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Colación de Grado de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía

En el Auditorio “Rector Juan Alejandro Tobias” del Campus “Nuestra Señora del Pilar”, se realizó el acto de Colación de Grado de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía, que representa el acontecimiento por excelencia de la Vida Universitaria.

Presidió el acto académico la Decana de la Facultad, Dra. Gabriela Renault; la Directora de la Carrera de Psicología, Lic. Sandra Nonino y el Colaborador Académico del Campus, Lic. Sebastián Albani.

El Rector de la Universidad, Carlos Ignacio Salvadores de Arzuaga, hizo llegar sus sinceras felicitaciones a los graduados a través de un cálido mensaje, que la Decana al finalizar su discurso leyó a los presentes: "Estimada Decana, lamentablemente tengo compromisos impostergables. Ruego sepan disculpar que no los pueda acompañar al acto más importante de la vida académica.

Por favor haga llegar a los graduados mis sinceras felicitaciones con sentimiento de congoja porque dejan la Casa.

Espero que mantengan sus lazos afectivos con esta Comunidad y vivos el ideal de servicio. Que Dios los bendiga y la Virgen los proteja con su Santo Manto".

Estuvieron presentes académicos, personal administrativo, docentes, familiares, amigos e invitados. 

Para dar inicio a la celebración, el Quinteto de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de la USAL, integrado por las profesoras Ángela Goussinsky y Valentina Guirigay, en violín; el profesor Luis Bohorquez, en viola; el profesor Marcelo Jara, en cello y el profesor Nicanor Suárez, en contrabajo. En esta oportunidad interpretaron: “Popurrí" de Mariano Mores; “Adiós Nonino” de Astor Piazzolla; “Por una cabeza” de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera y “Libertango” de Astor Piazzolla.

A continuación, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino.

Seguidamente, en representación de los graduados de la Licenciatura en Psicología hicieron uso de la palabra Gabriela Laura Noemí González Stier, Santiago Nicolás Palantzoglou y Marco Antonio Torres Astorga: "¡Lo hicimos, felicitaciones! Ese camino que cada uno empezó a recorrer hace un tiempo y a un ritmo distinto, llegó a su fin. Durante algunos años fuimos alumnos de esta casa de estudios a la que entramos un día con un objetivo: Ser Licenciados y Licenciadas en Psicología. Sin dudas, uno de los títulos más lindos en materia de salud mental.

Cada uno entró a este camino, con un recorrido particular: hay quienes recién salían del colegio secundario, quienes ya habían empezado otras carreras y habían decidido cambiar y quienes ya tenían un título y querían continuar recorriendo este camino, sea por placer, como deuda personal o por deseo de reorientarse profesionalmente.

Hace unos días, pensando en esta ocasión, nos preguntábamos porque a la formación universitaria se la llama carrera. ¿Qué tiene de carrera? ¿Toda carrera es una competición? ¿Cuántos ganadores puede haber? Cambiando lo que hay que cambiar, toda carrera tiene tres momentos fundantes: inscripción e inicio, el durante y la finalización. Para ganar en una carrera de competencia hay que terminar primero; o, primero terminar, sea cual sea el escenario. Y terminar, implica avanzar e implica haber comenzado. Esto es motivo de celebración. Finalizamos una etapa del camino muy marcada y que, muchas veces se veía interminable.

Ese objetivo que se vivía tan lejano hoy es un hecho. ¿Cuántas veces nos encontramos frustrados? ¿Cuántas desesperados? ¿Cuántas con ganas de tirar la toalla? Frente al desánimo, no faltaba la palabra de aliento: Ya va a llegar, ya va a llegar. Lo que nunca nos dijeron ni nos imaginamos es cuán importante era todo eso que hoy, con orgullo, estamos dejando atrás. Las aulas: que nos vieron ser protagonistas, que nos vieron crecer, enojarnos, alegrarnos, frustrarnos, estar tristes, cabecear de sueño, reír y aprender. Los pasillos eternos con cientos de alumnos sentados esperando a ser llamados para rendir un final. Los cafés y mates con amigos entre materia y materia. Los aplausos y gritos por el compañero que se había recibido. Los profesores que con sus conocimientos y su pasión nos enseñaban, no sólo los contenidos teóricos sino, también los procederes prácticos con sus innumerables casos. También, los autores y pensadores que estudiamos. Y allí, de telón de fondo, el sueño siempre presente…

En aquel momento, nos consta que era difícil vislumbrar el final del camino y jamás nos imaginamos lo que como comunidad educativa nos tocaría atravesar: la pandemia. De un día para otro hubo que reorganizarse para darle continuidad a nuestro objetivo compartido. Hubo quienes pudieron aprovechar la situación para avanzar más rápido y quienes tuvieron que priorizar otras cuestiones; pero, lo que sí podemos afirmar es que para todos fue un desafío y que pudimos, cada uno, responder y avanzar. El sueño de ser licenciados en psicología estaba cada vez más cerca.

El plan de estudios de psicología de la USAL consta de unas 50 materias, entre seminarios, TIF y prácticas; son más de 2000 horas de clases, hemos rendido un promedio de 120 exámenes y muchísimos finales. La licenciatura en Psicología de nuestra universidad tiene una certificación en la CONEAU y es una de las mejores universidades de la Argentina para estudiar la carrera. ¿Tiene cuestiones por mejorar? Por supuesto. Pero hemos tenido una formación integral y en diálogo constante con las problemáticas y enfoques actuales, lo cual es un privilegio.

Miremos a derecha e izquierda, no estamos solos. Si bien cada uno tuvo que atravesar sus propios desafíos, como ser: amores y desamores, duelos por la muerte de seres queridos, cuestiones laborales, enfermedades, nacimientos de hijos, exámenes, asistencia a clase y un sinnúmero de otras situaciones lo que sí todos los aquí presentes tenemos en común es que hemos dado respuesta cuando fue necesario y hemos avanzado. Todo eso, cada desafío y cada respuesta están también escritos en el título que con tanto orgullo llevamos. Esto es lo que hoy celebramos: haber iniciado un trayecto, haber avanzado contra viento y marea y haberlo finalizado. Queda en lo íntimo de cada uno el balance que hace que, cada camino y por lo tanto, cada título, sea único.

Esos casos de Freud que leíamos una y otra vez, y que nos desvelaron durante noches y noches, a partir de hoy son pacientes reales que se sientan y se sentarán en nuestro consultorio en busca de un espacio de escucha. Son proyectos que nos llegan para transformar la cultura de una organización o mesas de trabajo para una nueva investigación. Esas famosas manchas o dibujos (como muchos las llaman) y todos los otros tests que conocimos, hoy nos permiten hacer diagnósticos reales.

Sin importar el marco teórico desde el cual cada uno trabaje, tenemos que tener en cuenta que es nuestro compromiso desarrollar siempre y ante todo la escucha; que seamos respetuosos y que nos abstengamos de juicios y de decisiones apresuradas. Recordemos lo que dijo alguien alguna vez: “Un gran poder conllevar una gran responsabilidad”.

Si bien dejamos de ser alumnos, comprometámonos a no dejar de aprender: de los libros, de los colegas, de los pacientes, de la vida, de cada situación y en cada momento.

Muchas personas han colaborado desde diversos lugares para que este trayecto fuese posible: directivos, profesores, administrativos, personal de maestranza, amigos, familiares, parejas, compañeros, etc. Hubo quienes nos consolaron en momentos de desaliento y frustración, quienes nos ayudaron a estudiar y a entender un tema que se nos hacía especialmente difícil, quienes nos hicieron reír para relajarnos antes de un examen, quienes secaron nuestras lágrimas y, mucho más. Algunos están físicamente hoy acá y otros nos acompañan desde algún otro espacio. A todos queremos agradecerles haber estado ahí cuando los necesitamos. Y también agradecemos a esas personas que nos pusieron obstáculos y frente a las cuales tuvimos que poner en juego recursos creativos que nos hicieron crecer y nos fortalecieron. A cada uno, ¡Gracias!

En fin… O, mejor dicho, en principio, comenzamos una nueva etapa del camino, menos estructurada y marcada pero igual de apasionante, llena de desafíos y oportunidades. No estamos solos. Licenciadas, licenciados ¡Felicidades!"

Seguidamente, hizo uso de la palabra la Decana de la Facultad, Dra. Gabriela Renault: “Creo que ya vamos por la tercera colación del año y con la de acá de la Sede de Pilar, son cuatro, lo marco por lo importante de poder encontrarnos presencialmente físicamente, sé que estuvimos en forma presencial siempre, pero por la pandemia, lo hicimos en forma remota, no quisimos  a pesar de lo disruptivo, trágico y tremendo de la pandemia dejar de estar nunca, no quisimos ni por un solo día dejar de dar clases, de que se pudieran hacer las practicas, de que se pudieran formar, se pudieran recibir, a pesar de no ser lo mismo que en lo que seguro deseaban, en un imaginario diferente, lo hicieron, esa era y es nuestra misión, la de formar excelentes profesionales, por eso no podíamos faltar a ese derecho.

Fueron dos años, fuertes, con muchísima tristeza pero siempre nos dimos esperanza, el saber que teníamos que seguir por ustedes, en esto agradezco, muy especialmente,  a los docente que no bajaron los brazos, a los administrativos que siguieron trabajando y apoyándonos, a los académicos que en todo y a cualquier hora, nos reuníamos para saber cómo seguir, llegar mejor, inventando muchas veces las formas de que no falte nada, de todo lo que siempre nos proponemos de dar de nosotros lo mejor.

Quiero agradecerles especialmente, a los jóvenes que siguieron a pesar de muchas veces, ver muy oscuro el cielo, pero pudieron a pesar de ello, estar en clases virtuales, estudiar, dar exámenes, y como ya dije hasta recibirse muchos en forma virtual, por todo esto unas gracias enormes.

Por todo esto es que celebro, que un acto tan importante, como este de graduación, lo podamos hacer a pleno, en presencia física, con todo lo que supone la materialidad de los cuerpos, con su familia, con sus colegas, que fueron sus compañeras y compañeros.

Sabrán y seguro ya están saboreando lo hermoso, de nuestra profesión, estamos ante el comienzo de este siglo, a pesar de llevar dos décadas, el siglo a mi entender comenzó con la pandemia, colocamos en agenda, lo fallido de la globalización, pusimos en ejecución la palabra disrupción, la vida no volverá a ser igual, como no lo fue después de la revolución industrial en el siglo 19, o como lo fue después de la primera y Segunda Guerra Mundial. 

Los impactos que son por lo disruptivo, cuestan en ser elaborados, procesados, porque nos vienen de sorpresa, cuando no estábamos preparados, lo incierto no es igual a la incertidumbre, la incertidumbre es algo que está en el desarrollo vital, en los desarrollos económicos, sociales, etc. siempre dejamos un lugar a la imprevisibilidad, pero lo organizamos, lo planificamos igual, lo incierto es lo desconocido, lo que no se planifica, lo que no se sabe cómo evitar.

También es cierto, que hay más de una pandemia, no digo solo desde los virus o las bacterias, hay pandemia de guerras, ya que no solo es la de Ucrania y Rusia, es la de Siria, la de Afganistan, la d4e Indonesia, etc, también, lo digo por la pandemia del hambre, la miseria, las violencias, los refugiados, las grietas.

Estamos ante un cambio de época, no es solo una época de grandes cambios, pasamos de los átomos a lo bit, pasamos de lo sólido a la liquidez de principios, la teoría del caos, de que un aleteo de una mariposa, altera el ciclo de la naturaleza y no se puede predecir el efecto, es una realización.

Pero no vinimos para amargarnos o lejos estoy para que nos vayamos con angustia, solo el planteo es para decirles, los y las necesitamos, tenemos todas las incumbencias para este siglo 21, el llamado, a ustedes es ahora, para la dedicación inmediata a la salud mental, todos necesitaremos de un psicólogo o psicóloga, debemos entender que el impacto disruptivo, sin elaborar, genera síntomas, individuales y sociales, debemos saber que en cada campo de acción de nuestra carrera, está la necesidad ya planteada, la clínica, requiere de urgencias, los servicios de salud, deben contar con nuestro servicio, se ha complejizado nuestra tarea, los cuadros no son ya lineales, las patologías duales son una realidad, la sintomatología de época, se basa en la desmentida y en las fallas en el narcisismo, ya no es solo de histeria o represión, la psicosomática, las psicopatías, las patologías de borde son un cotidiano, en los consultorios y en los hospitales, por ende la escucha hoy más que nunca, es lo que clama por todos lados, la necesidad de arrope, de disponibilidad, los nuevos encuadres son la necesidad más concreta y eficaz para plantear la dirección de la cura. 

En lo educativo, creo que nuestro sistema educativo no está pudiendo ver a las nuevas generaciones y de no verlo, tiene fecha de vencimiento, la falta de motivación, el aburrimiento constante, la falta de visión de futuro, amenaza a nuestros sujetos, debemos estar en los gabinetes, en las escuelas, universidades y en todo formato de educación.

En lo que refiere a lo laboral, la necesidad de psicotécnicos, actualizados, los nuevos perfiles de los sujetos que ingresan a la vida laboral, debe tener que tomar un nuevo direccionamiento, y en esto tenemos que estar, en todas las organizaciones laborales, la necesidad de cuidar el clima, la gestión de las emociones, es le diría hoy el ABC, del éxito.

En lo jurídico creo que no hay dudas, hoy este campo más que nunca se toca con lo social, entonces debemos responder al porqué de la delincuencia, de tantos abusos, de tanta falta de ley de tanta falta de cumplimiento moral, los nuevos regímenes de adopción, las nuevas leyes de época reclaman una mirada desde lo psicológico.

Debemos también responder, en lo comunitario, ni durar, la fragilidad de cómo está la sociedad, la misma requiere que estemos, la violencia ha tomado la calle, a los menores, a los grupos, la ausencia de empatía en muchos lados, pide urgente, que la mirada psicológica responda y realice proyectos, programas, las adicciones, la soledad, las personas mayores, son hoy nuestro gran objeto de estudio y junto con todo lo nombrado la investigación, las preguntas que demandan ya una respuesta, deben ser estudiadas.

También debemos mencionar, todos los campos actuales, la psicología deportiva, los cuidados paliativos, las desigualdades sociales, la psicología política, la psicología del tránsito, a la inteligencia artificial, el impacto del tecnicismo en las subjetividades de las personas, la permanencia en las redes de las personas, creando una realidad paralela, así podría seguir enumerando miles de campos, donde poder insertarnos y responder así a una humanidad que clama por ser abrazada.

Como ven mis noveles graduadas y graduados, no les va a falta trabajo, sepan que en sus manos tienen un alto título, sepan de sus incumbencias exclusivas a su rol, que hace que ninguna otra profesión pueda cubrirla, sepan lo valioso que es para esta época su rol.

Entonces también sepan, que seguimos a su lado, que estamos para seguir formándolos, para poder trabajar juntos, para poder crear nuevos escenarios, que siempre debemos darnos por los más vulnerables, no dejemos de entregar nuestra sabiduría, vuelen sin dudar, tienen todo para hacerlo y repito estamos a su lado.

Es una maravilla este día, lo celebramos especialmente, verlas y verlos es muy fuerte. Soy graduada de la Facultad, soy colega de ustedes, la magia de ser USAL, es muy grande, pueden estar tranquilos que tienen todas las herramientas, para dar de ustedes lo mejor, siempre estaremos para acompañarlos, hagamos una historia mejor, llevemos esperanzas, andares, proyectos, hagan camino que pueden y sabemos de lo mucho que son necesitados.

De mi parte y de todo el equipo de la Facultad, felicitaciones y  a brillar, cuentan con nosotros y estamos para ustedes".

Seguidamente, tomó juramento a los graduados. Luego, el Padre Juan José Milano realizó la bendición de diplomas y medallas y se procedió a la entrega en manos de las autoridades.

Recibieron sus diplomas: Agustina Abas, Ayelen Nahir Alario, Martina Constanza Albano, Josefina María Arias Bazo, Ángeles  Aso, Luz Barria, Delfina Basterra, María Victoria Basterra, Florencia Soledad Bello, Micaela Denise Bragarnik, Florencia Budini, María Victoria Cabrera, Marina Silvia Calocero, Cecilia Nicole Cando Loguercio, Juan Martin Canepa, Lucia Caridad, Oscar Alfredo Carvalho Boden, Agustina Belén Casalnovo, María Teresita De La Cruz Castro López, María Natalia Chiappuzzo, María Alejandra Cleves Nazate, Flavia Contreras Colicchio, Sofía de la Colina, Joaquina Delamata, Camila Di Natale, Chiara Dreossi, Bahiana Ayelen Durante, Carolina Belén Fernández, Silvia Lucila Firpo Pérez, Nazarena Folino, Sofía Malen  Fuentes, 
Enrique Gassiebayle, María Soledad Gobetti, Julieta Gómez, Tatiana Gómez Rueda, Catalina Sol González, Melanie Mercedes González, Gabriela Laura Noemí González Stier, María del Pilar Gutiérrez, Rodrigo Hernán Gutiérrez, Juan Guyot, Débora Mariel Hendrickse, Betzabet Susana Herrera, Elisa Irigoin, Ana María Juárez, Elena Karamanian, Milagros De Los Angeles Kranevitter, Jimena Soledad Lacarra, Camila Sol Laitano Gómez, María Albertina Legazcue Giachino, Juan Pablo Lodolo Murcia, Juan Manuel Manzur Reta, Karen Stephanie Marson, Santiago Daniel Marti, Juana Menéndez, Francisca Mezzini, Carolina Emilia Molinari, Candela Monpelat, Natalia Andrea Moreno, Adriana Moreno Crespo, María Agustina Mosqueira, Lara Agostina Murias Peloc, Carolina Neville, Patricio Tomas Newton, Amparo Nieto, María Ludmila Nobile, Jessica Ailen  Obino, Fernando Tomas Olmedo, Pilar Olmedo, Francisco Orsi Echarte, Catalina Paglia, Santiago Nicolás Palantzoglou, Anabella Melany Panebianco, Sofía Belén Papa, Andrea Verónica  Pelleriti, Micaela Pereira, María Porcel de Achaval, Lucía María Prieto, Sofía Nahir Repetti, Ana Rodríguez Melgarejo, Valentina Ruiz Gómez, Juana Sáenz Cavia, Fiorella Salamida, Lucia Agustina Salva, Julieta María Sánchez, Martina Sánchez, Florencia Santamaria, María Mercedes Saravia Avalia, Camila Serigos, Flavia Jimena Sirch, María Fátima Sosa, Álvaro Soto Bianchini, Catalina Suarez, Mariana Andrea Such, Micaela Belén Tamone, Federico Ariel Tobal Schultheis, Marco Antonio Torres Astorga, Camila Torres Perdomo, Ana Sol Michelle Trapanese Randi, María Lucila Trevisan, Dolores Varano, Carla Leonela Vetuschi, Mercedes Villalba Guiñazu, Sabrina Vivar y María Luz Zubieta.

 

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