A 46 años del fallecimiento de “Pichuco”, el bandoneón de Buenos Aires
"De Buenos Aires tendría que decir muchas cosas... Que es mi vida, que es el tango, que es Gardel, que es la noche. Que es la mujer, el amigo. Tendría que decir muchas cosas y muchas no sabría cómo decirlas. Pero anote esto: agradezco haber nacido en Buenos Aires", dijo hace tiempo Anibal Troilo, "Pichuco".
La figura de “Pichuco” -como era conocido- encarna el espíritu porteño. Nació en pleno barrio del Abasto, se crio en Palermo y falleció, a los años, en Almagro un 18 de mayo del año 1975.
Sobre su apodo, que lo acompañó desde niño, contaba: "mi padre tenía un amigo a quien llamaban Pichuco. Sobre mis primeras lágrimas de niño, con su dulzura de hombre, acaso feliz mi padre trató de calmarme: 'Bueno,.. Pichuco... bueno'. Y me quedó para siempre".
Fue compositor y director de orquesta de tango y el bandoneón mayor de Buenos Aires. Grabo unos 480 discos, compuso alrededor de 60 obras, instrumentales y cantados, que forman parte del patrimonio de la música ciudadana. Se han hecho innumerables versiones de sus obras.
El sonido del bandoneón fue la música en sus oídos, desde que lo escuchara sonar en los bares de su barrio. A los 10 años le pidió a su madre que le comprara uno y fue el instrumento que tocó toda su vida.
El 1 de julio de 1937, con 11 años, debutó, con su propia orquesta, en la boite “Marabú”. Un cartel anunciaba: "Todo el mundo al Marabú, la boite de más alto rango, donde “Pichuco” y su orquesta harán bailar buenos tangos". “Marabú” funcionaba en la calle Maipú 359 (barrio de San Nicolás) funcionó desde fines de la década del 30 hasta fines de la década del 80, fue un famoso local de baile y canto. Allí, actuaron los grandes exponentes del tango, como Aníbal Troilo, Carlos Di Sarli, Ángel Vargas, Ángel D' Agostino y otros. Actualmente en el lugar funciona “Maracaibo”, un salón de baile de tango y otros ritmos.
Luego integró una orquesta de señoritas y a los 14 años formó un quinteto.
Le puso música a “Barrio de tango”, “Che bandoneón”, “Sur”, “Romance de barrio”, “Desencuentro”, “La última curda”, “María, Garúa”, “Pa’ que bailen los muchachos”, “Discepolín”, entre otras obras que compuso junto a poetas como Homero Manzi, Cátulo Castillo, Enrique Cadícamo, José María Contursi.
La muerte de su gran amigo, el poeta Homero Manzi, lo sumió en una profunda depresión. En su homenaje compuso el tango "Responso".
Con Enrique Santos Discépolo los unía una profunda admiración. En una de esas noches compartidas surgió la posibilidad de realizar un tango juntos. "Pichuco" compuso un tema musical para que Discépolo le pusiera versos a “Mi tango triste”.
Importantes cantantes se formaron con Aníbal Troilo, integrando su orquesta: Ángel Cárdenas, Francisco Fiorentino, Alberto Marino, Edmundo Rivero, Roberto Rufino, Floreal Ruiz, Nelly Vázquez. Pero la amistad y el compañerismo que forjaron con Roberto Goyeneche se basó en la admiración y el respeto.
Todo el mundo recuerda la inolvidable dupla con el "Polaco" Goyeneche. Debido a que los momentos más memorables de Goyeneche fueron junto a Troilo. "Bandoneón arrabalero" (Bachicha/Contursi, 1956) fue la primera de más de 50 grabaciones que hicieron juntos. Troilo alentó a Goyeneche para que comenzara su carrera solista. Los clásicos más recordados de la dupla son “La última curda” (Troilo/Castillo), “Garúa” (Troilo/Cadícamo), “Sur” (Troilo/Manzi), “En esta tarde gris” (Mores/Contursi) y “Toda mi vida” (Troilo/Contursi), entre otros.
"El aporte de Troilo al tango fue fundamental porque marcó un estilo, una forma, desde el toque de su instrumento hasta el estilo de la orquesta, que se fue adaptando a las décadas y modernizando. Siempre fue una orquesta moderna, pero fue buscando el color adecuado a su inteligencia, a su capacidad musical. Cuando un músico le llevaba un arreglo, primero lo escuchaba tal cual era y luego lo borraba para que la orquesta sonara al estilo de Aníbal Troilo, al estilo que él quería para la época", subraya Horacio Romo, director de orquesta, compositor y bandoneonista argentino.
El sonido del bandoneón de Troilo se caracterizaba por un fraseo, por una forma muy particular de decir las frases melódicas con su instrumento. Magnífico instrumentista, desde lo técnico y desde lo artístico. Marcó la forma, los matices, los silencios, las variaciones, los solos de bandoneón. Era único y tuvo una gran influencia, hasta el día de hoy, en todos los bandoneonistas.
Además de la boite “Marabú” escenario donde debutó hacemos un paseo por los lugares porteños que marcaron su vida:
Esquina Aníbal Troilo, antiguo Café Carmen que se encuentra en Paraná y Paraguay, en el barrio de San Nicolás. El café al cual concurría fue remodelado casi en su totalidad. Había sido fundado por los hermanos asturianos Pedro, Pepe y Faustino Fernández. En la actualidad conserva una colección de retratos de Troilo, del club River Plate (del cual “Pichuco” era hincha), banderines, trofeos y dibujos, entre otros objetos.
Teatro Colón: allí se presentó Aníbal Troilo con su Orquesta en 1972, presentado por Antonio Carrizo. Antes habían actuado Florindo Sassone, Horacio Salgán con la voz de Roberto Goyeneche, Edmundo Rivero y el Sexteto Tango.
Calle Aníbal Troilo: Dedicada al bandoneonista, entre la avenida Corrientes y Sarmiento, con una numeración que va del 901 al 999. Alguna vez Troilo dijo: "Yo quisiera ser media calle de un barrio cualquiera de mi ciudad…”
Cementerio de la Chacarita: allí descansan sus restos y también se encuentra el monumento homenaje realizado en bronce que lo recuerda tocando el bandoneón.
En el Museo Escenográfico “Botica del Ángel”hay un sector donde se lo homenajea a los bandoneonistas argentinos https://m.youtube.com/watch?v=I71sOuLfw4o&t=7s
En el año 2014, se estrenó la película “Pichuco” dirigida por Martín Tunes "Hace más de un año nos enteramos que los familiares de Aníbal Troilo estaban empezando a digitalizar sus partituras y se nos ocurrió hacer un documental sobre su vida y obra". La película rescata al emblemático personaje mediante testimonios de gente cercana a él, como Horacio Ferrer, Raúl Garello, Nelly Vázquez, y artistas de la nueva generación, como el Chino Laborde o el Quinteto Finisterre, que reconocen su enorme legado.
Por iniciativa del poeta Horacio Ferrer y de Francisco Torné, nieto de Zita Troilo, esposa de Aníbal Troilo, el Congreso de la Nación Argentina declaró el 11 de Julio -natalicio de Anibal Troilo-, “Día Nacional del Bandoneón”. La ley 26.035 fue sancionada el 18 de mayo y promulgada el 16 de junio de 2005.
Fuentes: cultura.gob.ar - turismo.buenosaires.gob.ar - eleditorplatense.com.ar
- Inicie sesión para enviar comentarios