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Dr. Bernardo Nante, Decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Estudios Orientales

Mística y metafísica en la obra de Borges: una lectura de ‘El Zahir`

El Dr. Bernardo Nante, Decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Estudios Orientales de la Universidad del Salvador, brindará en el Institut Catholique de París una conferencia sobre Mística y metafísica en la obra de Borges: una lectura de El Zahir, que se llevará a cabo el 23 de septiembre.

En "Kafka y sus precursores" Borges, inspirándose en T. S. Eliot, afirmó: “El hecho es que cada escritor crea sus precursores. Su labor modifica nuestra concepción del pasado, como ha de modificar el futuro”. Con estas palabras Borges describe, acaso, su propia obra, plena de alusiones literarias, filosóficas, religiosas heterogéneas, recreadas de modo singular. En ella se advierte su interés por la metafísica que a veces caracteriza como una rama de la literatura fantástica, aunque podría sospecharse, con Michel Carrouges, que recíprocamente, para Borges la literatura fantástica es una de las formas de la metafísica. Nos proponemos indagar en las resonancias místicas y metafísicas de la obra de Borges a partir de “El Zahir” que se publicó por primera vez en 1947 en Los Anales de Buenos Aires y que en 1949 pasó a integrar El Aleph. Borges, protagonista de su propio cuento recibe el Zahir en un almacén de Buenos Aires, adonde acude, apenado, a tomar una caña luego de asistir al velorio de Teodelina Villar, de quien había estado enamorado. En otros horizontes el Zahir fue tantas otras cosas; un tigre, un ciego, un astrolabio, una brújula, una veta de mármol, el fondo de un pozo. Aquí el Zahir es una moneda común de veinte centavos en la que no obstante Borges no puede dejar de pensar. Todos los intentos de liberarse de su imagen en la vigilia y en el sueño resultan vanos y, el tiempo, lejos de subsanar esta posesión, la agrava. Finalmente, Borges sospecha y anhela que el Zahir, a fuerza de pensarlo y repensarlo, se desgaste y así descubra a Dios. Como una suerte de apofatismo extremo, el cuento de Borges no menciona a batin (” lo oculto”) pero todo indica que lo celebra en permanencia en su intento de desgastar el zahir (“lo manifiesto”), que sólo “oculta” o es mera “apariencia” cuando se lo rechaza. El zahir es, mutatis mutandis, un espejo que repite ciegamente; que sólo refleja mi ilusorio semblante o, por el contrario, el espacio diáfano en donde se diluyen las vanas apariencias y puede surgir el verdadero Rostro. Se abordará la lectura del cuento mencionado a la luz de sus fuentes y de pasajes significativos de la obra de Jorge Luis Borges.



 

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