Carlos Gardel, la voz que sigue viva

Durante el mes de junio continuamos recordando a Carlos Gardel el “El Zorzal criollo”, en el mes de su partida.

El 24 de junio de 1935, cuando se encontraba en la cúspide de su fama, el cantor Carlos Gardel fallece en un accidente de aviación junto a sus guitarristas. Viajaba de Bogotá a Cali en un F-31 de la compañía Saco. Hace escala en Medellín, el avión recorrió la pista para alzar el vuelo, pero apenas había despegado se precipitó a tierra, chocando con otro avión alemán que esperaba en la cabecera de la pista.

Según el testimonio de los dos únicos pasajeros que lograron salvarse de los veintiuno que viajaban en el vuelo, la causa del accidente parece haber sido el fuerte viento reinante que hizo que el piloto perdiera el control del trimotor en el momento del despegue.

Luego de una gran y exitosa gira, la idea de Gardel era regresar a la Argentina para comprar una importante casa para vivir con su madre y casarse con su novia Isabel, y había algunos músicos que querían acomodar a sus familias, pero lamentablemente eso no fue posible. 

El cuerpo de Carlos Gardel fue traído a la Argentina en febrero de 1936 y su velatorio se llevó a cabo en el Luna Park. Los millones de apasionados del tango que lloraron la muerte de su ídolo acompañó el féretro, caminando desde el Estadio, hasta el Cementerio de la Chacarita, donde fue sepultado. Años más tardes también fue enterrada su madre Bertha Gardes en el mismo panteón. 

El panteón que tiene una gran figura del morocho del abasto es visitado por todos sus fans, argentinos y extranjeros. 

En el Museo Escenográfico “Botica del Ángel” en el sector “El cine de Carlos Gardel” se encuentra una obra del artista Hencer Molina que se llama “Medellín” lugar donde canto la última vez Carlos Gardel. Fue realizada en la década del 90 para un programa especial de televisión. También, un retrato de Gardel obra de Jorge Peralta Urquiza realizada durante el programa “Botica de Tango”, conducido por Eduardo Bergara Leumann, en la década del 80. Asimismo, se encuentran objetos del Morocho del Abasto como la última foto en el aeropuerto de Medellín, una hoja de carta con su nombre membretado, una foto autografiada y un cheque bancario con su firma (donación de la familia Delfino al fundador del Museo, Eduardo Bergara Leumann). La familia Delfino fue quien acogió a su madre, Bertha Gardes, al fallecer Gardel.