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Bodas de Oro de la 8va Promoción de la Facultad de Medicina (1971-2021)

El jueves 25 de noviembre en la Facultad de Medicina se realizó el acto de celebración de las "Bodas de Oro" de la 8va Promoción de Graduados  de la Carrera de Medicina.

El mismo fue presidido por el Decano de la Facultad, Dr. Daniel Martínez, y el ProSecretario Académico, Dr. Martin Cornut. 

La Dra. Stella Maris Villar Lomban habló en nombre de los graduados y recordó al Dr. Padre Ismael Quiles S.J. como Rector de la USAL y al Dr. Horacio Rodríguez Castells como Decano de la Facultad. Con el Dr. Matías Martínez, padre del actual Decano, contó una anécdota y mencionó a los grandes maestros que tuvieron, entre ellos a los Dres. Luis Dellepiane, Lucio Sanguinetti, Eduardo y Alfonso Albanese.

En su discurso, el Decano de la Facultad señaló que es un honor recibir a los graduados que cumplen las Bodas de Oro de su graduación como médicos, año 1971 de nuestra Facultad de Medicina El Dr. Daniel Martínez expresó: “quiero agradecerles el haber venido hasta aquí, poder reunirnos y recibirlos en nuestra Facultad. Sabemos que ustedes se reúnen anualmente para fin de año para compartir las vivencias. 

Queridos graduados ustedes cursaron y se recibieron de médicos en el Colegio del Salvador en el año 1971 en Callao 542. Me tocó en lo personal compartir aulas con ustedes ya que soy egresado del colegio y cursaba mis primeros años en ese entones. La Universidad pertenecía a la Compañía de Jesús que luego se desligara en 1975 para que sea conducida por una Asociación Civil que permanece hasta nuestros días con la condición de mantener el espíritu Ignaciano en formación de los profesionales de la salud y así lo sigue haciendo actualmente. 

A los pocos años a fines de 1980 nos mudamos a la calle Tucumán, permaneciendo en ese lugar hasta enero del 2019 que nos trasladamos a este cómodo y moderno edifico.

La Facultad de Medicina evolucionó desde lo edilicio con aulas cómodas y extensas con un piso entero para investigación y un Área para la Simulación. Una morgue totalmente nueva para cursar Anatomía en casi todas las carreras de la Unidad, nuevos microscopios para Histología y un piso entero para las prácticas de las Ciencias de la Salud.

También firmamos un convenio con el Hospital Alemán como Hospital Universitario USAL donde se cursará parte de las materias de Medicina, Ciencias de la Salud y carreras de Especialista en la Escuela de Posgrado. No abandonamos nuestra raíz y nuestros principios en la buena relación médico paciente y todo el humanismo Ignaciano que nos caracteriza. Cumplimos este año los 65 años de vida, somos la Facultad de Medicina junto a la UBA las más antiguas de la Ciudad. Nuestro lema se mantiene Ciencia a la mente y Virtud al corazón. 

Es el momento de “Recordar “y dice el diccionario de la lengua española es traer algo a la memoria, pero es sin duda volver a pasar mis vivencias por el corazón. 

Mirar nuestra historia es, sin duda, por la parcialidad misma de nuestro entender, mirar fragmentos, pero contemplando formas, es hablar de nosotros, el presente se reconoce en nuestra historia y nos permite vislumbrar el futuro. Por eso el hombre generalmente retorna a las fuentes, para superar las crisis y evolucionar apoyado en lo permanente. 

Es este un momento de gran emoción poder encontrarse con colegas que no hayamos visto y poder recordar compañeros y Profesores que nos quedan en la memoria eternamente. 

Seguimos formando profesionales con un espíritu Jesuita. La Pedagogía Ignaciana está inspirada por la fe. Pero incluso aquellos que no comparten esta fe pueden hallar expectativas válidas ya que la pedagogía que se inspira en San Ignacio es profundamente humana y consecuentemente universal. 

La promoción del desarrollo intelectual de cada estudiante, para completar los talentos recibidos de Dios, sigue siendo con razón un objetivo destacado de la educación de la Compañía. Su finalidad, sin embargo, no ha sido nunca acumular simplemente cantidades de información o preparación para una profesión, aunque estas sean importantes en sí mismas y útiles para que surjan líderes cristianos. El objetivo último de la educación jesuita es, más bien, el crecimiento global de la persona que lleva a la acción, acción inspirada por el Espíritu y la presencia de Jesucristo, el hijo de Dios, el «Hombre para los demás». 

El Padre Arrupe sacerdote Jesuita resumió esto expresando nuestro objetivo educativo como «La formación de hombres y mujeres para los demás. Afirma también nuestro objetivo cuando dice «pretendemos formar líderes en el servicio y en la imitación de Cristo Jesús, hombres y mujeres competentes, conscientes y comprometidos en la compasión» 

Nuestra Facultad de Medicina mantiene su prestigio por sus docentes por su personal no docente, pero por sobre todas las cosas por sus graduados que llevan con su nivel académico, los valores humanos por todos los lugares de trabajo en Argentina y en el Mundo. Ustedes y nosotros somos los embajadores del título de médico de la USAL. Muchas gracias

Asimismo, se recordaron los días de cursada en el Colegio del Salvador y se destacaron las comodidades del actual edificio. También se enfatizó la importancia de contar en el nuevo plan de estudios con la materia Seguridad del Paciente. 

En el acto celebratorio compartimos el emotivo testimonio que nos hizo llegar el Dr. Aldo N. Vizcaíno, el cual revela que el presente se reconoce en su historia: 

"8va. Promoción de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador
Jubileo de los 50 años de graduación realizado el 25 de noviembre del 2021

Y, llegó el día. Después de semanas de preparaciones, nos reunimos en el Aula Magna de la Universidad del Salvador, para celebrar nuestro jubileo de los 50 años de médicos. El esplendor del nuevo edificio de la Av. Córdoba 1601 nos evocó inmediatamente nuestra bienvenida a la Facultad de Medicina como alumnos ingresantes en otra Aula Magna, la del Colegio del Salvador, en Callao 542. Fue el Dr. Horacio Rodríguez Castells, padre de uno de nuestros compañeros, quien recibió a nuestro grupo integrado por 15 mujeres y 45 varones en marzo del 1965. Fue allí, que nos enteramos de que en diciembre del año anterior egresó la primera camada de médicos de nuestra universidad. 

Nuestros primeros pasos transcurrieron en las aulas, salones, patios y el bar de la planta baja en un clima especial en donde la rigurosidad de la ciencia, el arte de la medicina y el espíritu humanístico jesuita se entrelazaron para formar profesionales que de alguna manera hagan la diferencia no sólo en lo científico sino como seres humanos.

Mirando hacia atrás damos gracias por el cuerpo excepcional de profesores en todas las áreas de nuestra formación que nos permitió pasar del tradicional guardapolvo gris de los estudiantes al guardapolvo blanco de los futuros profesionales. 

Damos gracias también a la diversidad de los espacios de formación en los centros de salud y hospitales más reconocidos del momento en las diferentes especialidades. Y, estas palabras no serían completas sin mencionar la novedosa y original propuesta del 7º año de nuestra formación: el programa universitario de Medicina Rural Contínua.  En 1971, nos trasladamos a Tartagal, Salta, con la dirección de los doctores Mario Borini y Ana Gardes, ambos egresados de nuestra facultad, para atender a personas de la comunidad wichi y toba y a los hacheros norteños. Esta población olvidada, gracias a nuestra presencia accedió por primera vez a la atención médica en el entonces Hospital Nacional de Tartagal.

Al volver, todavía nos faltaba un paso más para recibirnos. Llegamos, finalmente al momento del examen de reválida de nuestro título ante las autoridades nacionales. Recordemos que las primeras 10 camadas de egresados tenían que aprobar un examen que los igualara a los recibidos en las universidades nacionales.

Con este corto repaso de las memorias, volvemos al presente para dar gracias a poder juntarnos año tras año para celebrar la vida y nuestra vocación. Hoy tenemos el privilegio de hacerlo en la misma universidad que nos formó, pero 50 años después.

La vida sigue y en cada abrazo hay una trayectoria con muchos matices. En esta ocasión creemos que lo más importante es recordar que cada uno de nosotros se destacó como persona y profesional. Que estamos orgullosos de haber sido formados con los valores que los fundadores de la universidad. Curar cuando es posible, aliviar a menudo, acompañar y consolar siempre como lema compartido reconociendo el valor precioso y singular de cada vida humana, de cada comunidad y cultura, hemos tratado de hacer una diferencia.

Agradecemos al Dr. Carlos Salvadores de Arzuaga, Rector de la Universidad del Salvador, al Dr. Daniel Martínez, Decano de nuestra Facultad de Medicina y a todo el personal administrativo el cálido recibimiento y la emotiva celebración que nos hizo sentir en casa y nos permitió celebrar. Las imágenes y las palabras de la Misa, del señor Decano resonarán en nuestros corazones siempre. Y otra vez, se nos impone la cadena de la vida pues el actual Decano de nuestra Universidad es hijo de uno de nuestros profesores, el Dr. Matías Martínez. Muchas gracias".


Felicitaciones a nuestros graduados por estos 50 años.


 

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