Alerta Dengue
El Dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas les transmite esta enfermedad. El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Sin embargo, aunque es poco común las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.
En la actualidad el dengue es uno de los principales problemas de salud pública en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 80 millones de personas se infectan anualmente, y cerca de 550 mil enfermos necesitan de hospitalización, 20 mil mueren como consecuencia de dengue, más de 2.500 millones de personas en riesgo de contraer la enferme- dad y más de 100 países tienen transmisión endémica. Se estima que para el año 2085 el cam- bio climático pondrá a 3.500 millones de personas en riesgo.
En el año 2008 se observó una tendencia ascendente de las formas graves de dengue. A fi- nales de 2008 en los países americanos se han registrado 854,134 casos, con 38,627 dengue DH, SSD, DCC y 584 muertes (tasa de letalidad de 1,5%). Durante el primer semestre del presente año, se han reportado 571,224 casos de dengue, 10,111 casos de dengue hemorrágico y 200 fallecidos con una tasa de letalidad de 1,98%. La presencia de los 4 serotipos del dengue (DEN 1,2,3,4) circulando en el continente, elevan el riesgo de las formas graves del dengue.
Los grandes cambios demográficos, que han dado por resultado una gran ampliación desor- ganizada de las zonas urbanas, junto con el aumento del uso de recipientes no biodegradables y un método deficitario de recolección de residuos sólidos, incrementan el número de recipien- tes que acumulan agua, y que actúan como criaderos potenciales del vector, lo cual aumenta el riesgo de ocurrencia de casos de dengue.
Por otro lado, la gran capacidad adaptativa del vector, el uso intensivo de insecticidas con la consecuente aparición de resistencia, el cambio climático y la circulación de los cuatro seroti- pos del virus DEN en las Américas complican día a día la situación.
Los fenómenos derivados del calentamiento global conducen a diferentes combinaciones de cambios de temperatura y humedad cuyas repercusiones son heterogéneas en la incidencia del dengue tanto en lo urbano como en lo rural, aspectos que requieren mayores esfuerzos entre actores sociales nacionales y jurisdiccionales para una mayor gobernabilidad ambiental. La estacionalidad de la transmisión es un aspecto a considerar teniendo en cuenta que los vec- tores han desarrollado estrategias para sobrevivir el invierno y en periodos de sequía. Si bien el clima es un determinante de esa estacionalidad, las condiciones materiales de vida y el entorno físico son modificadores importantes del clima a nivel de campo por la variedad de microclimas que se conforman donde el Aedes aegypti utiliza estrategias para explotar y maximizar las venta- jas a su favor.
Desde la reintroducción del virus en 1997-98, el dengue avanza sobre la geografía argentina, presentándose en forma de brotes esporádicos relacionados con la situación epidemiológica de otros países y restringido a los meses de mayor temperatura.
El Aedes aegypti que transmite el Dengue llamado el mosquito hogareño vive en nuestras casas y en sus alrededores. Tiene distintas etapas de desarrollo: los huevos, las larvas, las pupas (etapas que transcurren en el agua) y los mosquitos adultos (cuando ya pueden volar).
Se crían en lugares sombríos y húmedos. Los sitios oscuros aseguran que el agua de los recipientes no sobrepase ciertas temperaturas que serían letales para los huevos, larvas y pupas. Cuando son adultos requieren de humedad para sobrevivir mayor tiempo, así los pastos altos son un ambiente ideal para refugio del Aedes aegypti.
Cualquier recipiente capaz de acumular agua puede convertirse en un criadero, pero algunos pueden producir gran cantidad de mosquitos. Por ejemplo, las cubiertas de automóviles son excelentes lugares para el desarrollo de estos insectos, tanto por su forma (que impide volcar el agua), su material (aislante) y su color oscuro que permite mantener la temperatura adecuada.
Pero también otros objetos que están dentro de nuestras casas pueden ser criaderos, como los floreros, los portamacetas o bebederos de mascotas. Por eso, este mosquito también se puede criar en un departamento.
Es importante destacar que este mosquito no se cría en charcos, zanjas, lagos, lagunas o ríos. En esos lugares pueden ser criaderos de otras especies de mosquitos que no transmiten estas enfermedades.
Dado que la presencia de estos mosquitos es una condición para que estas enfermedades circulen, una gran cantidad de mosquitos aumenta el riesgo de diseminarlas en toda la comunidad.
Los síntomas son:
• fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones
• nauseas y vómitos
• cansancio intenso
• aparición de manchas en la piel
• picazón y/o sangrado de nariz y encías
Ante estos síntomas se debe acudir al médico para recibir el tratamiento adecuado.
Como no existen vacunas que prevengan el dengue ni medicamentos que lo curen la medida más importante de prevención es:
• Eliminando todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
• Dando vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve (baldes, palanganas, tambores). Cambiando el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Recordá frotar las paredes de los recipientes con una esponja a fin de desprender los huevos de mosquito que puedan estar adheridos.
• Rellenando los floreros y portamacetas con arena húmeda.
• Manteniendo los patios limpios y ordenados y los jardines desmalezados.
• Limpiando canaletas y desagües de lluvia de los techos.
• Tapando los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua
Es importante prevenir la picadura del mosquito:
• Usando siempre repelentes siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.
• Utilizando ropa clara que cubra los brazos y las piernas, especialmente durante las actividades al aire libre.
• Colocando mosquiteros en puertas y ventanas, y cuando sea posible usar ventiladores o aire acondicionado en las habitaciones.
• Protegiendo cunas y cochecitos de bebés con telas mosquiteras.
• Utilizando repelentes ambientales como tabletas y espirales.
La Secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, indicó que actualmente se registra circulación viral en 13 jurisdicciones del país con un total de 680 casos confirmados sin antecedente de viaje y tres fallecimientos. Este brote de la enfermedad en algunas zonas del país se produce en el marco de un escenario de brote epidémico que está viviendo la Región de las Américas con la circulación de los cuatro serotipos.
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