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Formación Médica de Posgrado en Universidad del Salvador

¿Qué hemos aprendido? ¿Cuáles son los desafíos del futuro?
Por la Dra. María del Carmen Bacqué, Directora de la Escuela de Posgrado de la Facultad de Medicina.

No cabe duda de que la institución universitaria, además de su función educadora, se constituye en el elemento central para el desarrollo sostenido de una sociedad. El aprendizaje superior, debe responder a las expectativas de la comunidad, cumpliendo con su responsabilidad indelegable como es la formación de profesionales capacitados para responder a su cuidado.

La generación de conocimiento científico- técnico en el ámbito de la medicina es muy vertiginosa, por eso resulta en un verdadero desafío para las instituciones educativas formar profesionales capaces de aplicar su conocimiento con amplio sentido de justicia social, especialmente en países con notorias desigualdades en el acceso a la atención sanitaria.

Sobre este aspecto UNESCO, en su Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI" ( octubre 1998), marca la necesidad de un nuevo pacto académico entre universidad y sociedad, reconociendo que en la actualidad la sociedad contemporánea "vive una profunda crisis de valores, y debe trascender las consideraciones meramente económicas y asumir dimensiones de moralidad y espiritualidad más arraigadas". Indica que la educación superior debe hacer prevalecer los valores e ideales de una cultura de paz, y que resulta una responsabilidad de la comunidad internacional, por lo que debe "contribuir a proteger y consolidar los valores de la sociedad, velando por inculcar en los jóvenes los valores en que reposa la ciudadanía democrática y proporcionando perspectivas críticas y objetivas a fin de propiciar el debate sobre las opciones estratégicas y el fortalecimiento de enfoques humanistas".

La Universidad del Salvador, inspirada en el espíritu ignaciano que dio origen a su rol educativo, define tres principios esenciales de la vida universitaria:
- La formación integral científica-humanística y cristiana de sus estudiantes en todas las carreras o especialidades.
- La investigación científica capaz de demostrar la síntesis armónica de la ciencia y de la fe.
- La docencia superior encaminada a una visión ética para abordar los distintos problemas humanos.

La filosofía educativa de la Escuela de Posgrado de la Facultad de Medicina, respondiendo a estos principios universitarios, ha desarrollado una propuesta de formación en educación post-básica dinámica, ajustada a los nuevos paradigmas en la enseñanza de la medicina, que asegura excelencia académica, calidad en su formación y pertinencia al entorno socio-cultural.

La propuesta docente tiene como fin armonizar con las necesidades del sistema de salud en el marco de las normativas universitarias nacionales vigentes, de tal forma que la educación superior ofrecida esté comprometida con “la formación integral del alumno en su condición humana”.

Actualmente contamos con 23 (veintitrés) Carreras de Especialistas y Maestrías en Medicina y Odontología, además de Diplomaturas Universitarias y Cursos de Actualización. (Ver cuadro para detalle).

Nuestras aulas albergan más de 700 estudiantes del país y de otros lugares de Latinoamérica, guiados por profesores de jerarquía académica y esencialmente vocación docente.

En un análisis de la situación de la educación superior en el país, se identifican diferentes entidades en las que se lleva a cabo la formación de posgrado; en primer lugar, las instituciones de salud públicas y privadas con los Programas de Residencias, cuya modalidad de enseñanza-aprendizaje está basada especialmente en la capacitación a través del “saber hacer”; se prioriza la adquisición de competencias mediante la imitación y repetición de los procesos. Alguna de sus características son la autonomía entre las instituciones y la falta de un sistema de evaluación objetivable.

También las Sociedades Científicas ofrecen un ámbito muy importante de formación, al reunir en su seno a los especialistas de trayectoria reconocida en cada especialidad. Una de sus características es la transmisión de información científica actualizada a través del conocimiento teórico. El auge de la modalidad virtual de enseñanza ha facilitado una mayor accesibilidad a la información, pero es escaso el control sobre el aprendizaje práctico. Puede concluirse que junto con los Programas de Residencias resultan complementarios, pero no integrales, para la formación del graduado.

En este escenario, la Universidad tiene un rol fundamental en el proceso educativo. De acuerdo con las políticas universitarias, la formación de especialistas médicos debe ser sistematizada, por sus implicancias dentro del modelo de salud y el impacto en el sistema sanitario tanto público como privado.

Su misión dentro de la sociedad es la de mejorar la salud de la población y esto constituye un proceso mucho más profundo que impartir conocimiento.

El desafío, es articular el proceso educativo con la práctica de salud. Para lo cual, es necesario: garantizar estándares de calidad en la organización curricular y la enseñanza de competencias; el sistema de evaluación debe demostrar calidad y la forma de administrar el conocimiento debe ser integrado.

¿Cómo nos preparamos para este desafío?
La Escuela de Posgrado de la Facultad de Medicina avanzó en la planificación educativa global de todas sus propuestas formativas, priorizando la articulación de “la educación médica con la práctica médica”. Reconoce el contexto social y el sistema sanitario existente e integra los conocimientos tendientes a favorecer la interdisciplina.

En síntesis, el objetivo primordial, es la formación de un profesional capaz de responder a los nuevos desafíos científicos y tecnológicos, sin perder la visión bioética y social de la medicina.

El trabajo conjunto con las áreas de planificación y asesoramiento en educación médica permitió el diseño de programas educativos armónicos y dinámicos. Pone el eje en la integración de los conocimientos, la investigación como fuente de aprendizaje y la reflexión bioética como instrumento de formación del estudiante no sólo como profesional sino y especialmente como persona.

Para tal fin se incluyeron cinco Materias Transversales, comunes a todas las carreras de posgrado: Bioestadística, Metodología de la Investigación, Seguridad del Paciente y Calidad en la Atención de la Salud. Bioética y Seminario Filosófico -Teológico.

Contamos en la Universidad, con el Vicerrectorado de Formación responsable de impartir los Seminarios Filosófico – Teológico, comunes a todas las Unidades Académicas. La Facultad de Medicina a través de sus Institutos de Seguridad y Calidad en Ciencias de la Salud y de Investigación en Medicina y Ciencias de la Salud, aportan los contenidos del resto de las materias transversales.

Asimismo, con la colaboración del Área de Educación Médica se organizó un Taller de Tesis destinado a todas las Carreras de Posgrado, con el fin de facilitar la confección de los Trabajos Finales Integradores.

¿Qué desafíos nos presenta el futuro?
Resulta importante destacar que en el contexto actual, las políticas universitarias nacionales imprimen una especial importancia a la formación práctica dentro de la currícula de las diferentes carreras de especialistas y reconocen los Programa de Residencias, como una forma de capacitación postbásica definidos desde el Ministerio de Salud Provincial en base a la organización del recurso humano en salud de cada sector.

Asimismo, la formación postbásica del médico de Carreras de Especialistas y Maestrías, queda explícitamente formalizada a través de los procesos de acreditación convocados por la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria). Cumplidos los procesos, sin la debida acreditación, el Ministerio de Educación de la Nación no permite inscribir nuevos alumnos.

En este contexto, desde la Escuela de Posgrado participamos de la necesidad de alcanzar la síntesis de “la educación en medicina y la práctica en medicina”.

Como parte activa de la Universidad, consideramos indelegable preservar y hasta recuperar el espacio que ésta tiene dentro de la sociedad. La enseñanza impartida a nuestros alumnos debe comprometerse con una mirada más ética sobre la realidad social y capaz de brindar conocimiento científico acorde al entorno, que asegure un desarrollo humano sostenible. A la luz de la recomendación de la UNESCO, es necesario renovar el pacto UNIVERSIDAD-SOCIEDAD, destinado a promover la formación de profesionales capaces de mejorar la salud de la sociedad.

En atención a estas premisas, la Escuela de Posgrado resulta un ámbito propicio para el diálogo productivo con las Sociedades Científicas y la articulación del aprendizaje conjunto con las Residencias Médicas. La meta es que nuestros graduados en medicina, en sus diferentes disciplinas, logren alcanzar una formación integral inserta en la realidad sanitaria de nuestro país.
 

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