Poetas sociales
«Contribuir a la formulación de políticas públicas relativas a educación, tanto en los ámbitos nacionales cuanto, especialmente, en los supranacionales» es uno de los objetivos que el Papa Francisco les recordó a los participantes del encuentro de ODUCAL (Organización de Universidades Católicas de Latinoamérica) reunidos en Roma en mayo de 2023 para conmemorar el 70 Aniversario de la creación de la Asociación.
ODUCAL actualmente agrupa a 115 universidades, lo que representa actualmente 1.500.000 alumnos, más de 110.000 profesores y más de 5000 programas académicos de diferentes niveles, en una región donde “la pobreza y la desigualdad son –también les manifestó Francisco– una llaga que se profundiza en lugar de aliviarse” y “donde los ricos se vuelven cada vez más ricos, los pobres cada vez más pobres”.
Francisco además destacó que la palabra “universidad” deriva de “universo”, es decir, el “conjunto de todas las cosas” que el adjetivo “católica” la refuerza y la inspira, pues “católico”, a su vez, significa “según el todo”, “a partir del todo”. En ese sentido, formar “católicamente” implica contribuir a formar personas capaces de superar una mirada extremadamente precisa y focalizada con la “precisión de un radar, pero que pierde el panorama”. Por el contrario, ser “católico” significa tener una visión panorámica –poliédrica dice Francisco en otras ocasiones–. “Una mirada católica de la vida humana –continua– no es selectiva, se interesa de toda la condición existencial y no solo de una parte”.
En ese sentido, una Universidad Católica debe ser misionera, es decir, con las puertas hacia afuera, y “formar poetas sociales que, aprendiendo la gramática y el vocabulario de la humanidad, tienen chispa, tienen el destello que permite imaginar lo inédito, exploradores del futuro”. Algo así como “coreógrafos sociales que vislumbran en el pueblo una danza donde cada uno contribuye a la gracia del movimiento total y nadie es excluido”.
Corresponde que indiquemos que se está haciendo referencia al concepto originario de poesía (del griego, poiesis) como acción, creación, fabricación que es mucho más que su dimensión literaria o estética; o sea, hasta se podría hablar de una racionalidad poética donde pensar y actuar no están separados sino integrados.
Finalmente, Su Santidad Francisco propone en su alocución que la “misión” en el ámbito académico puede ser entendida como “investigación”. De esta manera, “el investigador no se conforma con lo que tiene, va a buscar… sale de la patria de sus convicciones y de sus costumbres, yendo hacia lugares inexplorados... Es precisamente la tensión entre saber y no saber la que lo impulsa hacia adelante y lo protege de la presunción de conocerlo todo. Sabe, y se deja sorprender por lo que conocerá. Por eso, el misionero ama la reciprocidad: enseña y aprende, convencido de que todos tienen algo que enseñar. Así el investigador, si no está dispuesto a salir y a aprender, renunciará a quién sabe qué maravilloso saber, mutilando su misma inteligencia. Es muy triste encontrar intelectuales, hombres y mujeres de grande inteligencia, pero con la inteligencia mutilada”.
Eloy Mealla
Seminario Permanente Pedagogía Ignaciana
Vicerrectorado de Formación
Universidad del Salvador
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