La docencia: ¿Profesión o Pasión? Reflexiones sobre el Ciclo Pedagógico Universitario USAL

Muchos profesionales, estudiantes y/o graduados de la Universidad del Salvador, así como también de otras instituciones de nivel superior universitario, suelen preguntarse ¿qué es el Ciclo Pedagógico Universitario? Para una respuesta más rápida y tecnológica, invito a los lectores a escanear el siguiente código QR y/o link (gentileza de Nancy Celeste Rodríguez) que los conducirá a una presentación en padlet de cinco preguntas y cinco respuestas, las cuales estimo lograrán saciar sus primeras inquietudes.

https://es.padlet.com/rodriguezceleste04/ciclo-pedag-gico-universitario-sdf2k9e74zu9i7hb   

Sin embargo, el Ciclo Pedagógico Universitario (CPU) que nuestra Casa ofrece a los interesados en la docencia –y en todos los roles en que la misma es capaz de desplegarse- va más allá de esos primeros interrogantes y respuestas. Al internarnos en su esencia, descubrimos sus orígenes, sus trayectorias, sus logros, entre otros, todo lo que nos lleva a un abanico de posibilidades que este Postítulo puede brindarnos en el siglo XXI. 

Si iniciamos un recorrido en la línea del tiempo, encontraremos que la creación del CPU se remonta al año 1965. Así versa las palabras que nos comparte el Dr. Jorge Fabián:

“Desde su fundación, la Universidad del Salvador siempre hizo hincapié en la importancia de la formación docente. […] A partir de la necesidad de homogeneizar criterios para la formación de los docentes de las distintas disciplinas en 1968 el entonces Rector, P. Ismael Quiles S.J., decidió que los cursos de profesorado de las Facultades de Filosofía, Psicología e Historia y Letras, pasen a depender del recientemente creado Departamento de Ciencias de la Educación (R.R. N° 113/1968). Al año siguiente, se estableció el Plan de Estudios del Curso de Profesorado (R.R. N° 81/1969), quedando formalmente establecido lo que hoy conocemos como “Ciclo Pedagógico Universitario”. 

Si bien no he tenido el gusto de conocer al R.P. Ismael Quiles S.J. en persona, sí he tenido el privilegio de verlo en videos y escuchar sus palabras llenas de sabiduría, calma y empatía, con su mirada puesta en “la otredad”. Resulta interesante, también, recordar que la primera Decana de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social (FCECS) fue la Dra. María de las Mercedes Terrén, en el año 1976, Facultad que le dio acogida a nuestro Ciclo Pedagógico Universitario, una decana cuyos colegas, profesores y estudiantes aún nombran con afecto.

En mi caso, tuve la fortuna de dar mis primeros en el tramo pedagógico Usal en el año 2003, luego de graduarme en esta Casa como Licenciada en Lengua Inglesa. En aquel entonces el CPU no había llegado aún al Campus, razón por la cual decidí cursarlo en la Sede CABA de Callao 835. Por aquellos tiempos no imaginé que unos años más tarde sería convocada para ser parte del staff docente como profesora de Observaciones y Prácticas de la Enseñanza primero, y luego, de Didáctica Especial. Reconozco que me sentí halagada y orgullosa de ejercer lo que siempre consideré como una pasión: la docencia.

Con el paso de los años, el CPU USAL logró extender sus alas y hoy cuenta con una variada oferta educativa en cuanto a días y horarios para cursar, modalidades y sedes. He compartido mi labor, y aún lo sigo haciendo, con profesionales idóneos y comprometidos con la educación superior universitaria. Recibí tanto el apoyo de nuestro Decano Dr, Máximo Paz, como de nuestro Director de Educación, Dr, Francisco Arri, y nuestra Secretaria Académica, Lic. Erica Walter –sin desmerecer, por supuesto los soplos de aliento que en varias oportunidades las Secretarias y Coordinadores Generales supieron darme.

En estos momentos, con ya diez años de experiencia en la Coordinación del CPU en el Campus Pilar, puedo afirmar que tanto la labor docente como la gestión siguen siendo para mí todo un desafío. Mi trabajo gira en torno a las relaciones humanas, y a la combinación de demandas estudiantiles y estrategias docentes capaces de sostener una carrera que se ha convertido en el complemento perfecto para todo aquel profesional que siente la necesidad, y por supuesto la vocación, de compartir con sus alumnos lo aprendido, sus experiencias y su entusiasmo por seguir aprendiendo. 

Es precisamente este año, el 2023, un año muy particular. Con la llegada de nuestra nueva Coordinadora General Mg. María Laura Sanchez, acompañada por un equipo conformado por la Mg. Claudia Zysman (liderando el CPU Semipresencial), la Lic. Leticia Grosso (recientemente nombrada Profesora Emérita) y quien les escribe, Lic. Patricia Policastro (doctoranda e investigadora de esta Casa), el CPU ha dado un viraje de 360° en pos de invitar a sus actuales estudiantes, y a los futuros aspirantes, a emprender una trayectoria que no se limita a adquirir nuevos saberes o conocimientos. Se trata de una propuesta que busca brindar herramientas útiles y prácticas, no sólo para su inserción laboral en el campo educativo, sino también para mejorar y/o actualizar sus prácticas docentes en las aulas secundarias, terciarias y universitarias.

Ser docente en estos días no es tarea fácil. De ahí que el CPU se vea en la obligación de prestar suma atención a las demandas de quienes ya vienen enseñando, y aún más, de quienes por primera vez se enfrentan a miedos e incertidumbres ante el panorama estudiantil que se les presenta. Hoy más que nunca, el CPU USAL tiene el compromiso de transmitir confianza mediante un equipo de profesores especializados en diferentes áreas y con ganas de seguir formándose y especializándose al compás de los requerimientos que las instituciones educativas nos imponen, entre ellos el manejo de las nuevas tecnologías y su puesta al servicio de la formación docente.

Podría escribir por horas, aunque estoy convencida de que las imágenes y/u opiniones de quienes han dejado sus huellas en su paso por el CPU valen más que mil palabras mías:

“Estoy conforme con el CPU, me brindó herramientas y perspectivas que difícilmente hubiese adquirido en la práctica”.

“Muy buena predisposición por parte de los docentes. Muy buen manejo de los temas. Se nota la pasión al enseñar”.

“Ahora cuento con una variedad de herramientas y estrategias para planificar y estar en el aula”.

 Ojalá mis humildes reflexiones sean una inspiración que quienes todavía se hallan indecisos y se preguntan si sería o no conveniente optar por el CPU USAL el próximo año. ¿Acaso la docencia es una profesión o una pasión? Queridos lectores, los invito a seguir reflexionando. 

Prof. Lic. Patricia Silvana Policastro