Catatonía Aguda: "un fenómeno del comportamiento instintivo
El Dr. Gerardo Fasolino profesor titular y director de la Especialización en Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la USAL y Jefe del Departamento II del Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial “José Tiburcio Borda”, publicó un libro titulado: Catatonía Aguda: "un fenómeno del comportamiento instintivo".
El Dr. Gerardo Fasolino es un destacado profesional de Psiquiatría y apela con acierto a su experiencia clínica y docente en la elaboración de este libro. No solo se trata de un trabajo original, lo que es un valor en sí mismo, sino, a la vez, de un texto ágil y amigable para los lectores de distintas orientaciones. El psiquiatra avezado o en formación y el médico general van a encontrar en este trabajo tanto una guía práctica y sobria para su actividad cotidiana como un escrito profundo y reflexivo sobre los trastornos psicomotores. (decano de la Facultad de Medicina, Daniel Martínez)
Prólogo: Desde fines del siglo xix, los trastornos psicomotores se constituyeron en uno de los temas más relevantes de la clínica psiquiátrica. A partir del famoso estudio de Kahlbaum sobre la catatonía o locura de tensión, gran parte de la investigación clínica se concentró en las perturbaciones motoras de los enfermos mentales, consideradas como signos de una enfermedad específica comparable con la parálisis general progresiva. Mientras la catatonía de Kahlbaum era asociada por Kraepelin a la demencia precoz, Wernicke describía el complejo sintomático de la psicosis de la motilidad, que Kleist
posteriormente aislaría como forma endógena de psicosis marginal. Este autor, al mismo tiempo, describiría formas crónicas de catatonía con grave compromiso defectual. Bleuler, por su parte, incorporaba el cuadro de Kahlbaum como una forma de esquizofrenia.
Sin embargo, sobre todo a partir de mediados del siglo xx, comenzaron a surgir voces disonantes que no comulgaban con la idea de subsumir la catatonía a la esquizofrenia. Así, fueron descritos episodios catatónicos agudos, incluso en su variedad perniciosa o letal, en otras psicosis idiopáticas y en diversos cuadros orgánicos y sintomáticos. Esta nueva concepción de la catatonía se ve plasmada actualmente en la clasificación norteamericana de trastornos mentales (DSM-5). No obstante, como afirma el Dr. Fasolino, las descripciones clínicas habituales de los episodios catatónicos, la enumeración de sus síntomas, no permite diferenciar claramente si estamos ante una catatonía aguda o un cuadro esquizofrénico crónico. A partir de este punto, comienza a iluminarnos la solución que nos ofrece Fasolino: si la catatonía aguda no es una esquizofrenia, sino una reacción inespecífica del cerebro, debe diferenciarse sin rodeos de la segunda. Esto implica la revisión de los sistemas diagnósticos y escalas que se utilizan para el diagnóstico del síndrome de Kahlbaum. Lamentablemente, las descripciones y escalas que existen actualmente, donde se detallan los síntomas catatónicos, incluyen manifestaciones que son propias de las denominadas catatonías crónicas. Estas últimas deberían calificarse como esquizofrenias psicomotoras, por ejemplo, para evitar cualquier confusión terminológica y descartar de plano su relación con la catatonía aguda. Los episodios catatónicos agudos en las esquizofrenias y en las psicosis cicloides, señala Fasolino, son reacciones inespecíficas como todas las presentaciones catatónicas agudas. Por eso es importante diferenciar los síntomas distintivos de estas últimas. Estos síntomas se destacan minuciosa y claramente en esta obra, juntamente con los diagnósticos diferenciales. Por otra parte, el libro del Dr. Fasolino nos ofrece un amplio panorama histórico y conceptual que permite una comprensión integral de la problemática en cuestión. En el final, el autor nos invita a reflexionar sobre una tesis evolucionista de la catatonía, en la que reelabora conceptos desarrollados por el psiquiatra alemán Ernst Kretschmer y el argentino Juan Carlos Goldar.
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