Interior de la Nación Argentina, que dijo “la USAL es un sentimiento”. Afirma Juan: “Tenemos el privilegio de ser universitarios, de haber encontrado y pertenecer a una comunidad universitaria generosa. Eso nos da una responsabilidad muy grande frente a la sociedad”.

 

Por Rocío May, estudiante de Periodismo de la USAL en el marco de las prácticas educativas de capacitación

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