“La USAL es parte de mi familia”
En una charla con la Secretaría de Prensa, Daniela López nos cuenta sobre su recorrido en la “entrañable Universidad”, como así la define. “Inicié mi recorrido el 1º de junio de 1986, en el Departamento de Personal. Por el año 1990 trabajé en la Secretaría del Campus “Nuestra Señora del Pilar”, donde acumulé valiosa experiencia. En 1992, regresé al Departamento de Personal, donde actualmente desempeño mis funciones”.
La charla comenzó rememorando algunos de los muchos recuerdos de sus comienzos en la Universidad remarcando que, a lo largo de los años tuvo el privilegio de conocer a personas y compañeros de trabajo que contribuyeron a su desarrollo dentro de esta Institución. Asimismo, señalando que la experiencia adquirida a lo largo de más de tres décadas la ha guiado por un camino de aprendizaje constante. “Siempre he tenido el privilegio de contar con buenos compañeros, algunos de los cuales aún están presentes en mi vida, y también otros, que ya no lo están como María Soledad Canamasas a quien llevo en lo profundo de mi corazón”.
Con gran emoción y admiración recuerda a su papá, Luis Alberto López, quien trabajó como personal tercerizado desempeñando labores de herrería en diversas Unidades Académicas, incluyendo el Museo de Arte Escenográfico “Botica del Ángel”. “Lo que más me enorgullece es que honraron la memoria de mi padre con un reconocimiento de sus años trabajados con una placa en la “Botica del Ángel”, donde cada vez que voy a alguna visita la veo”.
Entre los miles de recuerdos que le rebosan el alma no puede dejar de nombrar a Su Santidad Francisco “Guardo un especial cariño por nuestro querido Sumo Pontífice. Siempre visitaba nuestras oficinas en aquellos tiempos. Cierro los ojos y lo veo con su gran sonrisa. Siempre muy amable, muy atento”.
En sus grandes ojos verdes se ilumina y reflejan con una gran sonrisa cada recuerdo de “su amada Universidad”, como las señala en cada momento de la conversación. Nos cuenta de las fiestas de fin de año que se realizaban en el Campus “Nuestra Señora del Pilar” para todos los trabajadores de la USAL “Era hermoso, la verdad. Sí, al principio se podía ir con toda la familia. Me acuerdo que se juntaban los micros en la plaza de Rodríguez Peña. Íbamos todos. Estaba Don Bonelli, del Área de Servicios Generales de esa época, que dirigía todo. Se hacían sorteos y todos nos traíamos siempre algo. Era re lindo, divertido porque se juntaba toda la Universidad. Conocías a las familias de tus compañeros”. Suspira y señala que lamentablemente debido a la situación del país la USAL se tuvo que acomodar a los nuevos tiempos que se transitan. “Gracias a Dios la Universidad se fue acomodando bien. Y como dice el Papa, tenemos que vivir en la sencillez y la austeridad”. Agregó que para ella la Universidad prefiere que ante un multitudinario encuentro es mejor que esté bien el empleado. Señalando que ahora se realiza la festividad del Cierre del Año Académico con la celebración de una Santa Misa acompañada por la entrega de reconocimientos al personal de nuestra Comunidad y finalizando con un brindis de camaradería. “Lo disfrutamos de la misma manera que los encuentros que se realizaban en el Campus de Pilar, ya que el objetivo es el mismo: el encuentro y el compartir”.
Daniela agrega que la Universidad ha atravesado momentos difíciles, pero siempre ha logrado superar los desafíos que enfrentó el país.
Cuando fue consultada sobre cómo ve a la Universidad de aquella del año 1986 cuando comenzó a trabajar destaca el gran crecimiento tecnológico: “cuando ingrese a la USAL usábamos las máquinas de escribir Olivetti (se ríe). Cuando llegó la primera computadora nos quedamos todas asombradas. Era un gran paso de crecimiento para el trabajo que desarrollaba, la liquidación de sueldos. Trabajo que sigo realizando de la mano de la Dra. Silvia Stefanini, Jefa de Personal. La USAL siempre se encuentra actualizándose por y para toda la Comunidad Universitaria”. Resalta que el crecimiento tecnológico como académico siempre estuvo acompañado de la labor del personal administrativo, Académico y docente, colaborando estrechamente entre todas las Unidades Académicas y Áreas.
Daniela no puede dejar de señalar que lo que más le gusta de la Universidad es que “somos como una gran familia. Nos conocemos todos. No como otras Instituciones que cada uno está en su lugar y no saben quién son unos con otros. Acá somos como una gran familia, conformada entre las autoridades y el personal. No existe diferencia. Las autoridades no te hacen esa diferencia”. Es por esto que con gran emoción expresa que estará eternamente agradecida a la USAL por todo lo que le brinda. Como las amistades que cultivó y que contribuyeron a su crecimiento personal que van de la mano junto a uno de sus mayores logros, su familia. “Gracias al trabajo en la Universidad pude acompañar a mi hija con la crianza de su hijo, mi nieto que es la luz de mis ojos”. Para ella trabajar en la USAL es pura emoción como cuando recibió de la mano del Rector, Carlos Ignacio Salvadores de Arzuaga, a quien aprecia y admira, su reconocimiento por los 35 años de labor en la Universidad.
Cuando se le pregunta, en base a los 37 años que lleva trabajando en nuestra Casa de Estudios, que mensaje le daría a nuestra Comunidad no lo duda y con voz firme asiente “que la cuiden como uno cuida las cosas en su casa, acá tenemos que hacer igual. Uno tiende a descuidar”. Remarca: “Cuiden a la USAL ya que gracias a la Universidad nos ayuda a mantener a nuestra familia, a mantenernos nosotros. La Universidad siempre está. Y nosotros, el aporte que podemos hacer es ese, cuidarla. Apoyarla, acompañarla. Si le va mal a la Universidad, nos va mal a nosotros. Y siempre estar bien predispuesto”.
Para Daniela trabajar en la USAL significa un orgullo y es muy gratificante. “La Universidad es como mi familia, es mi segundo hogar”.
Por Mariana Bonelli, de la Secretaría de Prensa USAL
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