“Queremos de nuestros graduados, no sólo ese humanismo que se lo transmitimos, sino un alto nivel académico”. Dr. Daniel Martínez, Decano de la Facultad de Medicina de la USAL

El Decano de la Facultad de Medicina, Dr. Daniel Francisco Martínez, comenzó su trayectoria en nuestra Casa de Estudios siendo alumno del Colegio del Salvador. A partir de ahí se volvió un miembro clave de la Universidad del Salvador (USAL). En el año 2019 recibió el Premio Maestro de la Medicina Argentina gracias a su extensa experiencia y compromiso con la comunidad universitaria, otorgado por la Academia Nacional de Medicina. En diálogo con Secretaría de Prensa, el Dr. Daniel Martínez nos llevó por un recorrido de sus inicios, su relación con los Doctores Albanese, y las características de la Facultad de Medicina. 

Sus inicios como estudiante en la Universidad
El Dr. Daniel Martínez desde niño supo que quería seguir los pasos de su padre, el ex Decano de la Facultad de Medicina, Dr. Jorge César Martínez: “Ya en tercer año del colegio sabía que quería ser médico. La razón es que lo veía a mi papá. A su forma de ser y de actuar, cuando me pedía que lo acompañara a ver un paciente, y a mí me encantaba ir a ver, acompañarlo, preguntarle por la carrera. Mi padre era muy expresivo a la hora de contar sus cosas médicas. Cuando empecé la carrera y fui residente, fue al revés, y cada vez que yo llegaba de una guardia me preguntaba “¿Qué viste?” y le contaba todo de los pacientes. A él le encantaba escuchar, y se generaba ese vínculo producto de la profesión”. 

Cursó la carrera de Medicina de 1981 a 1987. Pero su rol en la Universidad había comenzado mucho antes, cuando era un alumno en el Colegio del Salvador. El Dr. Martínez recordó: “En 1970 estaba en segundo, y la Universidad estaba en el colegio. Entonces a la mañana hasta las 16 hs había colegio y luego venía la Universidad. Cuando yo volvía a las mañanas por los bancos del colegio estaban sucios, había colillas de cigarrillos, porque claro (risas) habían  estado los universitarios. Así que conozco y tengo contacto con la Universidad desde ese entonces. Y después mi padre que era Vice Decano, y como estaba ahí la Secretaría, cuando iba al colegio me daba sobres y me decía: “Andá y dale esto a la Sra. Blanca”. Blanca era la secretaria de Medicina. Yo iba y lo entregaba, era un nene. Así que el recuerdo de la Universidad lo tengo en el Colegio como alumno”

En relación a su periodo como estudiante universitario, el Dr. Daniel Martínez recuerda cómo tomó la decisión de especializarse: “Cuando uno termina la carrera tiene que decidir dos cosas. O haces algo quirúrgico o haces algo clínico. A mí me gustaba más todo lo clínico en relación al médico paciente, me gustaba mucho el vínculo con la gente. Entonces decidí hacer la residencia en Clínica Médica, y me presenté a concurso. Gané un concurso en el Hospital Churruca. Ahí hice 5 años de la residencia, y cuando estaba terminando me dije “¿Qué hago? ¿Hago medicina interna o hago una especialidad?” A mí me gustaba mucho la Neurología y la Neumonología. Y me decidí por Neumonología y pasé al servicio de Neumonología del Hospital Churruca donde estuve 26 años.”

Su relación con los célebres Doctores Albanese
El Decano de la Facultad de Medicina evoca el recuerdo del Dr. Alfonso “Roque” Albanese, quien trabajó en la Universidad hasta los 99 años: “Alfonso padre, poco antes de fallecer, seguía viniendo a la Facultad de Medicina, que primero estuvo en el Colegio del Salvador y había una morgue, que luego fue trasladada acá, y él seguía trabajando ahí. Era cirujano Anatomista, en la cátedra de Anatomía, por la cual estaba todo el tiempo en su lugar de trabajo. Y lo que hacía era disecciones en cadáveres, y enseñaba a los ayudantes y alumnos, pero fundamentalmente ayudantes, que en la cátedra de Anatomía son chicos que ya terminaron la materia, pasan a 2do o 3er año y se quedan como ayudantes enseñando a los más chicos. La famosa escuela de ayudantes de todas las materias básicas. Entonces Albanese estaba con los ayudantes, pero tenía a sus hijos Alfonso y Eduardo. Ellos son a los que más conocimos, porque el Alfonso padre vivía encerrado ahí en la morgue. Era además profesor titular, que después fue su hijo Eduardo, de la cátedra de Anatomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Recordemos que hace 60 años no había otra facultad de medicina más que la UBA y la Universidad del Salvador (USAL). Entonces las cátedras eran hasta iguales. En este caso, era anatomía de primer año, con Eduardo Albanese hijo, quien está con nosotros en el Consejo Superior, en la cátedra, y perfectamente nos ayuda en todo.”

El Decano comparte un especial vínculo con el Dr. Eduardo Albanese, tras haber sido su alumno y luego convocado por él para la docencia. “Cursé anatomía en el año 1982, el Dr. Eduardo Albanese era profesor titular, me tomó el examen final, con el museo actual. El museo que tenemos en Anatomía es el mejor de la ciudad, le compite al Cuerpo Médico Forense, pero yo creo que el nuestro es superior.”

El Dr. Eduardo Albanese es quien convoca a Daniel Martínez a participar en la docencia: “Eduardo Albanese fue profesor titular, y Decano fue tiempo después. Eduardo Albanese estaba como Decano cuando yo empecé a trabajar en Educación Médica en el año 2009, él me convoca a trabajar. Yo era profesor, ayudante de farmacología y profesor de Neumonología. Ahí empecé con las acreditaciones. Él y toda la gente de anatomía, la Dra. Ingratta, por ejemplo, todo el grupo me convoca.” 

La presencia de los Doctores Albanese en la Universidad genera admiración y respeto entre los miembros de la comunidad. Entre los tantos valores y enseñanzas que dejaron, el Decano señala principalmente la figura del Dr. Eduardo Albanese: “Él nos transmitió mucha humanidad, mucha responsabilidad. Él tiene mucha escucha, pensamiento y sobre todo tolerancia. Es de muy buen corazón y es muy ubicado. Terminó siendo Decano y quería que lo tratáramos como uno más. Es una persona de bien que nos ha transmitido su humanismo.” 

La Facultad de Medicina: su impronta humana
“Aquello que nos posiciona es nuestra historia, nuestro compromiso humano con los pacientes.” Destaca el Decano. “Cuando la Facultad inicia, había un ciclo básico humano tan importante como lo otro. En el transcurso del tiempo siguió siendo muy importante, pero en sus inicios era increíble la impronta humana que se le daba al estudiante de medicina. Hoy en día hay muchísimas Facultades de Medicina con alto nivel académico, así que competimos con Universidades muy buenas.” La opinión del Decano es que aquello que nos diferencia es la enseñanza humana que la Universidad le brinda a sus futuros profesionales de la medicina: “La relación médico paciente, lo que nosotros los profesores le transmitimos a los alumnos más allá de la clase teórica, en el día a día. Cómo encaramos una relación médico paciente, como la relación padre e hijo. El padre con el hijo habla poco y muestra todo. Aca es igual. El alumno ve como el médico atiende, como saluda al enfermo. Esa relación médico paciente la absorbe y después nuestros médicos graduados de la USAL tienen esa impronta”

Es importante destacar la labor de la Facultad reflejada en sus laboratorios, de los cuales el Decano nos compartió su visión: “Los laboratorios son de las básicas. Por ejemplo, Anatomía es como un laboratorio de anatomía, en realidad es un lugar donde se hace investigación y se hace docencia. Está el laboratorio de Bioquímica. También el laboratorio de Microbiología, ahí se trabaja mucho en los cultivos para mostrarles a los alumnos. En Fisiología cuando yo cursé, hacían un montón de cosas con animales para aprender, pero hoy en día ha cambiado mucho la forma de enseñar. Ahora tenemos un laboratorio de Simulación, con muñecos que simulan un paciente con muchísimas características anatómicas, incluso algunos hablan”  

En 2021, la Universidad se unió con el Hospital Alemán
“En agosto de 2021 la USAL firmó un Convenio con el Hospital Alemán para que sea Hospital Universitario”, expresó el Dr. Martínez. “Es decir que todos nuestros alumnos de grado y posgrado concurren a hacer la carrera, y generamos carreras de especialistas de alto nivel académico. Tenemos cuatro: Clínica Médica, Cirugía, Pediatría, Traumatología y Ortopedia y vamos por una más. Que realmente son buenísimas porque están vinculadas directamente con la residencia. O sea que el médico recién recibido entra al Hospital Alemán, hace la residencia y paralelamente hace la carrera de especialista con nosotros. Acá en la USAL no tenemos un hospital escuela propio, pero si tenemos estos Convenios. Esto no es una debilidad, es una fortaleza, porque nuestros alumnos van por todos lados. Tenemos firmados gran cantidad de Convenios con Instituciones y Hospitales del Gobierno de la Ciudad, Privados, Semiprivados, por lo cual nuestro alumnos palpan la realidad médica en todas sus formas.”

Los desafíos de combinar el trabajo en Hospital y el decanato de la Facultad de Medicina
A la par de su trabajo como Decano de la Facultad de Medicina de la USAL, Daniel Martínez continúa ejerciendo su profesión en Neumonología: “Cuando me ofrecen venir como Director de la carrera acá en el año 2012, que yo ya venía porque me había convocado Albanese en 2009, me retiré del Hospital Churruca y vine como Director acá a la tarde. A la par, sigo yendo hasta hoy, al Instituto Vaccarezza que queda en el Hospital Muñiz.” 

Para el Decano, la labor en Hospitales es un valor agregado: “Para mí le da un valor agregado importantísimo, porque puedo involucrarme en la carrera de medicina de una manera muy directa. Porque tengo contacto con los alumnos, se cómo se dan las clases, se cómo funciona la vida en el Hospital. Entonces no solo estoy sentado en el escritorio con la teoría, también estoy en el campo de batalla.”

El mensaje del Decano para las nuevas generaciones médicas de la USAL
El Dr. Daniel Francisco Martínez, Médico Especialista en Neumonología, nos brindó un mensaje para todos los futuros médicos recibidos en nuestra Casa de Estudios: “Espero que la Universidad del Salvador les haya entregado ese humanismo que queremos brindar desde el minuto uno. Y que no se olviden que un médico lejos de terminar el grado, empieza a estudiar. Hay que estudiar hasta el último día de nuestras vidas. En Medicina hay que estudiar todo el tiempo. Nosotros queremos de nuestros graduados, no sólo ese humanismo que se lo transmitimos, sino un alto nivel académico.”
 

Por Jazmín Martina Sily, estudiante de Comunicación Social de la USAL en el marco de Prácticas Educativas de Capacitación.