“Una oportunidad es una puerta que abrís y que te puede llevar a muchísimas más”. Gracias a una beca logró ir a la Universidad y trabaja de lo que estudia

Alejo Báez tiene 20 años y creció en la localidad pilarense de Presidente Derqui. Vive con sus padres y sus dos hermanos. Terminó la escuela Secundaria en un Colegio Bilingüe de Garín, al que accedió gracias a una beca de la Fundación Germinare, que brinda oportunidades a jóvenes con buen desempeño académico. Ahí pudo ampliar sus horizontes y lo impulsó a ir a la Universidad. Alejo eligió estudiar Comunicación en la Universidad del Salvador (USAL) y está cursando la Carrera en el Campus Universitario “Nuestra Señora del Pilar”. Actualmente es pasante de Marketing del grupo “Los Grobo”.

“Algo que abrió mi mente por completo fue el colegio secundario. Esta oportunidad que me brindó la Fundación Germinale y fue muy importante para mí por un tema de que venía del Barrio Presidente Derqui, de mi colegio y me inserté en un colegio completamente distinto, con personas distintas, las cuales me recibieron muy bien. Pero lo más importante creo que fue este proceso de adaptación, de meterse en un contexto donde no estaba acostumbrado a vivir. Pero bueno, ese fue uno de mis principales motores de impulso para empezar a moverme y buscar estas oportunidades para llegar a vivir esos momentos”. 

Además, con la ayuda de la Fundación BisBlick Talento Joven obtuvo una pasantía en la empresa “Kimberly Clark”, en la planta, como operario, “era un trabajo, que tal vez me cansaba muchísimo, porque era muy exhaustivo. Hacíamos horarios rotativos, pero era la mejor opción para juntar plata para poder costearme la facultad, así que no me importaba. Fue un trabajo muy lindo y le tengo mucho cariño porque ahí trabajó mi papá toda su vida desde hace 18 años. Una de las cosas que me marcó muchísimo, también, fue la fiesta de fin de año. Las personas que trabajaban en planta van a las oficinas donde están todos los administrativos y ahí se hace un brindis de fin de año, donde hay cosas muy ricas para comer. Cuando se abrió la puerta venían a darnos una presentación las personas de Marketing, Comunicación y, cuando pasaron la puerta, yo decía “bueno, yo quiero hacer eso. Quiero estar de ese lado”. Por eso digo que fue un motor, un impulso, algo que me inspiró muchísimo a seguir formándome para llegar a ese lugar. "Hoy, dentro del área en la que se está formando y gracias a esas oportunidades hoy trabaja, estudia y se permite soñar a lo grande en cuanto a su futuro".

“Mis padres me inculcaron valores que son fundamentales: la perseverancia y el esfuerzo. Mi papá se levanta siempre a las 4:30 de la mañana para ir a trabajar. Y mi mamá nos cuida y hace tortas, rifas y todo lo que puede para colaborar con la casa. Mis padres no tuvieron la oportunidad de ir a la universidad, al igual que la mayoría de sus familiares. Yo trabajé de mozo, de bachero, de un montón de cosas y gracias a las becas empecé a comprender que existen otro tipo de trabajos, otro tipo de roles”.

“Mis principales inspiraciones son mi mamá y mi papá. Desde siempre, desde que soy chico, me emociono. Me emociono mucho porque hoy en día estoy donde estoy gracias a ellos, a los valores que me dieron. Ellos fueron mi principal fuente de inspiración y también en el colegio me inspiraron mucho. Los papás de mis amigos, mis amigos. De todas las cosas que viví en el secundario. Bueno, esto de ir a sus casas, ver a sus padres trabajar. Ver a mi papá levantarse todos los días a las 4:30 de la mañana. Creo que me inspiran mis padres y todas las vivencias que tuve durante el secundario. Por eso valoro mucho a mis compañeros del colegio y a todas las personas que siempre están dispuestas a darme una mano”. 

Cuando le preguntaron sobre su futuro señaló que: “La verdad no sé que es lo que me espera. Hoy estoy muy contento donde estoy y muy agradecido con esta oportunidad que me dieron. Por ahora tengo que aprender”.


 

Fuente: Fundación “La Nación”