IPAD: adicciones y el problema de la cocaína adulterada

Jorgelina Devoto, Directora del Instituto de Prevención de las Adicciones (IPAD) de la Facultad de Medicina, dialogó con Radio CNN en Español, en el programa de José Antonio Gil, sobre las adicciones y el problema de la cocaína adulterada que pone en vilo al país.

“Estamos ante una situación gravísima que nos tiene a todos muy impactados. Es una crónica de una muerte anunciada, es algo que podía suceder en cualquier momento porque se destapa el enorme aumento del consumo de sustancias. El caso de la cocaína adulterada pone en evidencia, lamentablemente, la enorme cantidad de consumidores que existen y todo el circuito del narcotráfico que llega al consumidor”, manifestó Devoto.

A su vez, la Directora del IPAD explicó: “desde el Instituto trabajamos el aspecto de las sustancias, la cuestión química, la farmacoterapia, la neurobiología, pero también trabajamos desde el lado de la prevención, tenemos que pensar que este fenómeno afecta a la sociedad biológica, física y psicológicamente. Hay que poner el foco donde realmente está: narcotráfico, lavado de activos, seguridad, mecanismos de la sociedad, justicia y la persona, aquel que va a demandar el consumo, en este caso todos adultos de entre 30 y 50 años”. 

“Nosotros no queremos centrar todo en el delito. El narcotráfico es un negocio que se desarrolla de manera exponencial, y los países y políticos van detrás de lo que la realidad nos va mostrando. Es muy importante pensar que si estamos en manos de un crimen organizado a nivel mundial cómo podemos cuidar al otro, a los niños que son obligados a ingresar a este mundo desde muy chicos.

No podemos seguir mirando para otro lado, y desde el Instituto y la Universidad trabajamos en este tema hace 30 años y esa es nuestra propuesta”, señaló Jorgelina Devoto.

Por último, destacó: “hay mucho problema para lograr que un paciente que tiene una adicción pueda ser atendido desde el ámbito público. Hay muchos centros de rehabilitación que son muy caros; y el Estado como política pública tiene que armar una red de centros de atención y hospitales. Por la dimensión del problema, los recursos que hay hoy en día se quedan cortos. 

No podemos bajar los brazos. La gravedad de este hecho nos pone en la obligación de tomar el toro por las astas. Estamos fracasando porque la sociedad y las políticas públicas no están a la altura de las circunstancias”.