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SECRETARÍA DE PRENSA
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Día Internacional de la Concientización del “Síndrome de Tourette”

El día 7 de junio se conmemora el  “Día de la Concientización del Síndrome de Tourette”, en honor a la Dra. Mary Robertson, neuropsiquiatra, autora de más de 100 artículos científicos sobre Síndrome de Tourette, y se premia su apoyo al asociacionismo y por su labor clínica, sumado a su gran valor como ser humano. 

Desde la Facultad de Medicina se difunde este padecimiento, para que todos comprendamos adecuadamente y acompañemos a los pacientes con tics crónicos. 

El Síndrome de Tourette (ST), es caracterizado por la aparición de tics motores (movimientos involuntarios) y al menos un tic vocal o fónico (palabras o sonidos), con duración de más de un año desde la aparición del primer tic. Comienza en la infancia y/o la adolescencia, fue descripto por primera vez por el neurólogo francés Georges Gilles de la Tourette en 1885. Es un trastorno neuropsiquiátrico del desarrollo, en general de naturaleza familiar, siendo probable que tenga un familiar con antecedentes de tics o con otros trastornos asociados, como ser el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).  Es tres veces más frecuente en los varones que las mujeres.
Es importante saber que no son de origen psicológico, ni causados voluntariamente por los pacientes. En general se encuentran asociados en más del 50% de los casos a problemas de atención, trastorno de ansiedad con impulsividad y TOC.
 
Se identifica por la emisión involuntaria de movimientos repetidos, de sonidos vocálicos y fónicos llamados tics; como ser:parpadeos, sacudidas de la cabeza o carraspeos,  tocar a personas o cosas, realizar gestos obscenos, expresar palabras que no quieren decir, emitir insultos o palabras consideradas obscenas (coprolalia), aunque menos del 15 % de los casos presentan estos últimos síntomas. Los tics pueden variar en su intensidad, frecuencia y localización, así como permanecer o reaparecer, tendiendo a fluctuar con un curso impredecible con períodos de exacerbación y de remisión en su severidad. En general aparecen en la infancia temprana, pueden aumentar en la adolescencia y solo un tercio sigue en la vida adulta.
 
Los tics son la parte visible del síndrome porque también, en la gran mayoría de los pacientes, se acompañan de otros padecimientos como ser: alteraciones del estado de ánimo, ansiedad o depresión, déficit de atención y/o síntomas obsesivos.

La detección temprana es clave, así como la asistencia por profesionales de la Salud en forma interdisciplinaria. En general cuando una familia consulta por que su hijo tiene tics, un pediatra o neurólogo infantil lo puede detectar y diagnosticar.  Luego se recomienda que un médico especialista en Psiquiatra Infantojuvenil evalué los tics que presenta el paciente y sus comorbilidades, en conjunto con el resto del equipo de salud: psicólogo y foniatra, entre otros.  De esta manera, el niño o joven recibirá en forma temprana tratamiento de los tics y los otros trastornos asociados, asesorando a su familia y orientando también a la escuela donde concurre el paciente.

Sugerencias para las familias:
•    Busque apoyo si el tic se hace crónico.
•    Tener apoyo y recursos en su comunidad le puede ayudar a aumentar su confianza o la de su hijo para controlar el ST y mejorar la calidad de vida
•    Hable con un profesional de la Salud sobre cualquier duda o inquietud que tenga.
•    Infórmese lo más que pueda sobre el ST.  Tener un papel activo en el control del ST puede ayudar a cuidar a su hijo.  
•    Informe a otras personas. Una manera de ayudar a alguien con ST en la vida estudiantil, o en otras actividades es educar a otras personas sobre esta afección. Al conocer más acerca del trastorno, las personas pueden demostrar más comprensión, ofrecer más colaboración y ayuda. 


•    Utilice los recursos de la escuela. El ST puede afectar la experiencia escolar de los niños que padecen la afección. Por ejemplo, algunos tics pueden dificultar la lectura o la escritura. 
•    Prevenga el acoso. Los niños con ST y otros trastornos concurrentes relacionados (como el déficit de atención e hiperactividad) los hace a menudo ser víctimas de  burlas por parte de sus compañeros.


Dra. Adriana V. Ingratta
Prof. Titular de Anatomía  
Área Simulación Clínica
Directora de Carrera de Especialista de Psiquiatría Infantojuvenil 
Universidad del Salvador
Facultad de medicina
ExJefe de Salud Mental del “Hospital Elizalde” 

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