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Colación de Grado de la Facultad de Historia, Geografía y Turismo

El lunes 16 de mayo se llevó a cabo en el Salón “San Ignacio de Loyola” la Colación de Grado de la Facultad de Historia, Geografía y Turismo.
 
El acto estuvo presidido por la Vicerrectora de Investigación y Desarrollo, Luciana Tondello.  En el estrado la acompañaron el Decano de la Facultad, Pablo Nielsen, y la Secretaria Académica, Valeria Buglioni. 

Asimismo, se encontraban presentes la Directora de la Escuela de Historia: Alicia Martin; la Directora de la Escuela de Turismo y Hotelería, María Lorena Villamayor; el Director de la Escuela de Geografía y Ciencias Ambientales, Ramiro Calafell Carranza; Académicos y docentes. 

El acto dio inició con la entrada de los graduados: Licenciados en Historia, en Gestión e Historia de las Artes, Turismo, Ciencias Ambientales, Higiene y Seguridad en el Trabajo, Tecnicatura en Organización de Eventos y Especialistas en Enseñanza y Producción de Materiales para Educación a Distancia, todos quienes fueron los protagonistas de la ceremonia.  

Acompañando a estos últimos estuvieron presentes la Directora de Programas de Educación a Distancia (PAD/SIED) de la USAL, Haydeé Nieto, y Alejandra Lamberti, Directora de Especialización en Enseñanza y Producción de Materiales Para Educación a Distancia. 

Luego, el cuarteto de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de la USAL integrado por el profesor Gabriela Gariglio en violín, Graciela Pereriro en violín, profesor Abel Garrido en viola y Florencia Encina en cello. Interpretaron: W.A.Mozart: “Pequeña Serenata Nocturna” 1° Mov.; Antonio Vivaldi: “Concerto alla rustica”; J. Lennon y P. McCartney: “Yesterday” y de Astor Piazzolla: "Libertango". 

A continuación, hicieron su entrada las banderas de ceremonia.  La abanderada de la Bandera Argentina fue la Licenciada en Historia, Ana Badillos, y la abanderada de la Bandera Papal fue la Licenciada en Ciencias Ambientales, Clara Boccardo.

Tras entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, el Capellán R. P. Juan José Milano procedió a la bendición de medallas y diplomas de los graduados. 

Posteriormente, en nombre propio y en el de sus pares, habló el Licenciado en Historia, Pedro Cevasco: “Ante todo, me es imprescindible expresar la enorme satisfacción que me invade por estar aquí presente en este discurso de colación y el grandísimo honor que significa para mí haber sido escogido como portavoz de los graduados de esta Facultad.

Es que este acto de colación no es sino un acto de agradecimiento. Porque es cierto que, si hoy estamos aquí, es indudablemente gracias al esfuerzo, la dedicación, la constancia y la pasión con que hemos afrontado el largo camino que significa una carrera de grado. Y nos merecemos reconocimiento por ello. Primero de parte de nosotros mismos. Luego, del ámbito académico, de nuestros afectos y también del cuerpo de profesionales que hoy pasamos a integrar.
Pero es también verdad que hoy estamos aquí gracias al arduo trabajo que realizan los directivos de esta alta casa de estudios, quienes con su ejemplar entrega hacen realidad la existencia del ámbito más hermoso de todos: el universitario. Por ellos, se hacen realidad los dichos de Santo Tomás de Aquino: “El alma se perfecciona por medio del conocimiento y la virtud”.

También es verdad que hoy celebramos habernos recibido gracias a la inspiradora e inexorable dedicación de nuestros docentes, quienes han hecho de la buena formación de profesionales, preparados para afrontar las vicisitudes del mundo laboral y, por sobre todas las cosas, de íntegras personas, su vocación en la vida. En definitiva, es a través de ellos que se hace carne el lema de nuestra Universidad: “Ciencia a la mente y Virtud al corazón”. Siempre serán para nosotros profesores, pero hoy también a podemos llamarlos amigos. Pues como dijo el Gral. José de San Martín: “mi mejor amigo es el que enmienda mis errores o reprueba mis desaciertos”.

Y finalmente, es verdad que hoy podemos enorgullecernos de integrar el cuerpo de graduados gracias al infaltable y crucial apoyo de familiares, parejas, amigos y compañeros; quienes han celebrado con nosotros los momentos de éxito, así como también nos han sostenido en los momentos de flaqueza. 

Bien nos enseñó San Ignacio Loyola que “el amor se ha de poner más en las obras que en las palabras”. Así, los actos de cada una de esas personas están entre las mejores enseñanzas que hemos recibido en todos estos años universitarios. Porque todos ellos fueron actos de amor. Por todo eso, de corazón y de parte de todos los graduados, ¡gracias!

Quisiera que aprovechemos esta ocasión para que los graduados de distintas carreras miremos hacia atrás. Veamos el arduo camino transitado. Muchos y distintos episodios vienen a mi cabeza en este instante. Desde el día en que me decidí por esta hermosa carrera, como el momento en que escogí esta honorable universidad. También el día que asistí a la primera lección, cargando una mochila que no llevaba más que un cuaderno a estrenar y una cartuchera. Y que, sin embargo, estaba llena de sueños. Finalmente, el día en que rendí el último examen final, donde también me presenté con una mochila que no llevaba más que la famosa libreta universitaria y los apuntes para la ocasión. Pero que seguía llena: los sueños del primer día estaban intactos; y tanto otros se habían sumado en el largo camino. 

El camino del estudiante es un camino de crecimiento intelectual y espiritual. En esta inteligencia, hemos de agradecer siempre a la Universidad del Salvador lo mucho que nos ha dado. Nos ha enseñado conocimientos de distintos tipos, propios a la carrera de cada uno; nos ha inculcado el valor del amor al prójimo y nos ha transmitido las obligaciones que tenemos con nuestra amada tierra. A su vez, nos ha puesto a prueba, desafiándonos a cada paso y mostrándonos que siempre podíamos dar un poco más. Porque, así como da, la Universidad del Salvador exige. Nos exigió como estudiantes y más aún lo hará como egresados. A partir de hoy, la Universidad del Salvador, en tanto nos hemos convertido en sus representantes, nos demanda que seamos individuos activos de nuestra comunidad. Para que con el mismo amor y pasión que nos enseñaron directivos, docentes, compañeros, amigos, parejas y familia, con coraje salgamos de aquí a cumplir los sueños que nos vienen acompañando desde el primer día y a trabajar cada día por una sociedad más justa y digna para todos”.

Acto seguido, el Decano de la Facultad pronunció su discurso señalando que “es motivo de gran alegría darles la bienvenida a todos a esta Aula Magna San Ignacio de Loyola para un nuevo acto de colación de grado de la Facultad de Historia, Geografía y Turismo. En este caso una ocasión especial, ya que podemos reunirnos en forma presencial, luego de dos duros años de pandemia en los que no hemos podido celebrar junto a nuestros graduados. 

Como lo hacíamos cada año nos reunimos para reconocer el esfuerzo y trabajo de los jóvenes profesionales egresados de las carreras que se dictan en nuestra Facultad de Historia, Geografía y Turismo. Ellas son las licenciaturas en Ciencias Ambientales, Gestión e Historia de las Artes, Higiene y Seguridad en el Trabajo, Historia, Turismo, y de la Tecnicatura Universitaria en Organización de Eventos. 

En esta ocasión nos acompañan también graduados de la Especialización en Enseñanza y Producción de materiales para Educación a Distancia, del Programa a Distancia del Vicerrectorado de Investigación y Desarrollo. 

Saludo afectuosamente a los familiares de nuestros graduados, cuya presencia nos honra sobremanera. Con ellos, y sus amigos, toda nuestra comunidad universitaria goza intensamente esta celebración. 

Si hoy podemos hablar de más de 65 años de los orígenes de esta Universidad y de numerosas promociones salidas de su seno, es porque podemos rescatar precisamente la confianza que en ella han tenido nuestros jóvenes, así como el empeño educador de nuestra Institución, que ha sabido evolucionar, crecer y adaptarse oportunamente a las exigencias de los nuevos tiempos, sin perder sus rasgos fundacionales. 

Esta es una celebración significativa para directivos, académicos y docentes. Porque más allá de las tareas de investigación, de extensión y servicio a la comunidad de la que formamos parte, aquello que justifica la existencia de una Facultad universitaria es, en primer término, la formación de nuevos profesionales. 

Lo más importante en toda comunidad educativa son sus alumnos, quienes desde el primer día de clase están el camino hacia la obtención de su título universitario. 

Hoy este acto trascendente de graduación marca el fin de uno de los caminos más importantes que la mayoría de ustedes han tenido que transitar, y en este final compartimos, ustedes y nosotros, una inmensa alegría, la alegría por haber conseguido aquello que se propusieron hace algunos años. 

Cada uno de ustedes tomó la decisión de llevar adelante esta empresa con mucho sacrificio, responsabilidad y perseverancia. Este esfuerzo les permitió formarse y crecer, no solo en el ámbito académico y profesional, sino también en el aspecto personal. 
Este paso por la Universidad, sin duda, ha logrado que cada uno de ustedes, como personas, se conviertan en un grupo humano, forjando lazos de amistad que seguramente perdurarán a lo largo del tiempo, transformándose muchos de ustedes en colegas durante su vida profesional. 

El aprendizaje obtenido durante el transcurso de sus carreras universitarias les brindó las herramientas necesarias para afrontar los desafíos que el mundo laboral requiere, manteniendo presente, día a día, los valores que representan y destacan a esta casa de estudios. 

Con este Acto se cierra definitivamente la etapa del estudiante de grado para dar comienzo a la del profesional. Se abren un sin fin de posibilidades y es difícil elegir el camino correcto, el que los llevará al éxito como profesionales y como personas. La transición de una fase a la otra es compleja. Abundan los temores, las dudas, y las inseguridades. Deberán asumir nuevos compromisos y enfrentar nuevos retos, tanto en el plano laboral como en la opción de las especializaciones que calificarán el título que hoy reciben. 

Aprovechen la seguridad que les brindan los conocimientos adquiridos para conocer lo nuevo, para crecer…. En su Exhortación Apostólica, Envangelii Gaudium, el Papa Francisco nos invita a “abandonar el cómodo criterio del “siempre se ha hecho así”” y nos invita a “ser audaces y creativos” (Evangelii Gaudium, SS Francisco 2013.) Si bien esto pueda ser difícil e implicará tomar riegos, los mismos son necesarios para poder avanzar. 

Es probable que cometan errores, pero aprenderán y se fortalecerán de ellos en el camino hacia la madurez. 

Pero es importante saber que los años de aprendizaje en esta Universidad les han proporcionado las herramientas y los valores necesarios para salir adelante y afrontar los desafíos que la vida propone. Y seguirá haciéndolo, ya que los profesionales en la actualidad, se ven exigidos, o, mejor dicho, nos vemos exigidos, a realizar una continua capacitación para adecuarnos a los cambios permanentes del mundo de hoy. Por lo que podrán regresar a esta Casa una y otra vez en busca de nuevos saberes. 

Es por esto que el lema de la Universidad del Salvador estará siempre vigente. Porque siempre se pueden adquirir más conocimientos y siempre se puede ser más virtuoso. Y es que es imposible alcanzar el verdadero éxito profesional si no se fortalece la propia personalidad, ejercitándola en la paciencia, la humildad, la caridad y la esperanza. El mundo laboral puede ser complicado si lo enfrentamos sin la adecuada preparación técnica, cultural y ética. 

Como reflexión, acudo a los principios sobre los que se fundó esta Universidad y los exhorto para que puedan tomarlos como rectores de su desempeño profesional. 

Luchar por el sentido trascendente de la vida en una sociedad inmersa en la inmediatez, la fugacidad y la inmanencia. Avanzar mediante el retorno a las fuentes, para asumir en el devenir … el camino recorrido, personal y colectivo. Respetar y amar al prójimo nos permitirá reconstruir los lazos sociales y comunitarios que hoy están debilitados. Reconocer lo particular en cada persona y cultura, mientras se tienda siempre a buscar la unidad dentro de la diversidad, harán posible el aporte original y propio a lo universal. Como profesionales, es necesario que asuman un compromiso activo, ya que es su deber moral desempeñar con responsabilidad el rol que les ha tocado según la carrera que han elegido, contribuyendo así a la sociedad toda. 

Es pertinente agradecer también a aquellas personas que los han ayudado y contribuido a que esta etapa haya sido mucho más sencilla, especialmente en los momentos más difíciles: me refiero a sus familias, a sus amigos, en fin, a sus seres queridos … ellos han sido también un eslabón muy importante en la concreción de este logro. 

Agradecemos también a los directivos y cuerpo docente de la Universidad, quienes los guiaron en cada momento, entregándoles su saber y experiencia”. 

Finalizó diciendo: “Sólo me resta desearles a nuestros graduados el mayor de los éxitos en el ejercicio de sus profesiones, que les permita lograr todas las metas que se propongan, y sea este aplauso reconocimiento por el título académico alcanzado”.

Luego la Vicerrectora de Investigación y Desarrollo tomó el juramento de práctica y los graduados recibieron su diploma y medalla de manos de las autoridades.

La ceremonia finalizó con un encuentro de camaradería en el Salón de Usos Múltiples de la Unidad Académica.

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