Carta de Principios: “Historia y Cambio”
El 26 de junio de 1974 la Compañía de Jesús confía la conducción de la Universidad del Salvador a los laicos de la Asociación Civil. En ese momento del desligue, cuando la Universidad, a través del Consejo de Laicos, manifiesta la intensa necesidad de preservar su identidad, el R.P. Jorge Bergoglio S.J. presenta el Documento “Historia y Cambio”, en el que quedan delineados los puntos en los que la Nueva Universidad del Salvador deberá apoyarse para ser fiel a sí misma, para rescatar su “continuidad en el espíritu jesuítico: lucha contra el ateísmo, avance mediante el retorno a las fuentes, universalismo a través de las diferencias”. Estos tres principios rectores orientarán la espiritualidad y la misión de la Universidad del Salvador hasta el presente.
(…) “Será una Universidad “fundada en la fe, es decir crítica e innovadora”, una institución que, llevada por un sentido trascendente, religioso de la vida, ponga de manifiesto la crisis del ateísmo moderno-desde su perspectiva inmanente-, su imposibilidad de juzgar globalmente la aventura del hombre contemporáneo. Una Universidad cuya acción hacia adelante sea fiel a las fuentes marcadas por la institución organizante de San Ignacio de Loyola. Una Universidad que asuma la “seguridad de que la verdad encarnada sólo se muestre en el juego diverso de lo creado”. (…)
Carta de principios “Historia y cambio”, Buenos Aires, 27 de agosto de 1974.
(...) “Nuestra lucha contra el ateísmo, hoy se llama lucha contra el teísmo (...), contra ese "dios" destilado, trascendente pero dentro de los límites de la inmanencia…siempre a nuestra mano para ser usado como un instrumento más del consumismo que nos agobia. Se pretende una mística sin misterio. (...) A la luz de esta afirmación de "Dios manifestado en la carne de Cristo" podemos delinear la tarea formativa e investigadora en la Universidad: es un reflejo de la esperanza cristiana de afrontar la realidad con verdadero espíritu pascual.
La humanidad crucificada no da lugar a inventarnos dioses ni a creernos omnipotentes; más bien es una invitación – a través del trabajo creador y el propio crecimiento – a creer y manifestar nuestra vivencia de la Resurrección, de la Vida nueva”. (…)
Palabras pronunciadas por S.E.R. Monseñor Jorge Mario Bergoglio, S.J., con motivo de los 20 años del documento "Historia y Cambio", Buenos Aires, 17 de mayo de 1995.
- Inicie sesión para enviar comentarios