54 años de la inauguración del Museo Escenográfico “Botica del Ángel”, primer Café Concert

El 8 de diciembre de 1966 Eduardo Bergara Leumann crea la primera “Botica del Ángel”, considerado el primer Café Concert “quise armar una sastrería teatral modelo, porque soñaba con vestir, dar color, armonía, engarzar, mejorar y adornar lo de adentro de cada personaje con un buen traje. Fue en la calle Lima 670; allí estaba aquella primera Botica del Ángel donde nació el primer Café Concert debido a que un carpintero tomó mal las medidas de una tarima y se convirtió en un escenario, que la Avenida 9 de Julio se llevó en nombre del progreso. Pero como eran buenos los cimientos, fue posible que volaran los ángeles y volara el talento de quienes pasaron por ella y encontraron su camino de estrellas; y yo aterricé en esta Iglesia angelical con todos mis recuerdos”.

La primera Botica cerró sus puertas debido a las obras de ensanche de la Avenida 9 de julio y el 8 de diciembre de 1970 se reabre en la calle Luis Sáenz Peña 541, en el Barrio de Monserrat, convirtiendo al edificio, que era un templo abandonado, en un collage de un Buenos Aires que se perdía. 

La Botica del Ángel convocó a pintores, escritores, músicos y actores para su difusión popular. Sorprenden obras de arte de muchos artistas plásticos como Raúl Soldi, Antonio Berni, Luis Felipe Noé, Marta Minujin, Guillermo Roux, Juan Carlos Castagnino, Carlos Gorriarena, Josefina Robirosa, Héctor Borla, Juan Carlos Benítez, Eduardo Plá, Raúl Lozza; manuscritos de Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Manuel Mujica Lainez, entre otros. Recuerdos de actores y cantantes, algunos de los cuales debutaron en La Botica como Susana Rinaldi, Nacha Guevara, Marikena Monti, Haydeé Padilla, Opus 4, Valeria Lynch, Pepe Cibrián, y el siempre presente Leonardo Favio. En el recorrido por el lugar se encuentran homenajes a compositores de tango y folklore como Astor Piazzolla, Mariano Mores, Homero Expósito, Mercedes Sosa, Ariel Ramírez, María Elena Walsh, entre otros. Asimismo, se pueden apreciar las instalaciones armadas con fotografías y objetos históricos de un Buenos Aires que se fue perdiendo.

En 1973 cerró sus puertas debido a que su fundador, Eduardo Bergara Leumann, decide radicarse en Europa. En 1982 regresa definitivamente al país y en el año 1997, veinte años después, regresó a la Botica; al ver sus recuerdos de 47 años de trabajo decidió que sería oportuno convertirlo en un museo escenográfico. “Siempre supe que sólo uno se lleva lo que deja a los demás y solo muere lo que no se recuerda”. El 5 de mayo de 1997 recupero la Botica con sus ángeles para que en ella siga el tango, el folklore y de todo, como en Botica.

Eduardo Bergara Leumann fallece el 5 de septiembre del 2008, el día que cumpliría 76 años. En su testamento legó el Museo Escenográfico “Botica del Ángel” a la Universidad del Salvador, que hace 12 años consuma con la voluntad de su fundador. 

El Museo Escenográfico “Botica del Ángel” fue declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación y la Legislatura Porteña, de Interés Turístico por la Secretaría de Turismo de la Nación y declarado Testimonio Vivo de la Memoria Ciudadana por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Secretaría de Cultura, la Subsecretaría de Patrimonio Cultural y la Dirección General de Museos. Declarada Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.