Ciclo Pedagógico Universitario USAL: ¿En qué consisten las observaciones y las prácticas de la enseñanza?
La mayoría de nuestros estudiantes del Ciclo Pedagógico Universitario (CPU) de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social de la Universidad del Salvador (USAL), al igual que los aspirantes entusiasmados en complementar sus estudios de grado con un título que les permitirá ejercer la docencia en los niveles secundario y/o superior terciario-universitario, se plantean con frecuencia los siguientes interrogantes (entre otros, por supuesto): ¿En qué consisten las observaciones y prácticas docentes? ¿De qué manera se cursan? ¿Acaso se trata de una materia más? ¿Cuántas observaciones y cuántas prácticas debemos realizar? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo?
Estas son sólo algunas de las inquietudes que se manifiestan a la hora de iniciar este tramo pedagógico, o bien de optar por transitarlo o no. En realidad, la cátedra bajo el nombre de Observación y Práctica de la Enseñanza -Resolución Nº 1071/06 del Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología de la Nación, para el ejercicio de la docencia en el ámbito público y privado en los niveles secundario, terciario y universitario- es una materia más de nuestro plan de estudios del CPU, la cual, a diferencia de otras, constituye la columna vertebral de esta carrera. Ya sea sin experiencia, o bien con experiencia en alguno/s de los niveles educativos arriba mencionados, los estudiantes se enfrentan a un desafío de cursada de carácter tutorial, lo que significa la asignación previa de un profesor-tutor (con la función de guía, orientador y acompañante), quien traza un plan de trabajo dividido en etapas y en consonancia con las necesidades, demandas o situaciones particulares de cada alumno-practicante. Tales acciones se llevan a cabo siempre enmarcadas por la documentación formal -disposiciones decanales, reglamento y programa-, y bajo la supervisión del equipo de Coordinación del CPU.
La sigla OyPE resulta algunas veces un tanto intimidante, y lleva a pensar primero en los obstáculos que se podrían presentar a la hora de empezar a practicar. Sin embargo, tanto las observaciones como las prácticas tienen que ser comprendidas desde la perspectiva de un nuevo aprendizaje, de una retroalimentación, de una adquisición que implica muñirse de estrategias y técnicas de enseñanza actualizadas, innovadoras y orientadas hacia nuevas y más eficaces prácticas dentro del aula.
Desde hace ya varios años, el CPU –respaldado por la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Comunicación Social - ha sabido gestionar un plan de ofertas áulicas negociando y estableciendo Convenios Internos con las distintas facultades y/o Unidades Académicas de la Universidad del Salvador, en sus Sedes de CABA y Campus Universitario “Nuestra Señora del Pilar”, con el fin de garantizarle a nuestros practicantes un espacio en la carrera y materia que tanto ellos, como su tutor, estimen del agrado y conveniencia para cumplimentar las dos observaciones y dos prácticas requeridas en cada nivel de este tramo. Asimismo, se resaltan algunos acuerdos externos con otras instituciones educativas de nivel medio. Cabe destacarse que el profesor-tutor también otorga a sus alumnos la posibilidad de escoger una institución educativa secundaria o de nivel superior, en la cual ellos se sientan a gusto. En este punto, es indispensable no dejar pasar por alto nuestro enorme agradecimiento a todos quienes han facilitado la gestión para que este proceso se pueda llevar adelante, entre ellos directores, representantes legales, colaboradores académicos, y sobre todo profesores que nos abren sus puertas áulicas en cualquier momento del año para recibir y, muchas veces también apoyar, a nuestros practicantes del CPU USAL.
El Plan de Trabajo de OyPE se despliega en tres etapas bien definidas que convergen en las siguientes acciones: observar, planificar, y dar una clase modelo y magistral con sus correspondientes momentos de motivación y desarrollo de actividades originales y creativas, actividades capaces de convertirse en una experiencia significativa y memorable, tanto para los practicantes como para los estudiantes del aula que los recibe. Es necesario siempre recordar que “Planificar es todo un arte y, a la vez, una ciencia; un arte, pues requiere de la creatividad del docente; una ciencia, pues también implica investigar y experimentar con nuestros alumnos. Yo comparo el planificar con el trabajo de un escritor, en especial el de aquel que escribe un guion para ser llevado al escenario. Por supuesto, ese guion tendrá que ser lo suficientemente flexible como para admitir cambios, adaptarse a las circunstancias y hacer las veces de un mapa, una ruta de camino, una guía práctica que facilite nuestra labor y que a la vez muestre a los alumnos nuestra preocupación, interés y pasión por enseñar” (Policastro, 2017).
Hoy necesitamos formar a nuestros futuros docentes para que puedan afrontar los nuevos desafíos que este mundo global y cambiante les presenta a diario. Es por ello que la práctica presencial viene seguida de una práctica virtual asincrónica simulada que demanda el uso de las diversas TIC y de las competencias tecnológicas personales y/o individuales. En breve, seguramente, el CPU estará incorporando el concepto de “artificial intelligence” (IA) que se viene avecinando y conquistando el mundo de la educación mundial. Por estas razones, y tantas otras antes mencionadas, invitamos a todos los profesionales de esta Casa y de otras Instituciones universitarias, y a los estudiantes USAL en sus últimos años de carrera de grado, a optar por el Ciclo Pedagógico y a llevarse algunas herramientas que les serán de mucha utilidad a la hora de enseñar.
Prof. Lic. Patricia Silvana Policastro, docente del Ciclo Pedagógico Universitario (CPU USAL)
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