Natividad del niño Jesús
A días de la Nochebuena, si tenemos una simple mirada humana todo parece un poco tristón. El Niño Jesús pobre, indefenso y nacido en un pesebre. Su Madre Santísima también pobre, sin tener un lugarcito para darlo a luz, más que un pesebre para animalitos. San José sufre por no poder ofrecerles algo mejor. Pero todo es distinto si lo vemos desde Dios. Así lo quiso Dios Padre y la prueba la tienen con el Cántico de los Ángeles. "Gloria a Dios en lo más alto del Cielo y paz a los hombres amados por Dios".
Paz a todo ser humano que Dios ama y nada más grande podemos pedir. ¡Que paradoja! si lo vemos con una simple mirada humana todo es muy poquita cosa, pero desde la mirada del Padre una Noche Santísima. Nos ha nacido su Hijo en una naturaleza humana sin perder su Naturaleza Divina.
Como nos enseña el Prólogo del Evangelio de San Juan “el Verbo, el Hijo de Dios se hizo carne, idéntica a la tuya y a la mía menos en el pecado. Por algo el Villancico Noche de Paz, Noche de Amor.... Jesús nace en un Portal”.
Todo lo más grandioso revestido de la más absoluta pequeñez. Los que buscan grandezas no tienen nada, los que tienen a Jesús lo tienen todo. Una Santa Noche Buena y Feliz Navidad porque nos ha nacido el REDENTOR. ¿Podemos querer más que esto?
Monseñor Carlos Guillot
Coordinador General
Vicerrectorado de Formación
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